Hoy he recibido una carta. Era una carta de verdad, ni del banco, ni publicidad. Porque ya no se reciben cartas… Escribir una carta lleva su tiempo, luego hay que ponerle un sello y echarla a un buzón de correos. Mucho trabajo cuando tenemos el correo electrónico o el WhatsApp. Pero a mi me gusta mucho escribir a mano, me gusta la caligrafía, los bolis de colores… Así que lo que voy a contar tiene que ver con todo eso.
Proyecto Correo |
Cuando en marzo estuvimos en Santiago de Chile, visité el GAM, el Centro Cultural Gabriela Mistral en la Av. Libertador Bernardo O’Higgins. Y en un gran patio central había una instalación que consistía en un buzón de correos de color rojo, una mesa y una silla. Sobre la mesa, unos folios de papel, sobres y las instrucciones para escribir una carta “a un desconocido”. Es un “juego de correspondencia entre desconocidos” y forma parte de un proyecto teatral, el Proyecto Correo, sobre "la influencia del uso del correo postal”. Me encantó la idea y me senté rápidamente a escribir a mi desconocido.
Todo preparado para mi carta ... "a un desconocido" |
Ya casi había olvidado aquello, cuando hoy el cartero ha entregado en nuestra casa una carta de verdad, "una carta de una desconocida". Venía de Las Condes, en Santiago de Chile y me ha emocionado un montón. Voy a responder a Carolina en cuanto termine de escribir esto.
La verdad es que me niego a que se pierda la vieja y maravillosa costumbre de escribir cartas a mano y de enviar postales. Así que para contribuir a que esto no suceda, hace años que decidí enviar una postal a mis nietos desde cada sitio a los que viajamos. Ya tienen unas buenas pocas y sé que su madre se las guarda con mucho amor.
Badajoz, 21 de junio de 2017