domingo, 17 de abril de 2016

La escritura reposada de Eloy Tizón






Técnicas de iluminación
Eloy Tizón
Páginas de espuma, 2013
168 págs.








“Técnicas de iluminación” son diez relatos breves, unos más que otros, pero todos con enjundia, de una intensidad que apabulla. El primero, “Fotosíntesis” es el que nos abre la puerta a todo un mundo de reflexión. Pone en marcha su orquesta particular y la música  de sus palabras comienzan a sonar ante nuestros ojos. En mi opinión, es una apuesta arriesgada, porque este relato no se ajusta al modelo de relato convencional narrativo al que estamos acostumbrados. Y es una apuesta valiente y ganadora también, porque aquí el autor nos invita a introducirnos en su mundo, donde poesía, imágenes insólitas o adjetivos fascinantes recorren el texto.

Los siguientes cuentos tienen una linea narrativa más clara. Así que no se asusten si les gustan los cuentos más clásicos, porque van a disfrutar con ellos. En todos, Eloy Tizón nos pone contra las cuerdas, nos ofrece la oportunidad de que caminemos con los personajes en sus experiencias. Y, claro, pone a los personajes en situaciones extremas, incómodas; son situaciones casi sin salida,  donde a veces hay que tomar una decisión, pero siempre deja un resquicio, un foco de luz en la oscuridad hacia el que los personajes pueden encaminarse - y nosotros con ellos. En ese momento me di cuenta de lo bien puesto que estaba el título: Técnicas de iluminación

Me han gustado mucho sus opiniones sobre la escritura:

“Porque escribir, pensaba yo, es estar más despierto de lo normal” p. 72

“Uno inventa pasiones en una página porque las ha vivido antes o porque quiere vivirlas o para no tener que vivirlas! p.78 

“Escrito a lápiz. En una barra de grafito está contenido el mundo” p. 17

o sobre la determinación para hacer las cosas: 

“Uno solo puede hacer algo bien obsesionándose con ello. Si no, resulta imposible” p.77

El viernes pasado, el Club de Lectura Viva del CELARD en Badajoz (gracias, Miguel Ángel Carmona) nos hizo el regalazo de pasar un rato con su autor. Y además en una librería, Librería Montevideo, libros y gatos, lo que ayudó a crear un ambiente de lo más amable para la charla con él. Se pasó el rato volando conversando sobre su libro y su escritura. 






Y es que Eloy Tizón es un tipo pausado y reflexivo. Se aprecia en sus libros y también en su presencia. Demostró su gran habilidad para transmitir sus conocimientos sobre su manera de escribir: debe ser un gran profe en Hotel Kafka. Que pena que no me dedique a escribir, que sería una alumna aplicada en sus clases. Los que si escriben del Club pudieron aprender un montón de cosas la otra tarde.

También he leído estos días “Seda Salvaje”, de 1992 y estoy en marcha con otros de sus libros. Lo dicho, Eloy Tizón es otra cosa, es esa literatura con mayúsculas en la que a veces te ves envuelta…


Badajoz, 17 de abril de 2016


0 comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes escribir un comentario. Gracias.