Hay que ver el Salvados de Jordi Évole del día 21 de febrero de 2016 y para completar nuestro malestar hay que ver un documental de 2015, The True Cost. Creo que es necesario.
Los dos son sobre el fenómeno de la 'fast fashion’ y en Salvados explican que "es el sistema empresarial basado en producir ropa barata, que se adapta muy rápidamente a las tendencias y que dura muy poco tiempo en las tiendas” y en lnuestros armarios.
Efectivamente, el negocio de la moda se ha reinventado. Antes había dos temporadas y hoy cada tienda tiene cosas nuevas cada quince días. Compramos demasiada ropa porque es muy barata, pero pagamos el alto precio de contribuir a una nueva forma de esclavitud. Esa esclavitud moderna que hace que sobre todo miles de mujeres y también niños confeccionen nuestra ropa con unos salarios de miseria y en unas condiciones que en absoluto respetan los mínimos derechos de los trabajadores.
Hay que agradecer el periodismo que hacen personas como Jordi Évole. Cada semana nos sorprende con programas con los que contribuye a que tomemos conciencia de nuestra responsabilidad en algunas de las numerosas situaciones injustas con las que convivimos.
El documental "The True Cost" (Andrew Morgan, 2015) nos pregunta también ¿qué mas hay detrás de nuestra ropa? Nos cuenta como el origen de este documental está en una noticia de 2013, cuando se derrumbó un edificio en Bangladesh en el que se trabajaba para una treintena de marcas de ropa occidentales y donde murieron mas de mil personas. Este fue un desastre que podía haberse evitado. El documental resulta, como poco, incómodo, pues combina imágenes de super modelos occidentales con otras de mujeres trabajadoras en esos talleres.
Efectivamente, “The True Cost" va un paso más allá y nos habla del “precio real” de la ropa, porque al precio de una camiseta por la que se paga 3$ hay que añadir otros 5$ por los destrozos medioambientales. Por no hablar del cáncer y de las enfermedades mentales de los trabajadores y las personas que están en contacto con los tintes y las sustancias contaminantes que lleva la ropa. Añadiendo el problema del monopolio de las semillas que tienen ciertas empresas como Monsanto que han llevado a la ruina y al suicidio a numerosos productores de algodón.
Todo ello deja mal sabor de boca y podemos pensar que no es nuestra culpa, que la avaricia y el afán de poder de las grandes empresas son las responsables… pero somos nosotros, los ciudadanos, los que tenemos la última palabra.
María Almazán, la empresaria gallega que trabaja con tejidos sostenibles dice en el programa de Évole que “tiene que haber un equilibrio entre las partes, que no haya una parte del mundo que produzca a morir para que otra parte del mundo consuma a morir”. María pertenece al movimiento que hay en Galicia para confeccionar ropa con materiales ecológicos, libres de pesticidas y herbicidas y garantizando los derechos de los trabajadores. ¡Enhorabuena!
Trailer oficial de The True Cost