viernes, 29 de enero de 2016

El Rummikub en los parques de Brasov y el Trivia con una copa en Logroño


Me encanta la gente que se divierte jugando. No cuando te juegas los cuartos en los casinos, en las apuestas por Internet o así, no. Me gusta la gente que cuando se reúne juega a alguno de esos juegos de mesa tan entretenidos. Por ejemplo, yo soy super fan del Rummy

Hace unos día hemos estado en Logroño y me llevé una grata sorpresa cuando unos amigos lugareños nos llevaron a tomar la consabida copa de después de la cena a un sitio bien curioso. Me resultó interesante la decoración, con carteles y fotos  de actores (algunos que habían pasado por el local) y etiquetas de bebidas en las mesas y en el techo. Tenían buena música y había todo tipo de público. 
Era el Café Bretón, frente al Teatro Bretón. Tienen hasta un premio literario y un Festival de Cortos, “Sueños en corto”





Hasta aquí genial!, pero lo mas de lo mas fue cuando me percaté de que en todas las mesas pasaba algo. En unas jugaban al ajedrez, en otras a las cartas, a las damas o al Trivia. ¡Una pasada! El ambiente era de lo más agradable. Es una idea a copiar, esto de tomar una copa de manera diferente.



Me hizo recordar a un grupo de señores en un parque de Brasov (Rumanía) este verano. Había mesas y bancos de piedra dispuestos para el juego. Había tableros de ajedrez, pero también había un grupo jugando al Rummikub, ¡mi favorito!! En Badajoz sólo he visto jugar al ajedrez en los parques de vez en cuando que organizan algún evento. Así que me emocionó ver como pasaban el rato esos otros lugareños. Bien barato y con alimento para la mente. 




Brasov, julio 2015 y Logroño, enero 2016

martes, 19 de enero de 2016

Bran, el castillo de Drácula sin Drácula.

¿Transilvania sin Drácula? Pues si, eso es (o casi). Y me ha llamado mucho la atención. Cuando estaba preparando nuestro viaje a Rumanía era obligado repasar la novela de Bram Stoker. Ya sabíamos que Stoker no había pisado Transilvania en su vida y que la información que necesitó para escribir su libro la obtuvo de la biblioteca del Museo Británico. Pero siempre que hablas de Transilvania, se te viene a la cabeza Drácula y al revés. ¡Pues…  no señor! 
Ilustraciones de Fernando Vicente para la edición de Drácula de Reino de Cordelia (2015)
Anduvimos correteando un montón de sitios esperando ser atacados a diestro y siniestro por el señor conde y nos llevamos la gran sorpresa. La referencia histórica, la persona que da origen a nuestro personaje es Vlad Tepes (Vlad el Empalador), un rey guerrero valaco, un poco bruto, pues  tenía la fea costumbre de empalar a los turcos que de cuando en cuando asomaban la nariz por sus territorios. Bueno, y a todo maleante que se le ponía por delante. Hemos encontrado un gran respeto hacia Vlad Tepes y al mismo tiempo, no hemos visto que se explote comercialmente la figura de Drácula, para nada aprovechan el tirón vampiresco.
















Los dos lugares de referencia draculina eran la Fortaleza Poenari y el Castillo de Bran.
A la Fortaleza Poenari la llaman en las guías el “verdadero “ castillo de Drácula. Tuvo que ser de aúpa en sus buenos tiempos porque está situado en un lugar estratégico y a una altura de mil diablos. Pero hoy en día son cuatro paredes y tres piedras lo te encuentras después de subir la friolera de 1480 peldaños por una escalera de piedra que da vueltas y mas vueltas a la montaña.  Es un poco chasco cuando llegas, pero el paisaje que se ve es impresionante y merece la pena hacerte un poco polvo las rodillas. Y con los muñequitos empalaos que tienen a modo de atrezzo y la guillotina te haces un poco a la idea de lo brutito que era este señor.

Rio Arges desde la fortaleza Poenari
Subida de 1480 peldaños
Los empalados de la Fortaleza Poenari














Todo lo contrario es el Castillo de Bran, que parece mas bien un castillo de cuento de hadas. Ya lo advierten con carteles en la taquilla, que no vamos a encontrar nada de Dracula en este castillo. Y es verdad, parece como si hicieran un esfuerzo para que Dracula no aparezca, ni tan siquiera que te lo imagines. El castillo tiene unas salas bien moninas y unos patios adornados con plantas de lo mas primorosas. 
Eso si, aparece el árbol genealógico y el retrato de Vlad Tepes, el auténtico rey valaco (contra la historia no pueden luchar). A mi me resultó un lugar encantador donde no me importaría pasar unas vacaciones tranquilamente. Aunque a razón de los cientos de turistas que andariqueábamos por los salones, no deben ser unas vacaciones muy tranquilas.


En fin, que creí que iba a salir hartita de Drácula en este viaje y han sido de lo mas discreto. La verdad es que se agradece.


Brasov (Rumanía), Julio 2015
Árbol genealógico de Vlad Tepes
Castillo de Bran
Retrato de Vlad Tepes (Vlad el Empalador)

Patios primorosos del castillo de Bran













Patios primorosos del castillo de Bran