viernes, 13 de mayo de 2016

De viaje con Andersen... el viajero


A veces, cuando andariqueamos por ahí en nuestros viajes, encontramos gente conocida de nuestra ciudad, incluso nos topamos con algún famoso… Pero es que a Andersen ya me lo he encontrado tres veces y mira que es raro, porque lleva muerto un montonazo de años. Pero claro, no lo es tanto porque Hans Christian Andersen (1805-1985) además de autor de un sinfín de cuentos de hadas era un viajero empedernido. 


Andersen en Plaza Hviezdoslavovo de Bratislava
Hans C. Andersen en Bratislava


Lo encontré hace años en Bratislava, una figura en bronce de buen tamaño en la Plaza Hviezdoslavovo, muy bien acompañado por personajes de sus cuentos: los cisnes, el caracol y el rosal, el soldadito de plomo o el emperador desnudo.

Andersen estuvo en Bratislava, que se llamaba entonces Presburgo, en 1841. Volvía de un viaje, financiado por una beca del rey Federico VI de Dinamarca, en el que había recorrido Grecia y Turquía. La vuelta a casa la hizo subiendo por el Danubio. Así fue como recaló en Bratislava. El barco de vapor venía de Pest-Buda dirección Viena. Nos cuenta todo eso en uno de sus muchos libros y diarios de viajes, el titulado “El bazar de un poeta” de 1842:


“Me gusta esta ciudad, es multicolor y está llena de vida” (p.328)


El bazar de un poeta


Nosotros, como él, pero muchos años después, en 2010, también llegamos a Bratislava en barco por el Danubio. Pero nuestro barco no era uno de vapor como el que llevó a Andersen, que por lo visto iba de gente hasta la bandera, el nuestro era un super moderno catamarán de aluminio de alta velocidad de la Twin City Liner. El barco, también llenito de gente, hacía el recorrido en poco más de una hora y es una interesante excursión para pasar un día si estás en Viena.

A Andersen le acompañaba su fama de buen narrador oral y fantástico contador de historias, así que le pidieron que contara algo. Su respuesta:


Me piden que les cuente un cuento. ¿Para qué? Si vuestra ciudad es un cuento” 
La ciudad ha cambiado desde 1841, pero a mí también me pareció mágica y llena de vida.
Años después lo encontramos en su tierra, Copenhague, aquí era fácil. Estaba sentado plácidamente en los jardines del Castillo de Rosenborg. Pero me gustó menos, así subido en ese pedestal…. 

Hans C. Andersen en Copenhague


Y este año he vuelto a tropezar con él en Málaga. Este chico no paraba, decía que Viajar es vivir” y bien que vivió…  Una anécdota de su infancia le llevó a tener una gran devoción por España. Tuvo que esperar a tener 58 años para hacer este viaje y escribió sus impresiones en “Viaje por España. De Málaga dijo:

"En ninguna otra ciudad española he llegado a sentirme tan dichoso y tan a gusto como en Málaga. Un propio modo de vivir, la naturaleza, el mar abierto, todo cuanto para mí es vital e imprescindible lo hallé aquí; y algo todavía más importante: gente amable”. (p. 112)

Y también lo aprecian allí, con esa figura tan cercana que han puesto y que te permite sentarte con él para que te cuente alguna de sus historias. 

Hans C. Andersen en Málaga


Y por último, la nota local. He encontrado un librito que se titula "In Spain and a Visit to Portugal" en el que cuenta como de camino a Portugal hace parada en Badajoz. Aquí no hay estatua, pero ya he visto que hay una en el Central Park, en Nueva York. Así que la pongo en la lista para otro viaje. 



In Spain and a Visit to Portugal. Hans C Andersen
In Spain and a Visit to Portugal, Hans C Andersen
Ejemplar de la Biblioteca de Extremadura


Los fotógrafos han sido Lorenzo J. Blanco  Nieto y Miguel Blanco Otano.


Pilar Otano Cabo
Badajoz (España) 
abril 2016

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