Me gusta escuchar historias y por eso he disfrutado en este viaje con lo que nos han contado los amigos peruanos y los guías de algunas de las visitas que hemos hecho.
Por ejemplo, me ha resultado entrañable lo que nos ha contado uno de los guías, Enrique, que nos ha acompañado al Valle Sagrado de los Incas. Sus explicaciones mostraban lo orgulloso que se sentía de pertenecer a una de las comunidades más antiguas del valle.
Enrique nos ha hablado de una de sus reglas, el RECUERDO COLECTIVO. Consiste en la "obligación de transmitir al hijo y al nieto lo que uno ha aprendido en la vida". ¿No es maravilloso?
Dice que la gran mayoría de las comunidades del valle sigue manteniendo esta tradición. Incluso cuenta que en las ciudades van a las CHICHERIAS para aprender más. Allí se sientan en una mesa alargada y se habla de distintos temas, y cuando hay divergencia en las opiniones basan sus argumentos diciendo " mi papá dice" o "mi abuelo dice". ¿No es entrañable?
Las CHICHERIAS son pequeños locales donde se sirve CHICHA, que se hace fermentando maíz (la chicha morada está de muerte, damos fe).
Otra curiosidad, se reconoce donde hay una chicheria porque colocan en la puerta un distintivo, una especie de bandera hecha con bolsas de colores. Rojas son las que hemos visto.
Perú, Valle Sagrado de los Incas, Enero de 2015