sábado, 25 de febrero de 2017

Visitando a unas amigas en Madrid

Maruja Mallo y Ángeles Santos (Museo Nacional Reina Sofía)

"Un mundo" de Ángeles Santos (1929)
 Y es que son como mis amigas. Me gusta lo que pintaron y me gustan las historias de sus vidas. Siempre que puedo vengo al Reina Sofía a hacerles una visita. La última vez, hace un par de años a Maruja Mallo la tenían de descanso en uno de sus almacenes, pero hoy luce de nuevo en un buen sitio. Es una pena, porque parece que en los depósitos del museo hay bastantes de sus obras y sólo tienen expuestas unas pocas. Debieran hacer una exposición con todas ellas . Ya hubo una hace años, en 2010, en la Real Academia de San Fernando. Allí fue donde conocí a Maruja Mallo y nos hicimos íntimas.

"La verbena", de Maruja Mallo (1929)
Tertulia, de Ángeles Santos (1929)
A Ángeles Santos (*) parece que no la mueven tanto porque las dos pinturas que más me fascinan están siempre en el mismo sitio. Una es una reunión de chicas de lo más interesante, “Tertulia” (1929) y la otra, “Un mundo”, es el no va más. Para mí, casi lo mejor del museo (¡alguien dirá que vaya lo exagerada que soy!). 

No me canso de mirar “Un mundo”, también de 1929.  Podría estar horas, siempre encuentras algún detalle nuevo. Lo encuentro vertiginoso, onírico, inquietante, … Es un lienzo gigantesco de nueve metros cuadrados, que pintó con 18 años. A una edad increíble para alcanzar la fama, en una ciudad como Valladolid, alejada de los grandes círculos artísticos y sobre todo, siendo mujer. Una mujer libre en la España retrógrada de los años veinte. 

Su pintura la  introdujo en los círculos de la vanguardia madrileña y allí conoció a Lorca, a Guillén o a Gomez de la Serna, que cayeron rendidos ante su talento. Este último escribe un artículo en “La Gaceta Literaria” de Madrid en 1930 donde la pone por las nubes. 


Me gusta como empieza el artículo de Gómez de la Serna:

La Gaceta Literaria iberica-americana internacional
La Gaceta Literaria de 1930 (**)

“Cuando vi en la última exposición de otoño el cuadro titulado ‘Un mundo’, me quedé sorprendido como si fuese un dado de gran fortuna que cayese en medio de las jugadas nulas de casi todos los pintores” 

La Gaceta Literaia, Madrid 1930






















También se lamenta de las circunstancias que la llevaron a ser recluida por su padre en un “manicomio”, una “crisis nerviosa” dicen que tuvo. No sé...

Dejó de pintar durante un tiempo y sólo volvió a los pinceles años después cuando se casó con otro artista, el pintor Emili Grau Sala, una interesante historia también. Pero ya sus cuadros no tenían la magia de esa mezcla de surrealismo y realismo mágico de “El mundo”. 

Y vaya puntería que tengo. Cuando estoy escribiendo esto, veo en la programación de Cineteca del Centro de Creación Contemporánea Matadero de Madrid que ha habido un coloquio con el hijo de Ángeles Santos a propósito de la presentación de un documental que RTVE estrena el próximo lunes (27-02-2017), "El mundo de Ángeles Santos" (y que por cierto, no me pienso perder). La pena es no vivir en Madrid para haber asistido a la presentación del documental y al coloquio. A ver, cosas de vivir en provincias…

Recomiendo leer el artículo de Gómez de la Serna y sobre todo, visitar a mis dos amigas en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid.

Madrid, febrero de 2017

(*) A mi amiga Ángeles Santos me la presentó Miguel Blanco. Gracias, Miguel!

(**) Las fotos de la revista La Gaceta Literaria son de unos tomos que tienen encuadernados en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en Ciudad de México.