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lunes, 24 de junio de 2019

El primer paseo en Burdeos, los muelles

Una ciudad para el caminante

Últimamente hemos viajado varias veces a Burdeos, con la suerte de contar con Noelia y Miguel como perfectos anfitriones. Ellos nos han enseñado cada rincón de la ciudad y han hecho que la disfrutemos. Ahora me toca compartirlo. 


Burdeos es una ciudad que se mira en su rio, el Garona. Siempre lo ha hecho, pero de otra manera; a mí me gusta más ahora. En los años 80, Burdeos era lugar de paso para nuestras escapadas europeas de camping. Cruzábamos la ciudad a través de una autopista que transcurría entre los hangares del puerto y el casco antiguo. La recuerdo sucia, gris y triste. Los hangares, en desuso desde los años 70, daban a la zona un aspecto de abandono total, pero los trabajos llevados a cabo en los últimos 25 años han dado un vuelco espectacular a esta zona. Ahora, el puerto de Burdeos, el Puerto de la Luna,  tiene siete distintas sedes, en diferentes poblaciones del estuario, cada una acoge un tipo de mercancía distinta; a la ciudad de Burdeos le ha tocado recibir la marea humana de los viajeros de crucero. 

Bordeaux Fête le Fleuve
Bordeaux Fête le Fleuve, 2017


Pues bien, empezaron por desalambrar, como cantaba Daniel Viglietti, quitaron rejas y alambradas y derribaron casi todos los hangares, sustituyéndolos por paseos, arboledas, jardines y grandes espacios a disposición del lugareño y del visitante, a los que animan a caminar. Todo está bien planificado, zonas diferenciadas para dar gusto a todos: para hacer deporte, para que jueguen los niños, praderas para el picnic, carriles bici bien diferenciados de los caminos para que los peatones disfruten del río. Junto a los magníficos edificios remozados y limpitos que dan al puerto, hay amplias aceras para dar cabida a las terrazas de los cafés y restaurantes, zonas de aparcamiento para residentes- que hay que contar con ellos- y sin olvidar el medio de transporte casi perfecto, el silencioso tranvía

Así que no lo dudes, ponte buen calzado y ¡a caminar! El recorrido es de unos 4,5 Km desde la zona deportiva de St. Michel a la Cité du Vin, junto al puente que se levanta para dejar pasar los los enormes cruceros que llegan a la ciudad. Es el Puente Jacques-Chaban_Delmas. No es mala idea averiguar la hora de llegada de uno de ellos (aquí lo encuentras) y esperar con un café crème en una terracita del Quai des Marques, un outlet de marcas. Como toda terraza de café, tiene su punto flâneur, pues no paran de pasar caminantes, ciclistas, gente como tú que espera ver subir el puente o familias que van al Cap Sciences, el Museo Interactivo de la Ciencia que está al ladito. No nos perdemos ninguno de estos museos. ¡Lo que aprendo con ellos!!

Puente Jacques-Chaban-Delmas, sobre el río Garona. Burdeos
Puente Jacques-Chaban-Delmas, sobre el río Garona


LA CITÉ DU VIN

Mi propuesta es ir desde el centro en tranvía (Tram B) hasta la zona de la Cité du Vin y volver caminando. Así se hace uno a la idea de lo que va a encontrar. La Cité du Vin es una edificación nueva, del 2016, que quiere ser un símbolo del carácter vinícola de la zona. Tiene forma de decantador, muy propio, y está construido sobre cuatrocientos pilares de hormigón para salvar la humedad. Me gusta este museo, por diferente y original. Por fuera cambia de color dependiendo del día que haga y por dentro es una lección sobre el vino de lo más interesante. Desde el restaurante panorámico de la décima planta las vistas de la ciudad son espectaculares. La bodega, claro, es enorme y puedes comprar vinos de cualquier país del mundo, probarlos o sentarte en su sala de lectura a hojear cualquiera de sus libros temáticos. Siempre tienen alguna exposición temporal. A nosotros nos tocó disfrutar una excepcional: Bistrot! de Baudelaire à Picasso.

La Cité du vin à Bordeaux. France
La cité du vin

LE MARCHÉ DES QUAIS DE BORDEAUX CHARTRONS

Siguiendo el paseo del río, y si es un domingo a la mañana, podrás visitar este mercado al aire libre junto al río, le Marché des Chartrons. Frutas, verduras, dulces…  y tomar el aperitivo a base de ostras de la cercana Bahía de Arcachon con su vinito blanco correspondiente.




LA EXPLANADA DE QUINCONCES

A continuación está la  enorme plaza rodeada de una gran arboleda, la Place des Quinconces. Es más bien una explanada dispuesta a acoger eventos mil. Desde alguna feria de lo que sea, hasta conciertos como al que pudimos asistir en 2017, de James Blunt, el de "You’re beautiful”, previo picnic sobre la hierba junto al río.


Perfecto picnic francés,
con su mantelito a cuadros y todo...


Al fondo está el Monumento a los Girondinos y enseguida, a unos pocos pasos, el centro de la ciudad, la Place de la Comédie, donde está el  Grand Théâtre.

Place des Quinconces con el  Monumento a los Girondinos
Place des Quinconces con el
Monumento a los Girondinos

EL ESPEJO DEL AGUA

Pero no dejes la orilla del río hasta haber disfrutado del Espejo del agua, en la Plaza de la Bolsa. Una inmensa placa de granito crea un ambiente mágico: un mecanismo permite combinar agua y bruma con distintos efectos que hacen que lo pasen genial chicos y grandes, al tiempo que puedes refrescarte los pies. Una superficie de unos dos centímetros de agua crean la sensación de espejo que le da nombre. Aquí hay foto segura…

El espejo del agua. Burdeos
Le miroir de l'eau, frente a la Plaza de la Bolsa


Por el camino también encontrarás el Museo de Arte Contemporáneo, las pistas deportivas (Quai des sports), el Pont de Pierre, la Puerta de Cailhau… Y seguro que también encontrarás algún festival que otro: en el río, en cualquier calle o plaza, en Quinconces…, que más da. Burdeos vive el buen tiempo a conciencia. 

Pont de Pierre, sobre el rio Garona en Burdeos
Napoleón mandó construir el
 Puente de Piedra (Pont de Pierre),1822
Quai des Sports, Burdeos
Quai des Sports



¡Merece la pena esta ciudad!


Pilar Otano Cabo
Badajoz, España. junio de 2019



domingo, 5 de agosto de 2018

Arte contemporáneo y patrimonio en Carcassonne

De la herejía de los cátaros y la Inquisición al juego de mis nietos.

La ciudadela de Carcassonne es una de las más impresionantes que hemos visto. Tanto es que hacen falta varias horas para recorrerla y disfrutarla. 

Mil años de arquitectura militar andan detrás de esta ciudadela que ha sido testigo de la historia de Francia: la herejía de los cátaros con su toque de misterio, la Inquisición, reyes, Papas, ... Hasta que la fortificación dejó de ser necesaria al cesar el peligro y fue abandonada en manos de los lugareños que usaron las piedras para construir sus casas al otro lado del río. 

A punto de desaparecer en el siglo XIX, se comenzó  un trabajo gigantesco de reconstrucción. El arquitecto Viollet-le-Duc lo llevó a cabo consiguiendo que ahora podamos viajar a la Edad Media recorriendo sus torres y barbacanas, sus murallas, sus fosos y sus trampas... También pasaba en aquella época, durante la rehabilitación tuvieron que luchar contra los que no admitían que se añadieran elementos nuevos porque al parecer no encajaban. Monsieur Viollet-le-Duc se puso pesado hasta conseguir la maravilla que al menos a nosotros nos ha parecido.

Todas esas torres me recordaron el juego de mesa que les encanta a mis nietos y que a sus abuelos también les gusta jugar: el Carcassonne Junior. Allí lo llaman Mon Premier Carcassonne. Recorriendo las murallas y sus torres era como si estuviéramos jugando en un gran tablero real.



Carcassonne Junior. Juego de mesa desde los 4 años.
Carcassonne Junior. Juego de mesa a partir de 4 años.


Nos gustó además la decoración, tipo “maillot jaune” del Tour de France, de lo más a propósito porque  la ciudad había sido el día anterior el lugar de partida de una de las etapas del Tour. 


IN SITU. Patrimonio y arte contemporáneo
IN SITU 2018. Bandas de aluminio adhesivo.
IN SITU 2018: Association LE PASSE MURAILLE
patrimoineetartcontemporain.com

Nos sorprendió las cintas adhesivas de aluminio amarillo que veíamos a lo lejos, desde que comenzamos a cruzar el puente sobre el río Aude que nos acercaba a la cuidad fortificada. Eran trazos enormes de color amarillo, colocados aquí y allá en las paredes de la fortaleza sin un orden aparente. No alcanzamos a comprender de qué iba todo aquello hasta llegar a un punto específico de la salida por la Porte d’Aude, desde el que todo encajaba y resultaba ser una maravilla a la que la foto de mi móvil no hace justicia.


Cercles concentriques excentriques de Felice Varini
Cercles concentriques excentriques de Felice Varini 

La ciudad ha querido hacer con esto un guiño a los visitantes para conmemorar el 20° aniversario de la inclusión de la ciudadela de Carcassonne en el grupo de ciudades  Patrimonio Mundial de la UNESCO

Esta increíble formación geométrica es obra de Felice Varini, artista suizo, experto en trampantojo y en la intervención en grandes espacios. Organizado por la Association LE PASSE MURAILLE, estará expuesta hasta el 30 de septiembre de este año, 2018.


Felice Varini, artista suizo,
Felice Varini, experto en trampantojos.

Esto se puede hacer en ciudades como Carcassonne, porque Viollet-le-Duc había sentado precedente  ¿Qué pensarían algunos en Badajoz de algo así en nuestras murallas y en nuestra Alcazaba? No sé.... 


Pilar Otano Cabo
Carcassonne, Francia, julio de 2018

12 artistas intervienen en el patrimonio de la región de Occitania
IN SITU 2018: 12 artistas intervienen en el patrimonio de la región de Occitania

jueves, 4 de enero de 2018

Un libro en una peli: Diario de un joven médico

Me emociona encontrar algún libro que me ha gustado dentro de otro libro, como me ocurrió con “En la calle” de Miguel Blanco. Y también me gusta encontrar libros en alguna película. Y ese ha sido el caso la otra tarde viendo una peli francesa de 2016, “Un doctor en la campiña” (Médecin de campagne).



El libro que aparece en la película es el “Diario de un joven médico” de Mihail Bulgákov, al que conocí y leí por culpa de “El maestro y Margarita” que fue una de las lecturas (alucinante!!) del viaje a Moscú de hace un par de años. 

En la peli, el médico que trabaja en la campiña francesa regala el libro de Bulgakov a la joven colega que llega para ayudarle cuando le detectan una enfermedad. Viene muy a cuento, sin duda. 

Un doctor en la campiña
Dirección: Thomas Lilti
Reparto:François Cluzet, Marianne Denicourt, Christophe Odent, Patrick Descamps
Duración: 102 min.


Toda la gente de esta pequeña zona rural puede contar con Jean-Pierre (François Cluzet), el médico que les ausculta, les cura y les tranquiliza a cualquier hora del día, durante los siete días de la semana. Enfermo también a su vez, acepta la llegada de la doctora Nathalie (Marianne Denicourt) recién llegada de su trabajo de hospital para que le ayude. Pero, ¿se las arreglará para adaptarse a esta nueva vida y, sobre todo, a conseguir el reto de sustituir a aquel que se creía irremplazable? (Fotogramas)




Recomendables ambos, la peli y el libro. 

martes, 31 de octubre de 2017

El Cementerio de Burdeos

Hace años que heredé de mi padre el oficio de cuidar de los nuestros en el cementerio. Es algo que hago con regularidad y con agrado a lo largo del año. Así que toca ahora, en estos días en los que llega noviembre, arrear los trastos de limpieza y poner flores nuevas.

Me reconozco en Julián Quintanilla y las visitas al Cementerio de San Juan  de Badajoz que nos cuenta en su peli “El mundo entero”. Para mí, resulta reconfortante mantener ese lazo de unión con los que ya no están. 

El mundo entero, con Loles León
"El mundo entero" Julián Quintanilla (2016)


Y cuando viajo también me gusta visitar los cementerios. Son lugares tranquilos que, sin embargo, hablan y nos cuentan historias. No hay nada siniestro en todo esto, no tengo un lado gótico, simplemente eres testigo de la historia. 

Hoy estaba recordando el último que visitamos este año. Fue un poco a la carrera, veníamos de pasar el día en la Duna de Pilat y llegábamos a Burdeos con la hora justa antes de que cerraran el Cementerio de la Chartreuse. Nos veníamos al día siguiente, así que era la única ocasión de visitar la tumba de Flora Tristán a quien conocí en un viaje anterior a Burdeos. Flora Tristán es toda una figura del movimiento feminista y del movimiento obrero de los de verdad, de hace 200 años!! y merece ser recordada y leída.

Eran unos minutos antes de que cerraran, sobre las cinco de la tarde,  con un calor mas propio de Badajoz que de Burdeos y haciendo poco caso (mas bien ninguno) al encargado que nos decía que estaban cerrando, corrimos hasta encontrar la tumba de Florita. Se lo debía.

Tumba de Flora Tristán 

Estábamos lejos de la salida, así que otro trabajador del cementerio se ofreció amablemente (pensé que tenía prisa por cerrar) a llevarnos a la salida, montados en una especie de buggy como los que usan en los campos de golf, o para acarrear turistas. La verdad es que tampoco tendría mucha prisa el señor, porque cuando supo que éramos españoles se empeñó en dar un rodeo y llevarnos a ver el Memorial de Goya. Es un cenotafio, que recuerda su enterramiento original, antes del ajetreo de tumbas que se trajo hasta llegar a la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid, eso si, después de haber perdido la cabeza. ¡Qué cosas!


Cenotafio junto al primer enterramiento de Goya
Cementerio de la Chartreuse, Burdeos

Así que, sí, me gusta visitar los cementerios, me reconforta su silencio. Y sé que somos muchos, porque hasta el Consejo de Europa tiene una “Ruta Europea de los Cementerios” Ahí es ná!!










miércoles, 7 de junio de 2017

Bistrot! de Baudelaire à Picasso

“La barra de un café es el parlamento del pueblo”       Honoré de Balzac


Me gusta mucho Burdeos. Es una ciudad llena de "vida y color", como el nombre de un álbum de cromos que tenía cuando niña. Pero en Burdeos es de verdad, es una ciudad en la que se debe vivir muy bien, hay un montón de sitios que visitar y de cosas que hacer. 

Bistrot! De Baudelaire a Picasso
Exposición en "La Cité du Vin", Burdeos

En otras entradas de este blog voy contando cosas de Burdeos, pero hoy quiero escribir sobre una exposición que hemos visto en “La Cité du Vin”, lugar que no podía faltar en la capital del vino…

“La Cité du Vin” es un edificio muy moderno, en la orilla izquierda del río Garona, junto a un puente impresionante y muy peculiar. Con la forma tan sugerente de un decantador, fue inaugurado hace poco más de un año para dar a conocer el mundo del vino. 

“Bistrot! de Baudelaire à Picasso” es la primera exposición temporal artística en “La Cité du Vin”, donde todo gira en torno a algo tan francés como un Bistrot. Bistrot o café, o estaminet, o troquet, que los franceses tiene un montón de nombres para referirse a los bares.

La exposición es muy oportuna, sobre todo en un momento en que parece que el “bistrot de la esquina” se está convirtiendo en una especie en extinción, dando paso a bares temáticos. No está en la exposición, pero hay un libro muy reciente donde se habla de ello: 

Los bistrot están muy presentes en nuestras cabezas, con su peso histórico y los recuerdos personales de cada cual, recientes o antiguos, o incluso recuerdos de lecturas, también las de ficción. Pero la verdadera fuerza de los bistrot reside en que son tremendamente actuales, y aún siguen estando muy presentes en las calles de París —muy cambiados, claro está, expuestos a los sobresaltos de la historia y de la ciudad, más o menos sumisos a las maneras y a los humores del momento, pero siempre acogedores para quienes la calle sigue siendo un lugar cuajado de aventuras en potencia, para quienes huyen de una casa para toda la vida, de situaciones absolutamente previsibles y de horarios fijos. 

“Elogio del Bistrot”  Marc Augé (Gallo Nero, 2017)

Volviendo a lo nuestro, la exposición contiene más de cien obras. Hay una mezcla de pintura, fotografía, dibujos, grabados, textos literarios, canciones, cine… para ilustrar el papel de los bistrots y los cafés franceses desde finales del siglo XVIII hasta hoy. Es un interesante viaje en el tiempo, donde hay para todos los gustos.


Renato Gattuso, "Il Caffè Greco" (1976)

Nos muestran los bares como lugares de encuentro, de seducción, de inspiración para los artistas, de salón literario … Asistimos a la popularización de los bares, donde los obreros y campesinos también tenían su lugar….

Enseigne du cabaret "Au Lapin Agile"
Enseigne du cabaret "Au Lapin Agile"
Carta de Picasso a Cocteau

Henry Gabriel Ibels, "L'Escaramouche" (1893)


Jean-Émile Laboreur, "Le café-concert de Provence" (1907)

Livre d'Or du "Chat Noir"
Henry Cartier Bresson, "Luigi, a local tramp, ..."  (1952)



Y hay una sección especial dedicada las mujeres en los bares, sobre todo a una mujer sola en un ambiente que ha sido siempre de dominio masculino. Ha sido necesario esperar al comienzo del siglo XX para que pudiera verse a una mujer sola tomando una copa en un café “sin perder su reputación”. 

Gerard Cochet, "Montparnasse, terrasse de café" (1934)

Otto Dix, "Portrait de la journaliste Sylvia von Harden" (1926)

En fin, es una visita muy recomendable para los amantes del arte… y del buen vino.  



La pena es que termina el 21 de junio, así que... On y va! Depêchez-vous!

Burdeos, mayo de 2017

domingo, 15 de enero de 2017

Mozart moribundo, pero muy vivito


Burdeos es una ciudad preciosa. Merece la pena una visita porque tiene montones de lugares interesantes. También es una ciudad atractiva para vivir; es fácilmente abarcable y está llena de vida.

El Museo de Bellas Artes de Burdeos es uno de los atractivos de la ciudad. Y aunque está en el mismo centro, el edificio está rodeado a una jardín bien monino, con unas sillas de hierro de lo más romántico, aunque también son sillas cotillas, que sirven para pasar revista a los paseantes.... Se llama “Le Jardin de la Mairie”, que para eso está a dos pasos del Ayuntamiento.

Le Jardin de la Marie, Bordeaux
Pero a lo que iba, que me distraigo, al “Mozart moribundo”. Si tuviera que elegir una obra del museo, sin dudarlo sería esta. Es una figura en mármol, de un buen tamaño del italiano Rinaldo Carnielo (1853-1910). Quiere representar los últimos momentos de la vida del compositor. Vemos a un hombre joven, reclinado en un sillón, con la cabeza apoyada en un cojín, que parece que está a punto de morir. 

Mozart expirant de Rinaldo Carnielo
"Mozart moribundo" de Rinaldo Carnielo
Me gusta la figura porque conmueve y además, está llena de detalles, como la partitura que tiene en la mano, ¿su “Requiem”? Vendría muy a cuento, porque parece que el chico andaba enredado por entonces componiendo esta obra. Y murió sin terminarla.   

Desde luego, será una tontería, pero para mí que este moribundo está muy vivito. Está lleno de vida... en mármol, en las salas de conciertos y en el salón de mi casa. Pues eso, que me gusta mucho Mozart!!


Mozart sería la obra elegida, pero hay otras obras interesantes en el museo. Me gustó mucho, por ejemplo, un cuadro de Pablo Picasso, Olga leyendo, de 1921. Es un sencillo retrato de su primera mujer, Olga Kokhlova.


Olga leyendo, Pablo Picasso (1921)


Pilar Otano Cabo
Badajoz, enero de 2017