sábado, 5 de marzo de 2016

Un drama tras la moda: la moderna esclavitud.





Hay que ver el Salvados de Jordi Évole del día 21 de febrero de 2016 y para completar nuestro malestar hay que ver un documental de 2015, The True Cost. Creo que es necesario. 

Los dos son sobre el fenómeno de la 'fast fashion’ y en  Salvados explican que "es el sistema empresarial basado en producir ropa barata, que se adapta muy rápidamente a las tendencias y que dura muy poco tiempo en las tiendas” y en lnuestros armarios.


Efectivamente, el negocio de la moda se ha reinventado. Antes había dos temporadas y hoy cada tienda tiene cosas nuevas cada quince días. Compramos demasiada ropa porque es muy barata, pero pagamos el alto precio de contribuir a una nueva forma de esclavitud. Esa esclavitud moderna que hace que sobre todo miles de mujeres y también niños confeccionen nuestra ropa con unos salarios de miseria y en unas condiciones que en absoluto respetan los mínimos derechos de los trabajadores.

Hay que agradecer el periodismo que hacen personas como Jordi Évole. Cada semana nos sorprende con programas con los que contribuye a que tomemos conciencia de nuestra responsabilidad en algunas de las numerosas situaciones injustas con las que convivimos. 













El documental "The True Cost" (Andrew Morgan, 2015) nos pregunta también ¿qué mas hay detrás de nuestra ropa?  Nos cuenta como el origen de este documental está en una noticia de 2013, cuando se derrumbó un edificio en Bangladesh en el que se trabajaba para una treintena de marcas de ropa occidentales y donde murieron mas de mil personas. Este fue un desastre que podía haberse evitado. El documental resulta, como poco, incómodo, pues combina imágenes de super modelos occidentales con otras de mujeres trabajadoras en esos talleres. 

Efectivamente, “The True Cost" va un paso más allá y nos habla del “precio real” de la ropa, porque al precio de una camiseta por la que se paga 3$ hay que añadir otros 5$ por los destrozos medioambientales. Por no hablar del cáncer y de las enfermedades mentales de los trabajadores y las personas que están en contacto con los tintes y las sustancias contaminantes que lleva la ropa. Añadiendo el problema del monopolio de las semillas que tienen ciertas empresas como Monsanto que han llevado a la ruina y al suicidio a numerosos productores de algodón.


Todo ello deja mal sabor de boca y podemos pensar que no es nuestra culpa, que la avaricia y el afán de poder de las grandes empresas son las responsables… pero somos nosotros, los ciudadanos, los que  tenemos la última palabra. 


María Almazán, la empresaria gallega que trabaja con tejidos sostenibles dice en el programa de Évole que “tiene que haber un equilibrio entre las partes, que no haya una parte del mundo que produzca a morir para que otra parte del mundo consuma a morir”. María pertenece al movimiento que hay en Galicia para confeccionar ropa con materiales ecológicos, libres de pesticidas y herbicidas y garantizando los derechos de los trabajadores. ¡Enhorabuena!


Trailer oficial de The True Cost






martes, 23 de febrero de 2016

La plaza de la música. Los estragos del amianto


“La plaza de la música” es un documental sobre las consecuencias de la utilización del amianto en la salud de las personas. El documental no es nuevo, es de 2010, pero lo acabo de ver y me ha parecido muy interesante.


Documental de Juanmi y Xabier Gutiérrez en el Festival de San Sebastián 2010


Narra con realismo el drama de sus víctimas. No solo la parte laboral, entrevistando a los trabajadores que enfermaron en las fábricas, también muestra la realidad de los vecinos de las fábricas que han sufrido enfermedades.

El origen del documental está en la historia familiar de su director, Juan Miguel Gutiérrez. Su madre había muerto de cáncer hace 30 años y hace solo unos años descubrieron que fue provocado por haber inhalado el maldito polvo de amianto durante años porque su balcón daba al extractor de una de las fábricas que lo utilizaban en Rentería, justo a seis metros.

Su hermano, Xabier Gutiérrez, del Departamento de Innovación del Restaurante Arzak en San Sebastián, autor de numerosos libros de cocina y últimamente también escritor de novela negra culinaria (noir gastronómico), es el autor del guión de este documental. 

Durante varias décadas numerosas empresas dedicadas al aislamiento térmico en el País Vasco emplearon el amianto. En 2002 se prohibió comercializar y utilizar el amianto, sin embargo hoy en día sigue estando presente en algunas de nuestras casas y calles. 

Lo mas terrible es que también cuenta como a pesar de estar prohibido en EEUU desde 1969, en la actualidad hay minas de amianto en Canadá que siguen extrayendo y exportando el mineral a países del tercer mundo. Es la deslocalización que vemos con frecuencia, como ocurre con la ropa. 


La Plaza de la Música es en la actualidad una bonita plaza de Renteria construída sobre el solar de la fábrica Paisa, desmantelada en 1975 y cuyos extractores cambiaron la vida de muchas familias como la de Xabier y Juanmi. Y es también el documental que sus autores presentaron en el Festival de San Sebastián en 2010 y que tiene distribución libre y gratuita para que sirva como denuncia y  testimonio. 


Plaza de la Música hoy


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domingo, 21 de febrero de 2016

Algunos libros de 2016: El bouquet del miedo


El bouquet del miedo
Xabier Gutiérrez
Destino
enero 2016
414 páginas

Antes de leer “El bouquet del miedo” no conocía a Xavier Gutiérrez. Alguien me habló muy bien de sus dos novelas y me puse en marcha. “El aroma del crimen” y “El bouquet del miedo” son títulos atractivos, les han llamado “noir gastronómico” y me ha encantado ese nombre. Son las dos publicadas hasta ahora de una saga de cuatro novelas. 

Es obvio que al ser una saga habría que empezar por la primera, pero en esos días había escuchado al gran maestro del noir francés Pierre Lemaître hablar acerca de ello. Decía que no importa empezar por cualquier novela de una saga porque él tiene plena confianza en la inteligencia del lector que así tiene que hacer el ejercicio añadido de recomponer la historia. Dándole las gracias y sabiendo de que iba la segunda, me empeñé en empezar por ella. La razón era un poco tontería, pero es que habíamos estado hacía poco en La Guardia (Álava) donde se desarrolla parte de la trama y en unas bodegas de la zona en particular, así que no pude resistirme.


Sinopsis de la editorial: En pleno mes de septiembre, tiempo de vendimia, y a pocos días para  que empiece la recolección de la uva, al subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra le asignan la investigación del asesinato de la enóloga Esperanza Moreno, encargada hasta entonces de la elaboración del vino de las Bodegas Sáenz de la finca Marbil, una de las más prestigiosas haciendas de La Rioja, y productora del apreciado vino VVV. Su cuerpo ha sido hallado sin vida en su piso del barrio antiguo de San Sebastián, en medio de un charco de sangre y con la garganta seccionada. Todo parece indicar que se trata de un crimen pasional, cuando a las pocas horas de encontrar el cadáver, desaparece el novio de la víctima, Roberto, operador de cámara en uno de los programas de televisión de cocina más exitosos del país y dirigido por un afamado cocinero.
El subcomisario Parra tendrá que dilucidar quién puede estar detrás de este crimen, a la vez que la búsqueda del paradero de Roberto se convierte en una carrera contrarreloj para solucionar el caso.

San Sebastián es el escenario principal de estas historias, allí es donde reside y trabaja nuestro subcomisario Parra. Y el autor la conoce muy bien porque él también vive y trabaja allí, en el Restaurante Arzak. Xabier Gutiérrez es bien conocido en el mundo de la cocina (tiene 17 libros publicados). Es un tipo de lo más polifacético y tiene que ser un puntazo.

Y Xabier nos presenta una San Sebastian negra, profunda, que convive con esa otra ciudad tan limpia, tan bonita, tan pastel…. No deja títere con cabeza, es un divertimento en el que caben mil y un guiños. 

Cabe lo gastrónomoico. Se te hace la boca agua con las descripciones de platos que hay, los aromas y sabores recorren muchas de las páginas.  La gastronomía es un personaje más y se nota la mano de alguien que sabe de que está hablando.

Cabe la enología, todos en la novela saben de vinos; en la bodega era lógico, pero la familia del subcomisario Parra también son unos enteraillos. Yo he aprendido una palabra que no conocía, el corquete.


corquete para cortar los racimos

Otra parte de la trama gira en torno a un plató de televisión donde graban programas de cocina y ahí cabe todo un mundo de egos, envidias, traiciones  y ambiciones. ¡¡¡¡Total nada!!!

Y por fin, la bodega en cuestión, un lugar lleno de magia y de secretos que pueden echar al traste todos los éxitos del mejor vino del mundo. 

Señores…, la intriga está servida!!!

Y ahí va el último guiño, el literario. Además de comer y el buen vino, que son dos aficiones que me interesan, aparece en la novela una librería. Y ahí me han vuelto a dar de lleno. Y no es una cualquiera. Es la librería del padre del poli, un señor muy mayor que mantiene abierta su “Libre Ria", que así se llama, desde la posguerra cuando tenía una trastienda con los libros prohibidos. Es un romántico que sigue creyendo en el poder de la lectura. Es todo un homenaje a esos libreros que saben recomendarte una lectura y siempre aciertan. 



Recomendado queda este,  así que ahora leeré el primero. 

viernes, 19 de febrero de 2016

Algunos libros de 2016: La piedra lunar

La piedra lunar
Wilkie Collins, 1868
Bibliotheca Homolegens.
718 páginas

El verano pasado habíamos leído en el grupo de FB “La mujer de blanco”, otra de las novelas de Wilkie Collins. Conocía este autor, pero no había leído nada de él. Aquella lectura dio mucho juego y, yo al menos, lo pasé muy bien con los comentarios que hicimos del libro.

Teníamos pendiente esta otra, “La piedra lunar”, y ha sido nuestro Collins de invierno. Tengo que reconocer que en algunos momentos se me ha hecho un poco pesada, demasiadas vueltas a las cosas para un público del siglo XXI acostumbrado a la rapidez en la información y a otro tipo de lenguaje. Pero cuando me puse en la piel del lector de 1868 y en la lectura pausada de las narraciones por entregas me fui relajando. Eran bocados de historia, como nuestras series de TV actuales. Y me ha gustado.

La piedra lunar tiene muchos elementos interesantes. A mi me apasiona el “género negro” y me gusta leer sobre su historia. Siempre había leído que Collins fue un pionero y efectivamente se puede comprobar en esta lectura. Hay un delito, o puede que más bien un misterio que resolver y varios sospechosos; así que tenemos el escenario de una novela de detectives. 

Uno de los aspectos atractivos es su estructura. La historia gira en torno a la desaparición de un valioso diamante y se nos invita a recorrer el camino de su recuperación a través de la narración de lo sucedido por parte de varios de los testigos. Y ello da pie a que el autor se luzca siendo capaz de ponerse en la piel de cada uno de ellos, usando su lenguaje, exponiendo sus ideas, pero sin darnos demasiadas pistas (o muy pocas) para esclarecer el misterio. Creo que esto pone un poco nervioso al lector de narrativa de misterio actual, acostumbrado a que se le ofrezcan claves desde el principio. 

Betteredge, una especie de hombre para todo en la casa, es quien abre la narración y a quien se da más protagonismo. Es un personaje cómico con opiniones un poco peculiares sobre casi todo, y despectivas acerca de las mujeres. 
El siguiente relato, el de la señorita Clack, es igualmente divertido. Miembro de varias asociaciones con nombres a cual mas chistoso, es una beatona que consigue poner de los nervios con sus consejitos religiosos a todo el que se pone a tiro. Los siguientes relatos, hasta un número de ocho, son más serios, más objetivos, como nos lo hubiera contado un periódico. Podemos ver en ellos como la piedra va transformando la vida de todos los personajes.

Sobrevolando todo, está el engaño soberano. Nos hacen dudar todo el tiempo del principal sospechoso. Un sospechoso que es todo un dechado de virtudes no puede ser culpable. ¿O si? Y entonces, ¿por qué es él quien encarga que los testigos nos cuenten su versión de los hechos?  Es realmente detectivesco, como la fiebre  del sargento: un inocente, una conspiración, suspense…. La historia está servida. 

Y es que en realidad es una novela de secretos. Hay varios narradores, pero ninguno nos cuenta la verdad al completo. Son secretos de familia, todos son cómplices de encubrimiento, todo muy victoriano…, la privacidad de la familia. Hay muchos silencios, voluntarios como el de Penélope, Raquel o Rosanna; otros son silenciados por el autor, como los del doctor Candy y  lady Verinder. Y ante tanto secreto, la policía puede hacer poca cosa.

Y, por fin, los grandes temas de la novela: el anticolonialismo, la religión y las adiciones relacionadas con Oriente. Aquí a Collins se le ve el plumero, yo aprecio en él una actitud positiva hacia Oriente. El prólogo y el epílogo suceden en la India y crean el marco de la novela. Creo que Collins no ve con buenos ojos el saqueo de los británicos en las colonias y el robo del la piedra lunar, que formaba parte de un ritual religioso y que se nos ofrece en el prólogo. Y el cierre del círculo al final, en el epílogo, lo corrobora: justicia poética. Las actitudes racistas que apreciamos contra los hindúes  están puestas en boca de los dos personajes con ideas más intransigentes: Betteredge y la señorita Clack. 

Las adiciones también tienen un papel importante: la adición al tabaco que juega alguna mala pasada a nuestro sospechoso; la adición a la religión en la señorita Clack, que la lleva a hacerse insoportable; la adición al Robinson Crusoe de Defoe (otro símbolo del anticolonialismo), que nuestro Betteredge toma como su Biblia particular; al opio, al alcohol… 

Me siguen viniendo a la cabeza más cosas, pero espero que esto  sea suficiente para animar a alguien más a que lea La piedra lunar.  Poniendo todo esto en la balanza, puedo decir que si, que me ha gustado. He disfrutado con las 718 páginas que tiene esta edición de Bibliotheca Homolegens.

Algunos libros de 2016: La luz que no puedes ver

La luz  que no puedes ver
Anthony Doerr
Suma, 2015
Premio Pulitzer ficción 2015
664 páginas


“Todos nos hicimos mayores antes de crecer”. Si tuviera que resumir el libro en una frase, elegiría esta. Lo dice Marie-Laure en uno de los últimos capítulos. Y para mí es lo esencial de la historia: unos niños forzados a ser mayores antes de tiempo. Ayer terminé el libro y no paro de darle vueltas en mi cabeza.

Y es que si, me ha gustado. Es verdad que la parte central me resultaba algo pesada, le daba demasiadas vueltas a las cosas; pero al final ese detalle ha carecido de importancia.

Me han gustado muchas cosas. Me ha gustado que no solo es una novela mas sobre la segunda guerra mundial, que también lo es. Es la lucha prematura de dos criaturas por sobrevivir, con lo que esto supone de pérdida de la inocencia. Marie-Laure lucha por comprender lo que rodea a su oscuridad. Werner por huir del trabajo en la mina, y que le lleva a caer en las peores garras posibles, las de la barbarie nazi.

Y me parece muy interesante el papel del conocimiento científico, de la lectura y de la música en la historia. Estos son elementos clave en el crecimiento de los personajes, junto con las relaciones personales. 

El papel de las mujeres en épocas difíciles creo que es incuestionable, y en esta historia se puede apreciar. Esas dos supermujeres que dan cobijo y calor a los héroes de nuestra historia: el olor de sus guisos, el sonido de sus historias hacen crecer a nuestros personajes. Y las bravas mujeres de la resistencia francesa son también todo un ejemplo.
Hay personajes muy redondos en la historia: el tío Etienne, ese divulgador de conocimiento a través de “la luz que no puedes ver” (¿es por eso el nombre de la novela? no lo sé, pero me gusta); el mañoso padre de ML que es capaz de abrir el mundo a su hija con sus maquetas y sus juegos…

En fin, el uso del lenguaje es genial, describe objetos, lugares y situaciones con la exactitud necesaria para que un ciego lo pueda ver. Con el extra añadido del lirismo de montones de páginas. Solo un ejemplo:

“Cuando Werner deja de toser y se aparta los restos que han caído sobre su pecho, encuentra a Volkheimer mirando un nítido agujero de luz violeta.
El cielo.
Un cielo nocturno.
Un rayo de luz de estrellas entra a través del polvo y cae sobre el borde de un montículo de escombros que hay en el suelo. Werner lo inhala un instante. ”

El contrapunto lo pone el Mar de llamas, pedrusco que simboliza todo lo peor en la mente primitiva de von Rumpel, su proceso de degradación como paralelismo con la situación política del momento.

Y volviendo a los libros, en mi opinión las obras de Julio Verne vienen al pelo porque el libro tiene su parte de novela de aventuras. Y cuando compara trozos de Julio Verne con lo que sucede en la historia me parece magistral.
El trasiego de tiempos que se trae me resultó engorroso al principio, tuve que ir varias veces al índice para organizar mi cabeza, pero está bien construido.

Lo que me ha gustado menos han sido esos capítulos al final, al estilo de los  telefilmes de después de comer diciendo lo que pasaba con los personajes en la actualidad. El peor, el de la abuela y el nieto, ¿qué quería decir? No entendí nada. 

jueves, 11 de febrero de 2016

Carambolas librescas en Zaragoza

Reconozco que tengo muchas manías y una de ellas son las librerías. Cuando estoy preparando un viaje, suelo escribir en Google: “librerías con encanto en……”. Y cuando hice esta búsqueda para Zaragoza salieron varias y encontré algún artículo en el Jot Down sobre un par de ellas, lo que para mi ya es una garantía. No sé por qué, pero me decanté por Cálamo, Vino y Libros y acerté de pleno.


Cálamo es una monada, muy completa y con una decoración y distribución que invita a echar allí un buen rato y a comprar libros (cosa que hice, claro!!!). Contribuye a crear ambiente la sección de vinos, que es bien mona.

Sección de vinos de la librería Cálamo

Tiene una primera planta con una barandilla desde la que se ve la planta baja, lo que le da un aspecto muy coqueto. La Sección Viajes me encanta porque combina las típicas guías con la literatura de viajes, agrupándolas por países, continentes o zonas concretas. A mi me gusta ese tipo de lecturas cuando preparo un viaje y aquí te lo ponen fácil.

La carambola vino cuando supe allí que uno de los dueños, Paco Goyanes, librero de los buenos, tenía que ir a llevar libros para la venta en la inauguración de una exposición. Et… voilà!!, porque ese era mi siguiente destino en la ruta libresca que había planificado para esa tarde. Y coincidí, claro, con Paco en la inauguración de la exposición de las ilustraciones que  Fernando Vicente había hecho para la edición de Reino de Cordelia del Drácula de Bram Stoker


Fernando Vicente y Drácula
Ilustraciones de Fernando Vicente

Sin conocer a nadie en esa sala de Zaragoza, me sentí como en casa porque todo el mundo fue de lo mas amable. Paco me dio conversación mucho rato mientras esperábamos en la puerta. Fernando me firmó el libro, que llevaba desde Badajoz para ocasión e hizo un dibujo bien chulo junto a la firma. Isabel, su mujer,  y Jesús Egido, el editor, me contaron muchas cosas del trabajo de Fernando. Total, una tarde fantástica.






Me encantan todas las ilustraciones de Fernando Vicente, las que podemos ver en el suplemento cultural Babelia los sábados en El País, las que ha hecho para el “Feliz no cumpleaños” de Alicia en el Museo ABC de Madrid, las de El Gatopardo de Lampedusa en el Centro Cultural Matadero, también en Madrid…..  Estas de Drácula, en particular, tienen mucha fuerza y algunas son de lo mas sugerente…. Un buen trabajo. 


Para completar la carambola, resultó que esa exposición era el pistoletazo  de salida para el Festival Aragón Negro, otra de mis debilidades. 

Gracias, Zaragoza.

Enero de 2016
III Festival Aragón Negro

miércoles, 10 de febrero de 2016

La cata, Roald Dalh



La cata (Taste) es una pequeña historia del gran Roald Dahl; si, el de “Charlie y la fábrica de chocolate”. Pero no es tan pequeña la historia, y no es tan de niños como Charlie o Matilda.

La narración tiene un tensión que progresa y crece al paso de las páginas. Nos cuenta la cena de un grupo de amigos en la que se pone en cuestión la habilidad de uno de los invitados para reconocer cualquier vino, llegando a proponer una apuesta de lo más sobrecogedora… Y hasta aquí se puede contar.

Son pocas páginas y se lee en un ratito y esta edición de Nørdica libros tiene unas ilustraciones geniales, aunque a mí me siguen gustando las de Quentin Blake de toda la vida.

Tiene unas descripciones maravillosas de la cata, recomendable para los amantes del buen vino.



Autor: Roald Dahl
Traductor: Íñigo Jáuregui
Tamaño: 15 x 21 cm.
Encuadernación: Cartoné
Páginas: 80
PVP: 19,50 €
ISBN: 978-84-16112-43-2
Ilustrador: Iban Barrenetxea
Erado

viernes, 29 de enero de 2016

El Rummikub en los parques de Brasov y el Trivia con una copa en Logroño


Me encanta la gente que se divierte jugando. No cuando te juegas los cuartos en los casinos, en las apuestas por Internet o así, no. Me gusta la gente que cuando se reúne juega a alguno de esos juegos de mesa tan entretenidos. Por ejemplo, yo soy super fan del Rummy

Hace unos día hemos estado en Logroño y me llevé una grata sorpresa cuando unos amigos lugareños nos llevaron a tomar la consabida copa de después de la cena a un sitio bien curioso. Me resultó interesante la decoración, con carteles y fotos  de actores (algunos que habían pasado por el local) y etiquetas de bebidas en las mesas y en el techo. Tenían buena música y había todo tipo de público. 
Era el Café Bretón, frente al Teatro Bretón. Tienen hasta un premio literario y un Festival de Cortos, “Sueños en corto”





Hasta aquí genial!, pero lo mas de lo mas fue cuando me percaté de que en todas las mesas pasaba algo. En unas jugaban al ajedrez, en otras a las cartas, a las damas o al Trivia. ¡Una pasada! El ambiente era de lo más agradable. Es una idea a copiar, esto de tomar una copa de manera diferente.



Me hizo recordar a un grupo de señores en un parque de Brasov (Rumanía) este verano. Había mesas y bancos de piedra dispuestos para el juego. Había tableros de ajedrez, pero también había un grupo jugando al Rummikub, ¡mi favorito!! En Badajoz sólo he visto jugar al ajedrez en los parques de vez en cuando que organizan algún evento. Así que me emocionó ver como pasaban el rato esos otros lugareños. Bien barato y con alimento para la mente. 




Brasov, julio 2015 y Logroño, enero 2016

martes, 19 de enero de 2016

Bran, el castillo de Drácula sin Drácula.

¿Transilvania sin Drácula? Pues si, eso es (o casi). Y me ha llamado mucho la atención. Cuando estaba preparando nuestro viaje a Rumanía era obligado repasar la novela de Bram Stoker. Ya sabíamos que Stoker no había pisado Transilvania en su vida y que la información que necesitó para escribir su libro la obtuvo de la biblioteca del Museo Británico. Pero siempre que hablas de Transilvania, se te viene a la cabeza Drácula y al revés. ¡Pues…  no señor! 
Ilustraciones de Fernando Vicente para la edición de Drácula de Reino de Cordelia (2015)
Anduvimos correteando un montón de sitios esperando ser atacados a diestro y siniestro por el señor conde y nos llevamos la gran sorpresa. La referencia histórica, la persona que da origen a nuestro personaje es Vlad Tepes (Vlad el Empalador), un rey guerrero valaco, un poco bruto, pues  tenía la fea costumbre de empalar a los turcos que de cuando en cuando asomaban la nariz por sus territorios. Bueno, y a todo maleante que se le ponía por delante. Hemos encontrado un gran respeto hacia Vlad Tepes y al mismo tiempo, no hemos visto que se explote comercialmente la figura de Drácula, para nada aprovechan el tirón vampiresco.
















Los dos lugares de referencia draculina eran la Fortaleza Poenari y el Castillo de Bran.
A la Fortaleza Poenari la llaman en las guías el “verdadero “ castillo de Drácula. Tuvo que ser de aúpa en sus buenos tiempos porque está situado en un lugar estratégico y a una altura de mil diablos. Pero hoy en día son cuatro paredes y tres piedras lo te encuentras después de subir la friolera de 1480 peldaños por una escalera de piedra que da vueltas y mas vueltas a la montaña.  Es un poco chasco cuando llegas, pero el paisaje que se ve es impresionante y merece la pena hacerte un poco polvo las rodillas. Y con los muñequitos empalaos que tienen a modo de atrezzo y la guillotina te haces un poco a la idea de lo brutito que era este señor.

Rio Arges desde la fortaleza Poenari
Subida de 1480 peldaños
Los empalados de la Fortaleza Poenari














Todo lo contrario es el Castillo de Bran, que parece mas bien un castillo de cuento de hadas. Ya lo advierten con carteles en la taquilla, que no vamos a encontrar nada de Dracula en este castillo. Y es verdad, parece como si hicieran un esfuerzo para que Dracula no aparezca, ni tan siquiera que te lo imagines. El castillo tiene unas salas bien moninas y unos patios adornados con plantas de lo mas primorosas. 
Eso si, aparece el árbol genealógico y el retrato de Vlad Tepes, el auténtico rey valaco (contra la historia no pueden luchar). A mi me resultó un lugar encantador donde no me importaría pasar unas vacaciones tranquilamente. Aunque a razón de los cientos de turistas que andariqueábamos por los salones, no deben ser unas vacaciones muy tranquilas.


En fin, que creí que iba a salir hartita de Drácula en este viaje y han sido de lo mas discreto. La verdad es que se agradece.


Brasov (Rumanía), Julio 2015
Árbol genealógico de Vlad Tepes
Castillo de Bran
Retrato de Vlad Tepes (Vlad el Empalador)

Patios primorosos del castillo de Bran













Patios primorosos del castillo de Bran