martes, 27 de agosto de 2019

Tarantino y mis libros

Érase una vez  en … Hollywood, Tess y Thomas Hardy

Una peli me  lleva a otra y a un libro…


Como mi amigo Alejandro Pachón, yo también «me he dado un gran baño esta temporada. Una larga inmersión en una piscina de bolas de colores. Un líquido y fresco viaje en el tiempo gracias a la obra maestra de Tarantino». No hay palabras más certeras para la peli de este verano, Érase una vez en… Hollywood. Fue capaz de hacerme sentir casi como a mis quince años de 1969… Allí estaban todos y allí estaba todo; todo lo que nos hizo vibrar aquel año en el que pasaron muchas cosas…



Pero lo que quiero contar es que Quentin Tarantino siempre me pone tareas. Ya sabía que suele haber algún libro en sus pelis, lo cual me pierde, he de reconocerlo. Lo había comprobado en Pulp Fiction cuando John Travolta / Vincent Vega leía una novelita, Modesty Blaise, sentado en un retrete… y rápidamente me lancé en su búsqueda y lectura. Así que ayer, cuando fuimos al cine a ver Érase una vez en… Hollywood, iba con  la escopeta cargada y cien ojos dispuestos a encontrar el libro. Y… voilà, no me decepcionó. 


Tráiler con la música de Los Bravos

La presencia de Sharon Tate/Margot Robbie recorre la peli de arriba a abajo, llenando completamente la pantalla. Y fue ella quien me hizo el regalo lector. Hay una escena en la que Sharon entra en una librería buscando un ejemplar de Tess de los d’Urberville, una novela de Thomas Hardy de 1891 para regalárselo a su marido, Roman Polanski. La escena no tiene desperdicio porque al entrar toma en sus manos un busto de un halcón, como la figura de El halcón maltés, de John Houston…





Pero a lo iba, al libro. Como este chico no da puntada sin hilo, resulta que en la vida real Sharon Tate había regalado ese libro a su marido poco antes de ser asesinada. Y la historia ambientada en la Inglaterra victoriana fue llevada al cine por Polanski diez años después, en 1979, dedicándola a  su mujer. 

Tess, la peli, con Natassja Kinski, tuvo tres oscars y reproduce bastante fielmente la historia de la novela:  
Inglaterra, finales del siglo XIX. El pastor de Marlott revela a John Durbeyfield que su nombre es una deformación de d’Urberville. John ya no soporta su triste condición y decide enviar a su hija Tess, una joven y bella campesina, a la casa solariega de Trantige, donde vive la familia d’Urberville para reclamar trabajo, utilizando este lazo de parentesco.



Había leído Tess de los d’Urberville hace demasiado tiempo, así que aquí estoy, dispuesta a leerla de nuevo. Después veré la peli, que ya he comprobado que está en Filmin. Y más tareas aún, Érase una vez en… Hollywood hay que verla más veces, masticarla bien y encontrar tantos guiños como tiene. 

Porque, como dice Pachón, «la película me ha devuelto a un pasado pop que me ha hecho rejuvenecer y sentirme mejor con mi biografía».





Pilar Otano Cabo
Badajoz (España) 
Agosto de 2019









sábado, 24 de agosto de 2019

La tristeza de Olga Picasso



No piensen en Caixa Forum Madrid que “hice la pirula” a los vigilantes de la exposición. No, ¡qué va! La foto de Olga leyendo la hice en Burdeos hace tres años, en el Museo de Bellas Artes. Allí permitían hacer fotos, aquí en la exposición Olga Picasso, no.

Olga leyendo, Picasso (1930)
Musée des Beaux-Artrs de Bordeaux

Y siempre me asalta la duda cuando me encuentro en esta situación. Quienes defienden la prohibición de hacer fotografías en los museos argumentan que la visita es mas relajada sin gente que se plante de espaldas al cuadro para fotografiarse. No les falta razón y podría ser válido el razonamiento para esos museos multitudinarios donde la acumulación de personas impide ver las obras con tranquilidad.

Pero la gente suele ser respetuosa, o al menos esa es nuestra experiencia en los lugares donde no existe tal prohibición. Le encuentro ventajas porque a mí me permite recordar el momento con más claridad y comentarlo y disfrutarlo mucho tiempo después. Además, no voy fotografiando todo, sin ton ni son, sino solo aquello que me llama poderosamente la atención. Sí, ya sé que en las webs y en las redes sociales de los museos están algunas obras fotografiadas, pero a veces a mí me interesa algún pequeño detalle que no han colgado.

 Olga Khoklova, en Caixa Forum Madrid


Como esa Olga leyendo que ayer pudimos ver en Madrid, arropada por toda una excelente selección de obras de Pablo Picasso. Olga Khokhlova era el motivo central y todo un mundo a su alrededor, como la maternidad y su hijo Paulo; se aprecia la melancolía en la actitud pensativa de muchas obras. Es muy interesante la colección de fotografías, cartas y objetos que han aparecido en un baúl que perteneció a Olga y que también se puede ver en la exposición. Baúl, por cierto, igualito que el que usaba mi abuela para sus viajes.


Y si el fin de la prohibición era que cayera en la trampa de pasar por caja en la tienda, me acuso de haber picado como una pardilla. Aunque sólo compré una discreta postalita de “Retrato de Olga en un sillón”  para mi pared de los viajes. 


Olga Picasso en mi pared viajera
Mi pared viajera



El tema da para más, los derechos de autor y todo eso… ¿Discutible? ¡Pues también! Tengo que añadir que tampoco uso palo de selfie, ni flash, que eso sí que molesta y es peligroso, sólo hago fotos mi teléfono... 

De todas formas, agradecida por la interesante exposición. Muy recomendable. 

PILAR OTANO CABO
Badajoz, 23 de septiembre de 2019





viernes, 9 de agosto de 2019

Se cambian bombas por cámaras


Juego de Tronos: La reconversión de Irlanda del Norte
El turismo seriéfilo


'Glass of Thrones', en  Belfast
'Glass of Thrones', en  Belfast
Campaña con vidrieras de las familias de la serie

El turismo en Irlanda del Norte, y en Belfast en particular, ha tenido sus luces y sombras. La cortina del terrorismo había ensombrecido este destino turístico, que durante los 30 años de conflicto (The Troubles, ¡vaya eufemismo!) había carecido de inversiones y estaba en sus horas bajas.  La imagen de Belfast bajo las bombas y las balas echaba para atrás a más de uno. Los acuerdos de los años 90 trajeron cierta estabilidad y recondujeron el turismo hacia los lugares del conflicto: el muro de la paz, los murales paramilitares o los taxis negros que hacen el tour por los lugares del conflicto. 


Game of Thrones The touring Exhibition
Game of Thrones
The Touring Exhibition

Después vino la apuesta de la ciudad por el cambio, fomentando la parte literaria y artística, las tradiciones, las rutas de senderismo o los festivales de música. Había que olvidar las bombas y los pasamontañas. Hasta que llegó Juego de Tronos y dio el último gran empujón al turismo de Irlanda del Norte. Ahora son mas los turistas que llegan preguntando por las localizaciones de la serie que por los murales. 


Belfast Taxi Tours-Taxitrax

Belfast Taxi Tours-Taxitrax


Las grúas amarillas de Harland and Wolff (H&W), la naviera que construyó el Titanic y sus otros hermanos menos conocidos, te saludan nada más entrar en Belfast. Ya no se construyen barcos allí, y la empresa está a punto de cerrar, pero la zona acoge novedosas actividades como el sorprendente museo, el Titanic Belfast, y los estudios cinematográficos que han hecho cambiar las bombas por las cámaras.

Titanic Belfast en el Titanic Quarter
Titanic Belfast
La historia de Belfast en el s. XIX y del RMS Titanic 

El gigante HBO ha montado aquí el tinglado que ha revolucionado las series de televisión. Los Titanic Studios y HBO han transformado la idea de muchos sobre este país, convirtiéndolo en un destino de turismo audiovisual. Juego de Tronos ha puesto a Belfast en el top de los buscadores de vuelos y alojamiento en todo el mundo. Ha creado cientos de puestos de trabajo y ha traído mucho dinero a la ciudad: además de puestos de trabajo en hoteles o restaurantes, han surgido las agencias de contratación de extras, la formación en técnicas audiovisuales, la confección de vestuario. Numerosos oficios se han visto involucrados en el rodaje.  

Vestuario de la serie en Game of Thrones

Pudimos ver en nuestra escapada a Irlanda de julio de 2019 una exposición con el vestuario, atrezzo y artefactos utilizados en el rodaje, Game of Thrones: The Turing Exhibition. Y sentarnos en el super trono de hierro y otras tontunas mas. Los escenarios del rodaje de la serie forman todo un entramado turístico: la Calzada del Gigante, los bosque y las ruinas de castillos… Todo el Condado de Antrim está salpicado de localizaciones a descubrir. Hay una App para el móvil que te lleva a los sitios (GoTFL, Games of Thrones Filming Locations) y extras de la serie hacen de guías en numerosos tours. 



La exposición termina en septiembre, pero el próximo año, para la primavera de 2020, HBO está preparando un Game of Thrones Studio Tour, un recorrido interactivo por los estudios reales. Eso sí que va a merecer la pena para los locos por la serie, porque a todo esto he de decir que ¡no he visto ni un sólo capítulo de Juego de Tronos!! Un bicho raro, pues sí. Pero he ido de acompañante de un gran seguidor y he disfrutado de los paisajes y los lugares.



App con los lugares del rodaje

En fin, que la infraestructura y la publicidad ya están hechas, así que el futuro de este Hollywood europeo está asegurado. Con Brexit duro o blando, Irlanda del Norte ya figura en el mapa de la producción cinematográfica. 
Winter is leaving…

Pilar Otano Cabo
Badajoz (España) 
Agosto 2019





martes, 6 de agosto de 2019

Mi ADN en Dublin


…en el Arca de las Imperfecciones

El Trinity College, la mas antigua universidad de Irlanda, además de acoger la joya que es el Libro de Kells, a miles de estudiantes y actividades sin cuento, tiene un museo de la ciencia, la Science Gallery. No es el único, hay otros en Dublín. Los museos de ciencias son una apuesta lúdica, cultural y de aprendizaje que encontramos en numerosas ciudades.


Trinity College Science Gallery Dublin

La Science Gallery Dublin es pequeño, pero bastante peculiar. Forma parte de una red de centros, Science Gallery International, en la que distintas universidades pretenden fomentar la creatividad en el gran público, al tiempo que nos hacer descubrir la conexión entre ciencia y arte. De hecho, su intención es reunir ciencia, arte, tecnología y diseño para enganchar al personal más joven.


Why do you humans strive for perfection?
Explorando la búsqueda de la perfección

Artistas, científicos e investigadores colaboran en las exposiciones, que suelen ser temporales y circulan por las universidades que están vinculadas al proyecto. La de Dublín, la de la Trinity, fue la fundadora de esta historia y ahí es donde yo he dejado my ADN…

Ilustración de Eoin Ryan para Perfection

He dicho arte y ciencia, pero también la filosofía tiene mucho que decir en todo esto. El Arca de las Imperfecciones tiene un poco de todo. El planteamiento es el siguiente:

Imagina que llega un día en que el ser humano logre la perfección. ¡Qué aburrido! Pero ¿y si en ese momento quieres recuperar algún defectito que echas de menos? Una de esas imperfecciones que te daban vidilla… Pues para eso está este Arca de las Imperfecciones


¿En que consiste?

Ark of Imperfection

Es como el arca de Noé, parece el esqueleto de una ballena, una serie de piezas de madera ensambladas a modo de armazón. Cada una de las cincuenta y cinco piezas tiene unos orificios donde introduces un bastoncillo de algodón previamente impregnado de tu saliva (tipo CSI, vamos). Para completar todo este circo, escribes en una tarjeta ese defectillo a recuperar en ese futuro un tanto incierto (aunque antes alguien va a cotillear lo que hemos escrito, eso seguro…). 

55 piezas forman este Ark of Imperfection


Ark of Imperfection
La oficina de recuperación de defectillos


Es un proyecto de Mauricio Toscano, investigador de la Universidad de Melbourne, Australia, y de aquí irá rulando por los demás centros del proyecto. En fin, una tontuna, pero no deja de ser divertido y te hace pensar. Había otro montón de actividades, sobre Inteligencia Artificial, un espejo biométrico la mar de divertido y no sé cuantas cosas más y numeroso público de todas las edades. Una prueba más de lo interesantes que son los museos de la ciencia y de la buena acogida que tienen.



Biometric Mirror
Lucy McRae & Niels Wouters, Australia


Confío en que el Museo de la Ciencia y la Tecnología de Badajoz pueda ser realidad muy pronto, porque molaría. 

Museo de la Ciencia y la Tecnología de Badajoz
Museo de la Ciencia y la Tecnología de Badajoz


Pilar Otano
Badajoz, agosto de 2019


Las tres primeras fotografías pertenecen a @SciGalleryDub. El resto son mías.

viernes, 2 de agosto de 2019

Historia de una ballena blanca


“Si. Se cuentan muchas historias en el Sur del Mundo”
Historia de una ballena blanca 
Luis Sepúlveda


Luis Sepúlveda, Historia de una ballena blanca. Una novela para jóvenes de 8 a 88 años

Ayer, 1 de agosto de 2019, se cumplieron 200 años del nacimiento de Herman Melville, el de Moby Dick. Nos lo contaron por todos sitios, hasta Google puso una ballena blanca en su Doodle.



Tanto arponazo mediático me ha llevado a otra lectura, a una de mis compras en la última Feria del Libro de Badajoz, Historia de una ballena blanca, del chileno Luis Sepúlveda. Sigo a este autor desde hace mucho tiempo y me fascina. Sus historias han acompañado nuestros viajes a Chile, al fin del mundo de la Patagonia, a la isla de Chiloé, o a las historias de la dictadura.

Porque Luis Sepúlveda, una de las numerosas víctimas de la dictadura de Pinochet, ha sido un militante luchador, denunciando la violación de los derechos humanos y defendiendo el medio ambiente y las especies amenazadas. Su Ismael de Mundo del fin del mundo ya nos contó historias balleneras y ahora, con su última fábula, Historia de una ballena blanca, una novela para jóvenes de 8 a 88 años (mayo, 2019) vuelve a su narrativa ecologista tan cercana.

Mundo del fin del mundo. Luis Sepúlveda


Este gran contador de historias da la palabra esta vez a la ballena blanca. En este maravilloso cuento, es el cachalote gigante quien nos narra una leyenda mapuche, de los mapuches de la costa, los Lafkenches, la gente del mar. La leyenda de la ballena guardiana y su rito funerario, un rito de tránsito. Las Trempulcahues son cuatro mujeres ancianas, guardianas de las almas de los muertos, encargadas de llevarlos a una isla, la isla de Mocha. La isla de Mocha existe en realidad en Chile, en el Pacífico, a unos pocos kilómetros de Tirúa, en la Región de Bío Bío.

Isla de Mocha.
Grabado tomado de la web pueblosoriginarios.com/

Estas cuatro mujeres ancianas se transforman al caer el sol en ballenas blancas, prestas a realizar su cometido. Nuestra particular “ballena blanca” nos narra sus peripecias, poniendo su especial ojo en la lucha desigual de las ballenas contra los barcos balleneros, mas terrible aún con los modernos sistemas de caza de ballenas que se utiliza hoy en día. Sepúlveda nos habla, así, del respeto y de la responsabilidad de los hombres para con el medio ambiente y para con ciertos animales, como la ballena, al borde de la extinción. 

Como en el Moby Dick de Melville, de quien bebe Sepúlveda sin duda, está presente en esta historia el mito del cachalote que hundió al ballenero Essex frente a la costa chilena en 1820. Pero a mí me gusta mas la leyenda mapuche, porque bajo el aspecto de un simple cuento, Sepúlveda hace plantearnos en serio las catástrofes ecológicas y nos introduce toda una filosofía ética, así, sin despeinarse.

Pilar Otano Cabo
Badajoz, España
2 de agosto de 2019

 Historia de una ballena blanca
Una novela para jóvenes de 8 a 88 años
Ilustraciones de Marta R. Gustems
Tusquets Editores
Colección Andanzas, mayo 2019
96 páginas
12,50€