miércoles, 4 de abril de 2018

Virginia Woolf y el jardinero asturiano


Hace unos día leí en el Diario HOY un interesante reportaje, “Un asturiano en la corte del reino vegetal”, donde se nos cuenta la envidiable profesión de un jardinero asturiano. 

Carlos Magdalena lleva un montón de años siendo horticultor en el Real Jardín Botánico de Londres, Kew Gardens. Eso son palabras mayores, porque ser jardinero en Londres no es cualquier cosa -¡menudo prestigio tienen!-, y más si es en este súper jardín botánico. 

Artículo de Álvaro Soto en el Diario HOY, 25 de marzo de 2018
Reportaje de Álvaro Soto en el Diario HOY (25-01-2018)


El cometido de este conservador es, supongo que entre otras cosas, salvar plantas en peligro de extinción. También andariquea por medio mundo al rescate de plantas que nosotros y nuestro cambio climático nos encargamos de hacer desaparecer. Al mismo tiempo, se empeña en que tomemos conciencia de la situación e intenta convencernos de que cada uno desde su ámbito haga algo al respecto. 

"El mesías de las plantas" en Editorial  Debate (2018)

Para ello tiene un libro, “El mesías de las plantas”, “la fascinante historia de un hombre que ha dedicado su vida a rescatar las especies más extraordinarias, pero sobre todo es un mensaje de alarma para comenzar a hacer de este mundo un lugar mejor. Sin plantas no hay vida, y cuidar de ellas es nuestra única solución.” Recomendables ambos, el reportaje y el libro.

Pero cuando leí las palabras “Kew Gardens”, enseguida saltó mi chispa lectora. Y recordé una monada de relato breve de Virginia Woolf que se titula así, “Kew Gardens”. Y son tal para cual, el relato y el jardinero asturiano. Carlos Magdalena podría formar parte de cualquiera de las escenas del cuento sin ninguna dificultad.


En el “Kew Gardens” de Virginia Woolf se describen cuatro escenas en torno a un “arriate ovalado”.  Un hombre y una mujer maduros, dos hombres, dos mujeres y una pareja joven pasean por el jardín. La conversación de cada pareja tiene un movimiento circular como de va y viene entre el presente en este Kew Gardens y algún recuerdo del pasado. Todo ello perfectamente inmerso en el paisaje del jardín, en el que destacan los colores de las plantas -verdes, rojos, amarillos, azules-, mariposas, libélulas, nenúfares… y un caracol que nos lleva como en una espiral de unos personajes a otros. Parece una pintura impresionista de Monet: 

“Y, así, con similares movimientos distraídos y sin rumbo, pasaron ante el arriate una pareja tras otra, envueltas en capas de vapor verde azulado donde sus cuerpos tenían al principio sustancia y una pincelada de color, pero después tanto sustancia como color se disolvían en el verde entorno.”

"Kew Gardens y otros cuentos" en Nórdicalibros

“Kew Gardens” se publicó por primera vez en 1919 y 1921. Y en 1927 salió otra edición, ilustrada esta vez por su hermana, Vanessa Bell (!ya me gustaría ver esa edición!). Ahora tenemos una nueva, ilustrada con gran sensibilidad por Elena Ferrándiz y que nos regala Nørdicalibros con su excelente gusto para editar. Esta edición de Nørdicalibros, “Kew Gardens y otros cuentos” (2016) contiene además otros dos relatos, “Una casa encantada” y “La marca en la pared”.


Ahora he vuelto a leer “Kew Gardens”. Lo he disfrutado más, y lo he visto con otros ojos, con los del jardinero asturiano.

Badajoz, abril de 2018



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