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jueves, 4 de diciembre de 2025

La Galería Bortier, el regalo del flâneur

Unas horas sueltas dan mucho juego cuando quieres abarcar una ciudad. Y si además el azar coopera, el día se vuelve redondo. Este noviembre, Bruselas tuvo el detalle de hacernos el regalo de un sol que no estaba previsto en nuestro programa. Veníamos de visitar a Magritte -que nos había dejado la cabeza a bullir de ventanas y nubes- y en nuestro tranquilo paseo buscábamos un lugar donde comer y tomar un cafelito (¡el café que no falte, por favor!).


Galeria Bortier, Bruselas
 

Entonces, casi sin querer, apareció la elegante Galería Bortier, como un refugio escondido donde el tiempo parecía detenido entre libros antiguos y una cafetería tan bonita que casi podía ser un museo. Literatura y gastronomía son para mí una combinación perfecta; el aroma del café y de las páginas antiguas parecían querer contarme historias, las de otros tiempos, pero que también son las nuestras.  



Le Café Literaire en la Galeria Bortier
Le Café Literaire


Conocíamos ya otras galerías de Bruselas, la Galerías Reales Saint-Hubert, con sus ecos de Victor Hugo y su aire de paseo elegante. También me recordó a aquel Pasaje Macca-Vilacrosse tan francés que vimos en Bucarest hace unos años. Pero esta me pareció diferente. Es más pequeña, con su propia vida: nació en 1848, en plena fiebre parisina del hierro y cristal, cuando las galerías eran refugios luminosos para los paseantes que huían del bullicio y de los malos olores de las calles. Eran lugares de encuentros “galantes”, de compras elegantes y, claro, también para dejarse ver.


Le Cafe Literaire es casi un museo



Aquel hallazgo tuvo algo de serendipia, un regalo para unos turistas un poco flâneur como nosotros. Supimos que la galería acaba de renacer, después de medio siglo de abandono, con una filosofía del slow life que se siente nada más entrar. La Bortier te invita a desacelerar el ritmo diario y a disfrutar del momento. ¡Y cómo no hacerlo si encuentro juntas dos de las cosas que más me gustan: café y libros!


Librairie Genicot. Galerie Bortier, Bruxelles

Así, mientras la Gran Plaza nos esperaba unos pasos más allá, aquel rincón, bello testimonio del patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad, nos regaló una pausa que sabía a tiempo detenido y compañía literaria. Aunque andábamos con un poco de prisa, al final todo quedó detenido.






Tiket Bortier. Taste of Culture







Pilar Otano Cabo

Badajoz, España

Noviembre de 2025

viernes, 14 de noviembre de 2025

Lecturas en vuelo


Subimos en Madrid al avión con destino a Bruselas. Habíamos tardado una eternidad, no sé muy bien por qué, y ya casi todos los pasajeros estaban instalados, absortos en sus pantallas, como si el mundo solo existiera ahí. Digo casi todos, porque había un joven que leía un libro en papel. Como no puedo evitar leer todo lo que se me pone a tiro, mis ojos fueron derechitos al título: Las gratitudes, ese precioso libro de la francesa Delphine de Vigan; hermoso, como todo lo suyo.



Las gratitudes. Delphine de Vigan


Este libro habla de cosas que nos tocan a todos: el paso implacable del tiempo, la memoria que se escapa, la importancia de decir lo que llevamos dentro y, sobre todo, de esos vínculos humanos que no siempre dependen de la sangre.


Aquella lectura fue una de las joyas que me acompañaron durante el verano de 2025. Estaba entre una pila de libros escritos por mujeres, que se convirtieron en compañeras fieles de mis días estivales.


Después, vi que no era la única que elegía las páginas impresas frente a las pantallas digitales. Encontré más viajeros atrapados entre libros, en papel y en electrónico. Pero ese encuentro con Las gratitudes me caló hondo, muy hondo.


Las gratitudes

Delphine de Vigan

Traducción de Pablo Martín Sánchez

Anagrama, 2021

176 páginas


Pilar Otano Cabo

Badajoz (España)

Noviembre 2025



Libros escritos por mujeres


miércoles, 12 de noviembre de 2025

Un guiño de cine en Bélgica


Un guiño de cine en Bélgica


Hay ciudades que te miran cómplices, como si te dijeran “te estaba esperando”. Esta vez ese guiño ha sido de cine, en nuestra escapada otoñal a Bélgica; sí, Bélgica, la de Tintín, los gofres y el chocolate que se derrite sin prisa.


Viajamos en buen grupo, de esos que saben disfrutar del paseo. Pateando bien varias ciudades, vi algunos carteles que me llamaron la atención. Eran carteles de cine y decían: Nouvelle Vague. Era el título de una película recién estrenada allí, aunque a España no llegará —dicen— hasta enero de 2026. Y ya estoy contando los días. 


Sphinx Cinema en Gante y Cinema Galeries en Bruselas


Tiene una pinta maravillosa. Su director, Richard Linklater, vuelve atrás su cámara 60 años hacia un momento fundamental del cine, al momento en que la experimentación y la creatividad de cineastas jóvenes de París consiguieron una nueva forma de hacer películas, la Nouvelle Vague francesa, aquel movimiento que quiso, con poco presupuesto, romper con las formas encorsetadas de hacer cine.


Esta nueva película quiere homenajear la de Jean-Luc Godard de 1960, À bout de souffle (Al final de la escapada en España), una de las películas más emblemáticas de la "nueva ola" francesa



A bout de souffle, de Jean-Luc Godard
Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg 


Pero también hubo otras películas: Los 400 golpes o Jules y Jim que veíamos en el Cine Club del Aula de Cultura de la Escuela de Magisterio de Badajoz en los años 70 y 80 y que organizaban Lorenzo Blanco y nuestro querido Alejandro Pachón.


Parece que esta nueva  Nouvelle Vague recrea el rodaje de À bout de souffle. Será fascinante comprobar cómo Linklater intenta capturar el espíritu y la estética de Godard, con el formato y la estética de 1960,  poniendo de relieve esa energía que cambió la forma de mirar el cine. Es un gesto de amor que ojalá no pase desapercibido.

 

Nouvelle Vague, de Richard Linklater (2025)




Pasado y presentes se cruzan en la pantalla, invitándonos un vez más a reflexionar sobre el poder inagotable del lenguaje cinematográfico. Ya están tardando. Aunque… ¿la veremos en Badajoz? Espero que sí.


Los cines de las fotos son:

  • Cinema Galeries. Galerías Reales Saint-Hubert en Bruselas, cine con aire señorial.


Pilar Otano Cabo

Badajoz, noviembre de 2025

domingo, 9 de noviembre de 2025

De visita al Parlamento Europeo

Una mañana increíblemente soleada nos aguardaba. No dábamos crédito, esperábamos agua y frio y no tuvimos ninguna de las dos cosas. El frio, no, pero el agua la habíamos dejado en Badajoz. En fin, un regalo que Bruselas nos hizo como si quisiera contradecir su fama de cielos plomizos. Una luz especial se reflejaba en las fachadas de cristal del Parlamento Europeo, que nos invitó enseguida a hacer una y mil fotos; del grupo, de parejas, unos selfies…






Que no falte un selfi en la entrada del Parlamento Europeo


Íbamos a visitar el Parlamento de la mano de uno de nuestros parlamentarios, el socialista Ignacio Sánchez Amor. No éramos los únicos que iban de visita, claro, un montón de personas pululaban también por los alrededores. Todo muy serio y muy bien organizado; la acreditación y el acceso al enorme vestíbulo con las banderas de los países que conforman la organización. Y más fotos… No pude evitar sacar mi lado portugués para la foto con las banderas.


No pude evitar mi lado portugués...

Acreditación para acceder al centro de visitantes del Parlamento Europeo
La acreditación bien visible todo el rato


Nuestro anfitrión nos contó, en una charla distendida, los pormenores de su interesante trabajo, una labor que se mueve entre la diplomacia y la defensa firme de los valores europeos. Escucharlo me ayudó a comprender mejor todo el engranaje de la institución -tantas veces puesta en cuestión- como lugar donde se toman decisiones que luego se traducen en derechos que nos protegen o en compromisos solidarios. 


Todo un desafío esto de poner de acuerdo a tantos países, con intereses e ideologías diferentes. Europa no nació hecha, se enfrenta cada día a negociaciones infinitas y discretas de los 720 parlamentarios, con la ayuda de otras muchas personas que hacen el trabajo más fluido; con el convencimiento todos ellos de que hay más cosas que nos unen que las que nos separan.



Hemiciclo del Parlameto Europeo en Bruselas


Entre los trasiegos por los pasillos y las esperas que impone cualquier visita institucional, uno se encuentra con una grata sorpresa: el Parlamento Europeo es también una pequeña galería de arte contemporáneo. Más de quinientas piezas procedentes de cada país de la Unión acompañan el ir y venir de funcionarios, visitantes y traductores. Durante nuestra visita fuimos descubriendo algunas de ellas, cada una con su acento y su mirada. Pero solo fotografié este homenaje a Andy Warhol del eslovaco Marko Blazo de 2007.



Warhol 1, 2007 de Marko Blazo



Pero si hubiera que elegir una pieza que condense la idea de convergencia y movimiento que habita en este edificio, sería la escultura móvil de acero inoxidable que asciende por la escalinata helicoidal. Desde cada punto de vista cambia, se fragmenta o se une, según la luz y la perspectiva del observador. Su autor, el belga Olivier Strebelle, la tituló con acierto Confluences: una metáfora visible de la Unión, con un eje central del que se ramifican formas sinuosas. También ella pedía, inevitablemente, una fotografía.



Confluences, de Olivier Strebelle en el Parlamento Europeo



Cuando salimos, tras las preceptivas fotografías en el hemiciclo, allí estaba aún el sol y el aire olía a hojas secas. De nuevo, grupos de jóvenes se fotografiaban con las banderas al fondo. Era el futuro.


Pilar Otano Cabo

Bruselas, noviembre de 2025

sábado, 20 de julio de 2024

FARRA en Elvas



La palabra farra comparte significado en castellano y en portugués. Em ambas lenguas tiene el sentido de fiesta, juerga, diversión. Y en mi vecina Elvas han utilizado el acrónimo FARRA para uno de los acontecimientos culturales mas interesantes de este verano de 2024. FARRA (Festa da Arte em Rede na Região de Alentejo), que comenzó recibiendo al verano en el mes de junio, está siendo una enorme muestra de arte contemporáneo.


Festa da Arte en Rede na Região de Alentejo


Organizado a partir del MACE (Museu de Arte Contemporânea de Elvas) lleva al visitante a 30 espacios expositivos de la ciudad de Elvas.  Se trata de descentralizar los circuitos artísticos, haciendo salir a importantes colecciones nacionales, tanto públicas como privadas, de las grandes ciudades que ostentan ese privilegio, dándoles otra visibilidad.


En torno a esta FARRA hay numerosas actividades, entre ellas las visitas guiadas como la que tuve la ocasión de asistir el sábado pasado. Fuimos convocados en la puerta del Hotel Vila Galé, que acoge uno de los 30 proyectos del evento. Allí nos esperaba Tiago Candeias, que nos acompañó con extraordinarias explicaciones, que muestran su entusiasmo y su conocimiento del mundo del arte contemporáneo. Gracias, Tiago.



Paiol de Nossa Senhora da Conceição


Además, pude visitar algunos lugares de la ciudad que desconocía, pese a ser asidua visitante de Elvas. El recorrido nos llevó a la Escola Superior de Biociências, al Antiguo Polvorín de Nossa Senhora da Conceição, a la Cisterna da Cidade, al Museu de Arqueología e Etnografía, a la Torre Fernandina (¡con sus escaleritas…, pero con unas vistas increíbles al llegar arriba!), alguna vivienda particular para terminar en el MACE. Mereció la pena y animo desde aquí a que asistan a las siguientes visitas.



366 dibujos de Cabrita Reis con aforismos de João Pinharanda


Como siempre me gusta tirar del hilo literario, en las hojas de sala de cada exposición pude encontrar referencias librescas de los comisarios y de los artistas. Así, encontré a Walter Benjamin, a Cioran, Tolstoi, Cummings,… o a artistas que admiro, como Paul Klee.


El hilo musical apareció en el MACE. Aquí estaban Grace Jones y Patti Smith...



Patti Smith en el MACE. FARRA


Me llamó la atención un cuadro de Sonia Delaunay, Les Jouets Portugais, e como Tiago nos contó la relación de la artista con Almada Negreiros, aquí ando metida en en esa  curiosa historia.


Les jouets Portugais. Sonia Delaunay


Un buen resumen de esta FARRA son las palabras del comisario de la exposición en el antiguo Quartel do Trem. Lourenço Egreja acude al libro de Francesco Carreri, Walkscapes. El andar como práctica estética, en el que ando también metida desde entonces:


“[…] un modo lúdico de reapropiación del territorio: la ciudad era un juego que podía utilizarse a placer, un espacio en el cual vivir colectivamente y en el cual experimentar comportamientos alternativos; un espacio en el cual era posible perder el tiempo útil con el fin de transformarlo en un tiempo lúdico constructivo.”


Así que estaremos de farra hasta el 25 de agosto.


Y la mejor explicación de todo esto la da mi amigo Martín Carrasco en la sección TRAZOS del Diario HOY de Badajoz del día 13 de julio. Martín sabe un montón de todo esto. 





Pilar Otano Cabo

Badajoz (España) 

julio de 2024


domingo, 11 de septiembre de 2022

La Mano


Ahora no consigo recordar dónde lo había sabido, pero tenía esa mano anotada en la lista de lugares a visitar en Estocolmo: La mano, así en español. Así que el primer día, después del paseo de reconocimiento general de la ciudad, nos pusimos a buscarla.



La mano



Como en Estocolmo todo va de islas y de puentes, allá que recorrimos la Gamla Stand (la Ciudad Vieja) donde está la Stortorget, esa plaza tan bonita que vemos en las guías, en las postales y en los magnetos del frigorífico —yo me traje el mío, claro—. Andan también por allí el Palacio Real y el Museo Nobel. En fin, ya habíamos paseado todas sus calles, atestadas de gente, y nos dirigimos a otra de las islas, al barrio de Södermalm, donde estaba La Mano.


Stortorget


¿Y qué tiene de especial esta escultura de granito de cuatro metros de altura?


Es el homenaje a los suecos que participaron en las Brigadas Internacionales para defender la República Española durante la Guerra Civil. Una tercera parte, de mas de 500, murieron en suelo español. Fue una iniciativa de la Asociación de Voluntarios Suecos de España en 1977 y está colocada en la Katarinavägen, en un lateral del barrio de Södermalm, antiguo barrio de trabajadores convertido ahora en barrio bohemio de diseñadores y artistas. 


Pero La Mano le da la espalda al barrio, mira para el agua, para las otras islas. Hay que subir una buena cuesta, por eso es uno de los lugares con mejores vistas de la ciudad. También por eso merece la pena. 


Si tienes curiosidad por saber más acerca de esta mano, este artículo de El Plural lo cuenta con todo detalle. Y en este vídeo se profundiza un poco más sobre el tema de los brigadistas suecos en la Guerra Civil. Es un acto que tuvo lugar en el Instituto Cervantes de Estocolmo en mayo de 2022: 





Por cierto, igual que Sebastian Bergman anduvo rodeando nuestro hotel, la sede del Instituto Cervantes estaba a dos calles del mismo. Allá que fuimos una mañana a preguntar por La Mano, pero estaba cerrado por vacaciones… 


Pilar Otano Cabo

Badajoz, agosto de 2022


jueves, 8 de septiembre de 2022

Carambola lectora en Estocolmo

La serie Bergman


Mi amiga Mavy Pajuelo estaba detrás de mí desde hacía ya casi dos años para que leyera la serie de novelas que tienen como protagonista al psiquiatra criminal sueco Sebastian Bergman. Entonces, por lo que sea, no estaba muy motivada, pero lo recordé hace unas semanas y me puse a ello. Adictivas y muy recomendables. Eso sí, para quien le guste este género, entre las que me incluyo. Estas están muy bien escritas, con tramas que recorren los problemas de la sociedad del momento —como debe tener toda buena policíaca que se precie— y con unos secundarios maravillosos. 


Ya las había empezado cuando decidimos que el viaje de este agosto de 2022 iba a ser a Suecia, así que ¡clavado! Cuando llegamos a Estocolmo estaba terminando la número cuatro de la serie y ya había decidido dejar las tres restantes para más adelante, porque lectura sueca llevaba para dar y regalar. Eso sí, llevaba anotada la “supuesta” dirección en la que vivía nuestro personaje, el tal Sebastian Bergman, el nº 18 de Greg Magnigatan. Allá que fuimos, dando un poquito de rodeo la mañana en la que íbamos a visitar el Museo del barco Vasa, una especie de Titanic sueco. Misión cumplida.


Nº 18 de Greg Magnigatan 

Pero… como todas las novelas de la serie tienen un final sorprendente que te incita a comenzar la siguiente, fue eso, exactamente lo que me ocurrió. Y en los días que anduvimos recorriendo el centro de Suecia hasta llegar a Gotemburgo combinaba lecturas, siempre echando mano de la novela número cinco, Castigos justificados

Y aquí viene una de esas carambolas que me suelen suceder en los viajes … ¿Me buscan? ¿Las busco? No sé, la cosa es que aparecen y me encanta.


Pues bien, a la vuelta a Estocolmo, leyendo en el hotel las páginas finales de Castigos justificados, me doy cuenta de que en una trepidante escena final, nuestro personaje al volante de un Audi negro hace un peligroso recorrido justo alrededor de nuestro hotel. Desde nuestra ventana veía el Waterfront, un centro de Congresos espectacular, desde donde sale el vehículo.  Lo veo  —bueno, lo imagino— recorrer la calle Klarabergsgatan. Rodea el hotel porque es imposible seguir por la Klarabergsgatan, la enorme avenida donde están los grandes almacenes Åtlhéns —como nuestro El Corte Inglés— y la plaza Sergels Torg  —que tiene un pinganillo/monotito que se ilumina de noche—. La Estación Central, la Klara Kyrka y por fin, la ensenada de Riddarfjärden. Casi todo a la vista desde nuestra ventana. ¿Una tontuna de las mías? ¡Pues sí! Pero adoro todas ellas. Así que el último paseo antes de la vuelta a casa fueron cada uno de esos lugares que había visto desde una novena planta.


Waterfront, Palacio de Congresos en Estocolmo
junto a la ensenada  Riddarfjärden


Y en mi manía de preguntar en las librerías, pregunté por esta saga y en una de ellas me mostraron la más reciente, la número siete. En sueco, claro. Pero cometí el error de hacer foto a la contraportada y ponerla en el traductor de Google. Al ver el giro que había dado la historia, me vi “obligada” a leerla. En español, por supuesto. Aquí ando ahora, dando buena cuenta de Verdades enterradas.


Verdades enterradas (Som man sär)
                                                                    Serie Bregman nº 7


Una última curiosidad, los autores —Hjorth & Rosenfeldt—, son guionistas de series televisivas. El primero, Michael Hjorth, de Los crímenes de Fjällbacka, de Camila Läckberg, y algunos capítulos de la versión sueca de Wallander, de Henning Mankell. 


Las otras dos manos de la saga son de Hans Rosenfeldt, guionista de una interesante serie, El puente —Bron/Broen—, que está ambientada entre Malmö y Copenhague. Luego la copiaron en Estados Unidos, The Bridge, y en Francia, The Tunnel


Pilar Otano Cabo

Agosto 2022


martes, 6 de septiembre de 2022

Un Picasso colosal en un lago sueco


Ya estaba casi a punto de oscurecer y la tarde se estaba poniendo un poco fea, con unas nubes que nos venían amenazando todo el tiempo. Era uno de los días en los que habíamos alquilado un coche para recorrer con calma los casi 500 kilómetros que hay ente Estocolmo y Gotemburgo. Faltaban 40 para llegar al lugar donde íbamos a dormir un par de noches, Karlstad


Cabeza de mujer
Picasso en Kristinehamn (Suecia)

Y de pronto, apareció la indicación para Kristinehamn donde sabíamos que había una escultura de Picasso. Era intrigante, así que añadimos otra parada. Supuestamente, esta Cabeza de mujer estaba en Kristinehamn, junto a un lago, el Vänern, el lago más grande de Suecia. Y sí, estaba en esa localidad, pero como aquí todos los espacios son inmensos, el lugar de la escultura estaba en el puerto, pero para acceder a él tuvimos que recorrer unos buenos pocos de kilómetros más. Bordeamos el lago por una carretera, bastante estrecha por cierto, y flanqueada por una serie de lo que parecían casitas a un lado y un buen puñado de barcos amarrados a un muelle kilométrico por el otro. Vamos, una zona de buen nivel económico, aunque el aspecto de las casas era idéntico al que veníamos viendo todo el tiempo en el viaje —en Suecia el aspecto exterior de las casas no dice nada del nivel económico de sus moradores—.


Y al final de la carretera, como si de una caza del tesoro se tratara, entre majestuosos árboles —¡es Suecia, amigo!— y mirando al lago, apareció la obra de nuestro paisano, la Cabeza de mujer, instalada allí en 1965. Imponente, tiene 15 metros de altura, y es una de las estatuas monumentales que Picasso tiene en distintos lugares del mundo, todas ellas pensadas para ser colocadas en jardines o en espacios naturales como es el caso de esta de Kristinehamn. 


Es muy curiosa, en primer lugar porque te hace sentir pequeña, muy pequeña, en aquel lugar tan impresionante; pero también porque, al ser diferente según el ángulo desde el que la mires, te hace girar en torno a ella y de pronto la ves entre arbustos, entre árboles, o con el impresionante lago de fondo. Ayuda a apreciar los diferentes ángulos la sensación de profundidad que dan las superficies negras con trazos blancos haciendo contraste con superficies blancas que tienen trazos negros. Es muy interesante. 





Fue el escultor, pintor y fotógrafo noruego Carl Nesjar quien colaboró con Picasso para fabricar todas estas sorprendentes esculturas a partir de sus maquetas. No sé cuánto pesará esta Cabeza de mujer, colocada sobre una altísima base cilíndrica a modo de largo cuello, con sus planos y contra planos de aire cubista, pero al ser de cemento, imagino que mucho.


Mereció la pena conocer esta faceta de nuestro malagueño. Ahora me surge una de esas dudas que me encantan y que me ayudan a tener la cabeza en marcha: ¿Cómo y por qué fue a parar esta cabeza a este lago tan apartado de todo? Tendrá una explicación, eso es seguro. Me pongo a ello. 


Pilar Otano Cabo

Agosto de 2022