Ayer viví un experiencia única, al menos para mí: estuve sola en el cine. Si, sola en la sala de un cine comercial. No es que no me acompañara nadie, es que no había nadie más en la sala. Me pareció un poco desasosegante al principio, pero disfruté de la película como nunca. Yo, que estoy siempre protestando por las palomitas, los móviles, o porque la gente no para de comentar la peli como en el salón de su casa…; por no hablar de los que entran y salen veinte veces durante la película.
No había nadie... |
Esto no deja de ser una tontuna, pero me hizo pensar. Y es que delante de mí, en la cola para sacar entradas para la misma película a la que yo iba, había unas personas que se dieron la vuelta al comprobar que era en versión original. No puedo comprenderlo, pues no hay delicia mayor que escuchar las voces de los actores en su idioma. Si, ya sé hasta que te acostumbras cuesta trabajo leer los subtítulos, que los actores de doblaje españoles son muy buenos y que es un nicho de empleo que da trabajo a un montón de trabajadores, bla bla bla…, pero a mí me gusta ver las pelis en VOSE.
Además, si nuestros niños se acostumbraran, tendrían mas facilidad al aprender las lenguas extranjeras, una tarea pendiente de nuestro sistema educativo.
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