Llegó un mensaje de la Biblioteca Pública de Badajoz al móvil para decirme que ya había llegado el libro que había pedido a la de Cáceres. Cuando fui a recoger “Bibliomanía” de Gustave Flaubert me dijeron que no estaba. Y es que de pequeñín, era imposible verlo entre los tomacos que había en el mostrador.
El librito, de 124 páginas es un poco mayor que mi iPhone y lleva el rimbombante título de Bibliomanía, precedido de La leyenda del librero asesino de Barcelona por R. Miquel i Planas. Es una auténtica monada y en pocas páginas (y pequeñas…) recoge dos versiones de una misma leyenda, además de los prólogos correspondientes.
El argumento de los dos relatos está sacado de un suceso de 1836 aparecido en la “Gazette des Tribunaux”, un periódico de sucesos de París (como nuestro El Caso). Cuenta la historia de un monje de Poblet, que apareció en Barcelona debido al abandono del monasterio (la desamortización de Mendizábal y todo eso…). El tipo en cuestión se dedicó a la compraventa de libros antiguos. Poco tiempo después empezó a tenerse noticia de una serie de crímenes cuyas víctimas eran personas del mundo de las letras. La víctima que ayudó a resolver el caso fue un bibliófilo muy conocido en la ciudad, cuya librería fue incendiada, desapareciendo una Biblia de gran valor. Cuando la policía detuvo al antiguo monje encontró en su poder la dichosa Biblia y el monje resultó ser todo un asesino, digno de la mejor serie de televisión y un incendiario de tomo y lomo.
A lo que vamos, que el joven Flaubert escribió en 1836 una especie de tarea de clase con este argumento y resulto este curioso relato, un cuento fantástico muy interesante donde se nota que Flaubert no había visitado Barcelona en su vida, ni tenía idea de las calles de la ciudad ni de los nombres catalanes.
La otra versión, la de R. Miquel i Planas es la variante catalana del suceso, posterior a la de Flaubert, de 1924, y es una traducción ampliada del texto de Flaubert. Bueno, la amplía y la modifica. Cambia los nombres propios, dando un color mas local; añade pinceladas intelectuales con frases en latín y usa un lenguaje de lo más pintoresco. Lo mejor, las ilustraciones que son muy góticas.
Y me encanta la crítica que hace Flaubert de los bibliófilos, otorgándoles sólo el significado de persona que colecciona libros y no el de la persona que es amante de los libros y de la lectura. Y es que nuestro librero no sabía casi leer y sólo valoraba los libros como objeto físico, el papel, la tinta, los dibujos…. En fin que yo me quedo con la segunda acepción y recomiendo la lectura de este pequeño tesoro que yo desconocía.
Gustave Flaubert
Gustave Flaubert
Bibliomanía
precedido de
La leyenda del librero asesino de Barcelona
por R. Miquel i Planas
Editorial: José J. de Olañeta, Editor
Fecha de la edición: 2011
Lugar de la edición: Palma de Mallorca. España
Colección: Centellas
Encuadernación: Rústica
Medidas: 14 cm
Nº Pág.: 124
Las ilustraciones son del catalán Joan Vila D'Ivori para la versión de Miguel i Planas.