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miércoles, 7 de marzo de 2018

Sibiu te vigila y te acoge: La Casa Calfelor


Sibiu es una preciosa ciudad fortificada en plena Transilvania. Fue uno de nuestros destinos en la incursión rumana de 2015. Tiene una ciudadela medieval muy bien conservada y muchas de sus casas del bonito centro histórico te vigilan...



Calle Nicolai Balcescu, Sibiu, Transilvania, Rumanía.
Calle Nicolai Balcescu, Sibiu (Rumanía)

Había leído acerca de las casas con ojos de Sibiu, así que lo primero que hice al llegar fue estirar bien el cuello y buscar las ventanas de las buhardillas. Y ahí estaban, unos ojos semicerrados, como somnolientos, pero vigilantes. Me recordó enseguida la canción que cantaban POLICE, “I’ll be watching you”. Sting dijo de su canción que “es una canción siniestra. Trata sobre los celos y la posesión. Hay un personaje desagradable observando cada movimiento …”

La canción es un poco incorrecta, pero aquí viene que ni pintada. Me sentía vigilada y me dio en pensar el juego que han podido dar esas ventanas tan sospechosas a la hora de contar historias, a niños y a grandes. Y la tristeza con la que parece que te miran, como si hubieran sido testigos de las escenas más terribles.


Piata Mare (Plaza Grande) 



Pero la ciudad es todo lo contrario, es una ciudad luminosa, llena de vida y de gente. Parece una ciudad de cuento de hadas.Tiene montones de cosas que hacer y lugares que visitar. Y es, además, una ciudad solidaria y orgullosa de su pasado artesanal.


Sibiu tiene una larga tradición de gremios de artesanos

Al final de la mañana, después de patear bien toda la ciudad, fuimos a dar a la Strada Cetatii, que recorre un buen tramo de muralla, junto a un parque. Allí, en plena calle, a la sombra de una de las tres torres que siguen en pie, la Turnul Dulgherilor (Torre de los Carpinteros) tenían un buen tinglado montado. Al principio pensé en la típica escénita para atraer turistas, con su vestimenta de época y todo. Pero enseguida me pareció que estaban trabajando en serio y me faltó tiempo para preguntar al herrero. 

Strada Cetatii, con la Torre de los Carpinteros

Me contaron que pertenecían a una asociación que intenta recuperar los oficios tradicionales al tiempo que restauran edificaciones. Quieren ser los herederos de los gremios de artesanos que construyeron tantas ciudades europeas. Nada de máquinas, sólo escuadra, regla y compás. Aunque yo pensé que algún tutoríal de YouTube mirarán alguna vez, aunque sea de reojo.


En la Plaza Huet, en el mismo centro, tienen su sede, la Casa Calfelor. Tiene nombre de medicamento, por ejemplo de calcio para los huesos, pero no, es algo muy serio. La casa se utilizó como alojamiento para los aprendices viajeros durante varios siglos. Ahora, además de la sede de la asociación, es una especie de residencia donde pueden alojarse los artesanos que acuden voluntarios a trabajar y a aprender como se hacían las casas en la Edad Media. 

Casa Calfelor, en Plaza Huet, Sibiu
Casa Calfelor, la Casa de los Artesanos
No cobran nada, reciben a cambio comida y cama y supongo que la increíble experiencia de convivir con gente de distintos países. Y para meterse más aún en su papel, llevan unas ropas de aquella época de lo mas monina, con su sombrerito y todo!!


Así que, si te interesa aprender el oficio de la construcción artesanal, acude a Sibiu que te acogen con los brazos abiertos. Rumanía entera te acoge.

Badajoz, marzo de 2018



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viernes, 3 de junio de 2016

Los rumanos van por delante del Banco de Inglaterra



Acabo de leer que el Banco de Inglaterra quiere decir adiós a los billetes de papel. Va a sacar un nuevo billete de 5 libras el próximo  septiembre (2016). Le llaman el New Fiver, tendrá impresa la cara de Sir Winston Churchill y será de plástico (bueno, exactamente un polímero). 



Los de diez libras tendrán que esperar al 2017 y será Jane Austen, la de Orgullo y prejuicio, quien presida el billete. No sé si será para conmemorar el bicentenario de su muerte o debido a una petición de change.org que consiguió 35.000 firmas para la chica.

De cualquier manera, Jane Austen ha desbancado a Charles Darwin que viene presidiendo los “£10 notes” desde el año 2000. No era mal tipo, este Darwin, que nos enseñó un montón de cosas, pero era hora de dar entrada a una chica.


Dicen que estos billetes de plástico duran más, son más higiénicos y difíciles de falsificar. Han preparado hasta un vídeo promocional y todo:





Pero lo que yo quería contar era que en Rumanía tienen ya este tipo de billetes desde hace tiempo. Pude comprobarlo el verano pasado (2015) y como me llamó mucho la atención escribí entonces una tontuna en este blog al respecto. Lo titulé “Los billetes de leu rumanos son muy moninos”. Y es que lo son. 


Lo dicho, la Banca Naţională a României le ha echado la pata a todo un Bank of England ;-)

billetes de 10 lei rumano
Los billetes de plástico de Rumanía son muy higiénicos























martes, 19 de enero de 2016

Bran, el castillo de Drácula sin Drácula.

¿Transilvania sin Drácula? Pues si, eso es (o casi). Y me ha llamado mucho la atención. Cuando estaba preparando nuestro viaje a Rumanía era obligado repasar la novela de Bram Stoker. Ya sabíamos que Stoker no había pisado Transilvania en su vida y que la información que necesitó para escribir su libro la obtuvo de la biblioteca del Museo Británico. Pero siempre que hablas de Transilvania, se te viene a la cabeza Drácula y al revés. ¡Pues…  no señor! 
Ilustraciones de Fernando Vicente para la edición de Drácula de Reino de Cordelia (2015)
Anduvimos correteando un montón de sitios esperando ser atacados a diestro y siniestro por el señor conde y nos llevamos la gran sorpresa. La referencia histórica, la persona que da origen a nuestro personaje es Vlad Tepes (Vlad el Empalador), un rey guerrero valaco, un poco bruto, pues  tenía la fea costumbre de empalar a los turcos que de cuando en cuando asomaban la nariz por sus territorios. Bueno, y a todo maleante que se le ponía por delante. Hemos encontrado un gran respeto hacia Vlad Tepes y al mismo tiempo, no hemos visto que se explote comercialmente la figura de Drácula, para nada aprovechan el tirón vampiresco.
















Los dos lugares de referencia draculina eran la Fortaleza Poenari y el Castillo de Bran.
A la Fortaleza Poenari la llaman en las guías el “verdadero “ castillo de Drácula. Tuvo que ser de aúpa en sus buenos tiempos porque está situado en un lugar estratégico y a una altura de mil diablos. Pero hoy en día son cuatro paredes y tres piedras lo te encuentras después de subir la friolera de 1480 peldaños por una escalera de piedra que da vueltas y mas vueltas a la montaña.  Es un poco chasco cuando llegas, pero el paisaje que se ve es impresionante y merece la pena hacerte un poco polvo las rodillas. Y con los muñequitos empalaos que tienen a modo de atrezzo y la guillotina te haces un poco a la idea de lo brutito que era este señor.

Rio Arges desde la fortaleza Poenari
Subida de 1480 peldaños
Los empalados de la Fortaleza Poenari














Todo lo contrario es el Castillo de Bran, que parece mas bien un castillo de cuento de hadas. Ya lo advierten con carteles en la taquilla, que no vamos a encontrar nada de Dracula en este castillo. Y es verdad, parece como si hicieran un esfuerzo para que Dracula no aparezca, ni tan siquiera que te lo imagines. El castillo tiene unas salas bien moninas y unos patios adornados con plantas de lo mas primorosas. 
Eso si, aparece el árbol genealógico y el retrato de Vlad Tepes, el auténtico rey valaco (contra la historia no pueden luchar). A mi me resultó un lugar encantador donde no me importaría pasar unas vacaciones tranquilamente. Aunque a razón de los cientos de turistas que andariqueábamos por los salones, no deben ser unas vacaciones muy tranquilas.


En fin, que creí que iba a salir hartita de Drácula en este viaje y han sido de lo mas discreto. La verdad es que se agradece.


Brasov (Rumanía), Julio 2015
Árbol genealógico de Vlad Tepes
Castillo de Bran
Retrato de Vlad Tepes (Vlad el Empalador)

Patios primorosos del castillo de Bran













Patios primorosos del castillo de Bran



domingo, 23 de agosto de 2015

BookCrossing en Bucarest,

BookCrossing en Bucarest, 21 de julio de 2015



Primera misión rumana cumplida. Nada más llegar a Bucarest eché mi libro de BookCrossing a la mochila y con toda la puntería del mundo nos topamos enseguida con la librería donde había pensado dejarlo. 

No nos defraudó. La "Carturesti Carusel" es impresionantemente bonita. Estos rumanos deben ser muy amantes de la lectura porque tienen unas librerías muy cuidadas y las encuentras con frecuencia por la ciudad. 

Y a lo que iba, en la cafetería del Carrusel, en un rincón muy apañado dejé mi libro viajero. ¡Buen viaje, "Malamemoria"! Y ya contaré si ha viajado mucho.

Librería Carturesti Carrusel




jueves, 20 de agosto de 2015

La Transfagarasan, una ruta entre las nubes

La Transfagarasan, una ruta entre las nubes

RUMANÍA, 20 de julio de 2015

Hoy hemos recorrido la Transfagarasan. Es una de las mejores carreteras del mundo, según "Top Gear", un programa de la tele británica; una carretera que se abre unos pocos meses al año y que es todo un reto para los conductores amantes de las curvas. Y además, yo añado que es espectacular, tanto que a veces se te encoge el alma.

Llevábamos un conductor de primera en la furgo, así que íbamos tranquilos y relajados, haciendo fotos y disfrutando del paisaje más increíble. 



Transfagarasan, un reto para los amantes de las curvas


La hemos recorrido de sur a norte, desde la Ciudadela Poenari, donde la fortaleza de Vlad el Empalador, inspirador del Drácula de Stocker. Era ultima hora de la tarde, así que ver el sol bajar a través de los árboles ha sido todo un espectáculo. El laberinto recorre un lago, un glaciar, bosques cerrados de abetos, cascadas, un nevero y un agobiante túnel sin iluminación. Y en la cima, de monte pelado, la carretera era un gigantesco Scalextric que sobrecoge.

Transfagarasan, Rumanía


Esta carretera fue un proyecto del Ceaucescu de los años setenta, como respuesta a la invasión de Checoslovaquia por la Unión Soviética. La carretera serviría para proteger las fronteras del país ante una incursión similar. Tambien sirvió como cementerio a los numerosos trabajafores muertos en su construcción. Los lugareños la llamaron la locura de Ceaucescu



Transfagarasan, desde la ciudadela Poienari








domingo, 16 de agosto de 2015

Los billetes de leu rumanos son muy moninos

Los billetes de lei rumanos son bonitos y muy higiénicos.


Dan la sensación de haber sido hechos hace un rato. Son brillantes y están muy limpitos. Y es que no son de papel, son de un polímero, vamos, que son de plástico. 

Parece que el gobierno rumano apostó hace años por este material y poco a poco lo ha ido incorporando a todos sus billetes, porque por lo visto son, además, más seguros. En efecto, tienen un escudo sin tinta por lo que son transparentes y difícil de falsificar. Estos billetes tan moninos me gustan.



martes, 28 de julio de 2015

Comer en Rumanía. Otra razón para el viaje


Hemos comido muy bien en Rumanía, y muy barato. Hemos probado de todo y en todo tipo de sitios, desde los restaurantes que recomiendan en las guías de viaje hasta el picnic en el parque con los productos locales.

La pena ha sido que hacía mucho calor y con lo sopera que yo soy no me he atrevido a probar las Ciorbas, esas sopas rumanas que tienen tanta fama.

Si tengo que elegir, me quedo con el Sarmale, los Mici y la Mamaliga. El Sarmale recuerda a la comida turca; son unos pequeños rollos de carne picada con cebolla, envueltos en hojas de col en salmuera. Muy rico.

Sermala

Los Mici son rollos de carne con ajo y especias que se hacen a la parrilla. Y la Mamaliga es una especie de gachas de maíz (de ahí su color amarillento) y que se parece a la polenta italiana. La ponen acompañando a cualquier plato. 

Ursus negra
La cerveza local es normalita, hemos probado la Ciucs y la Ursus. Lo más curioso con la cerveza es la "litrona" que tienen de dos litros y medio. No lo habíamos visto nunca y por 5 lei (1,25 €) te puedes hasta lavar los pies con cerveza. Sin embargo, el vino es muy bueno y a muy buen precio. 

La "litrona" de 2,5 litros
No nos hemos atrevido con la Tiuca, un licor de ciruelas que debe ser una bomba. Y con el calor lo más apetecible han sido unas limonadas con menta que sirven en unas jarras de cristal bien monas.

Pues eso, que viajar a Rumanía es altamente recomendable.


Restaurante Sergiana
Restaurante Sergiana en Brasov

Vinatería en Brasov
Hemos visto muchas vinaterías, bien bonitas


Pilar Otano Cabo
julio de 2015

sábado, 18 de julio de 2015

El Pasaje Macca-Vilacrosse, rincón francés en Bucarest


Pasajul Macca-Vilacrosse


El Pasaje Macca-Vilacrosse, rincón francés en Bucarest

Un rincón que me ha gustado mucho en Bucarest ha sido el Pasajul Macca-Vilacrosse. Es un pasaje con forma de herradura al estilo de los antiguos pasajes comerciales cubiertos de París. 

Durante la segunda mitad del siglo XIX, arquitectos franceses se encargaron de diseñar numerosos edificios públicos, como el Arco del Triunfo, trayendo a Bucarest las corrientes arquitectónicas francesas.

Nuestro Pasajul fue construido en 1891. Une Calea Victori, una de las calles principales, con la  bulliciosa calle Lipscani y tiene una preciosa cubierta de hierro con vidrieras de color verde y amarillo que da al lugar un aire de lo mas acogedor.

Hoy está lleno de cafés con sillones en la puerta donde la gente fuma las pipas de agua y de restaurantes de comida rumana, con camareras en la puerta al asalto del turista. Esa costumbre se ha hecho universal con el turisteo.

Pasajul Macca-Vilacrosse