miércoles, 29 de noviembre de 2017

Cuando encuentras un libro en la carretera

Javier Cercas en la Autovía A5

Me gustan los libros. Y me gustan mucho los libros que te muestran lugares que visitar, ya lo he contado en otras ocasiones. A veces, esos lugares me sorprenden y me alegran el día. Es una tontuna, lo sé, pero soy así.

La cosa es que esta mañana veníamos de Madrid, dirección Badajoz por la Autovía A5 (#TrenDignoYa). Decidimos parar a tomar un cafelito en la carretera, a las afueras de Trujillo. Salimos de la autovía y la señal que indicaba una bifurcación hizo que se encendiera una bombilla en mi cabeza: Ibahernando, hacia la izquierda, Trujillo a la derecha. Enseguida paramos para el café: Restaurante La Majada!! Oh! Oh!, se encendió la lámpara enterita.

Ibahernando, el pueblo de Javier CercasLa Majada, en la carretera hacia Ibahernando (Cáceres)

Imaginé enseguida la escena, era en “El monarca de las sombras”, de Javier Cercas. La había leído hace unos meses y aunque cada vez me resulta más difícil recordar los nombres, tengo facilidad para recordar escenas de las novelas que leo porque suelo visualizarlas, vamos que hago yo mi propia película!! Así que esta escena se me plantó delante bien clarita.
















 Era Javier Cercas comiendo con su amigo David Trueba en el Restaurante La Majada. Los dos son personajes de la novela y esta comida era una parada en el camino entre Madrid e Ibahernando donde Trueba iba a grabar la entrevista que Cercas haría a “El Pelao”. Este señor, muy mayor, les iba a contar parte de la historia que la novela construye. “El monarca de las sombras” es una historia de la Guerra Civil, pero no es otra más de las que algunos quieren hacernos creer, es una más de las que aún tienen que seguir contándose. 


Así que cuando llegamos a casa, me lancé al libro y ahí estaba:

“Al cabo de un rato avistamos Trujillo, con la fortaleza medieval encaramada en el cerro de Cabeza del Zorro y la ciudad extendida sobre él. Dejamos el núcleo urbano a un lado y poco después salimos de la autovía y aparcamos frente a La Majada, un restaurante incrustado entre la autovía y la vieja carretera de Madrid a Lisboa, muy cerca ya de Ibahernando…” (pp. 45 y 46)


En fin, lo de La Majada no deja de ser una tontería, lo que si es muy en serio es que “El monarca de las sombras” merece la pena. Es una interesante novela testimonio,  valiente e íntima.

Badajoz, 29 de noviembre de 2017



El monarca de las sombras
...salimos de la autovía y aparcamos frente a La Majada...



Javier Cercas, Random House, 2017
Random House, 2017
Resumen
El monarca de las sombras narra la búsqueda del rastro perdido de un muchacho casi anónimo que peleó por una causa injusta y murió en el lado equivocado de la historia. Se llamaba Manuel Mena y en 1936, al estallar la guerra civil, se incorporó al ejército de Franco; dos años después murió combatiendo en la batalla del Ebro, y durante décadas se convirtió en el héroe oficial de su familia. Era tío abuelo de Javier Cercas, quien siempre se negó a indagar en su historia, hasta que se sintió obligado a hacerlo.
El resultado de esa indagación es una novela absorbente, pletórica de acción, de humor y de emoción, que nos enfrenta a algunos de los temas esenciales de la narrativa de Cercas: la naturaleza radiante, poliédrica y misteriosa del heroísmo, la terca pervivencia de los muertos y la dificultad de hacerse cargo del pasado más incómodo.
Exploración a la vez local y universal, personal y colectiva, novela belicosamente antibelicista, El monarca de las sombras da una vuelta de tuerca inesperada y deslumbrante a la pregunta sobre la herencia de la guerra que Cercas abrió años atrás con Soldados de Salamina.

El monarca de las sombras
Javier Cercas
Random House, 2017



martes, 31 de octubre de 2017

El Cementerio de Burdeos

Hace años que heredé de mi padre el oficio de cuidar de los nuestros en el cementerio. Es algo que hago con regularidad y con agrado a lo largo del año. Así que toca ahora, en estos días en los que llega noviembre, arrear los trastos de limpieza y poner flores nuevas.

Me reconozco en Julián Quintanilla y las visitas al Cementerio de San Juan  de Badajoz que nos cuenta en su peli “El mundo entero”. Para mí, resulta reconfortante mantener ese lazo de unión con los que ya no están. 

El mundo entero, con Loles León
"El mundo entero" Julián Quintanilla (2016)


Y cuando viajo también me gusta visitar los cementerios. Son lugares tranquilos que, sin embargo, hablan y nos cuentan historias. No hay nada siniestro en todo esto, no tengo un lado gótico, simplemente eres testigo de la historia. 

Hoy estaba recordando el último que visitamos este año. Fue un poco a la carrera, veníamos de pasar el día en la Duna de Pilat y llegábamos a Burdeos con la hora justa antes de que cerraran el Cementerio de la Chartreuse. Nos veníamos al día siguiente, así que era la única ocasión de visitar la tumba de Flora Tristán a quien conocí en un viaje anterior a Burdeos. Flora Tristán es toda una figura del movimiento feminista y del movimiento obrero de los de verdad, de hace 200 años!! y merece ser recordada y leída.

Eran unos minutos antes de que cerraran, sobre las cinco de la tarde,  con un calor mas propio de Badajoz que de Burdeos y haciendo poco caso (mas bien ninguno) al encargado que nos decía que estaban cerrando, corrimos hasta encontrar la tumba de Florita. Se lo debía.

Tumba de Flora Tristán 

Estábamos lejos de la salida, así que otro trabajador del cementerio se ofreció amablemente (pensé que tenía prisa por cerrar) a llevarnos a la salida, montados en una especie de buggy como los que usan en los campos de golf, o para acarrear turistas. La verdad es que tampoco tendría mucha prisa el señor, porque cuando supo que éramos españoles se empeñó en dar un rodeo y llevarnos a ver el Memorial de Goya. Es un cenotafio, que recuerda su enterramiento original, antes del ajetreo de tumbas que se trajo hasta llegar a la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid, eso si, después de haber perdido la cabeza. ¡Qué cosas!


Cenotafio junto al primer enterramiento de Goya
Cementerio de la Chartreuse, Burdeos

Así que, sí, me gusta visitar los cementerios, me reconforta su silencio. Y sé que somos muchos, porque hasta el Consejo de Europa tiene una “Ruta Europea de los Cementerios” Ahí es ná!!










martes, 24 de octubre de 2017

En la calle, primera novela de Miguel Blanco



Isidro Mayoral es un muchacho corriente, al que le han marcado siempre por donde caminar en la vida. Su mundo se derrumba un lunes cualquiera en el que toda su historia parecía estar escrita. El tiempo pasa y las certezas que siempre habían estado a su alrededor empiezan a diluirse. El Madrid que lo rodea no parece inspirar mucha compasión.

Una serie de eventos hará que Isidro comience a abrir los ojos, a darse cuenta de lo que sucede en su entorno y a entender que nada de lo que consiga va a ser regalado. Sus amigos de siempre, su madre, nuevas personas que aparecen en su vida y algún golpe trágico, sacuden la apatía en la que se había instalado.


La novela "En la calle" alberga diferentes lecturas: una metáfora de la España reciente, una historia de superación personal, o incluso una fresca acuarela del Madrid actual, donde sus calles, habitantes y bares son los protagonistas.






En la calle
Miguel Blanco
Cáceres, 2017

“Las especies que más posibilidades tienen de sobrevivir son aquellas que saben encontrar en la solidaridad la mejor arma para asegurar su devenir”. Esta cita es de un libro de  Kropotkin que me gusta, “El apoyo mutuo” y el libro de Miguel Blanco ha hecho que lo recuerde. En la calle” es una historia de descalabros, de tocar fondo, de decepciones y traiciones, pero es al mismo tiempo una historia optimista, de amistades férreas y sobre todo, de solidaridad con letras mayúsculas. “Algo habrá que hacer” repite Manuela Castillo.

Isidro Mayoral es uno de tantos jóvenes que hemos visto pasar por nuestros institutos, víctima de esa España venida a mas y que creyó que la bonanza iba a durar. Con Isidro recorremos ese Madrid (que puede ser cualquier otra ciudad) de la crisis, el paro, el cierre de negocios o los desahucios. La historia hurga en lo mas profundo de los personajes y de la situación actual; disecciona la ciudad, la gente de la calle y en la calle.

El autor muestra dotes de gran observador, como el Sarrington de su historia: se recrea en los pequeños detalles, magníficamente descritos. Enlaza las historias con soltura, culminando  los capítulos con cierres redondos. Tiene un estricto control del tiempo en la narración y nos regala una escritura fluida que te hace pasear por la historia. 

Me gustan los libros que te llevan a lugares, que te invitan a visitar museos, a escuchar canciones y a leer libros. Y este es uno de ellos, uno de los que alargan mi lista de cosas que hacer. Me gustan las pinceladas científicas, fruto de la formación académica del autor, la amplitud de miras geográficas (que también son de la mente) y que supongo producto de sus viajes de trabajo, de placer y de vida. Ese Madrid que nos narra es otra de sus Ciudades, de las que  nos habla en su último disco.



Isidro desciende a los infiernos y resurge de sus cenizas, pero no lo hace solo…. Recorre un largo camino lleno de lecturas a las que llega a través de una mano amiga, haciendo un guiño al lector mediante una especie de juego de "adivina qué libro es" y que me encanta.

 Lectura muy recomendable.








sábado, 14 de octubre de 2017

Getafe negro 2017



Si yo viviera en… 

Si yo viviera en Madrid, ya tendría plan para estos días. En mi lista de sitios que quiero visitar y cosas que hacer (que cada vez es mas larga, por cierto) tengo toda una ristre de Festivales de Novela Negra. Los hay por docenas, en España, Francia, Italia, Reino Unido… por no irme demasiado lejos.


De momento, la que mas cerca me cae es el Getafe Negro de Madrid, que cada mes de octubre desde hace diez años nos pone los dientes largos  a los lectores criminales. Este año va a tope: Eduardo Mendoza, John Banville, Luca D’andrea, Almudena Grandes… o mi querido Victor del Árbol.

Hay un taller de novela negra con Marcelo Luján al que tuvimos en Badajoz hace un par de años en el Club de Lectura Viva. Montones de mesas redondas con una pinta impresionante.

Pero como vivo en Badajoz (y muy a gusto!) me voy a conformar con seguir leyendo esta tarde “Los pacientes del doctor García” de Almudena Grandes. Estaré al tanto de lo que publica el festival y confío en que suban algún vídeo a YouTube para los ausentes.






sábado, 7 de octubre de 2017

Mapas con la Compañía de Juan Villoro

Había olvidado escribir sobre una librería que encontré en Málaga el año pasado. Hace unos días me la ha recordado una de esas listas que circulan por ahí de “las librerías más bonitas de…” 

En esta ocasión, en esa lista de “las diez librerías más bonitas de España” estaba también otra librería que me gusta mucho, la “Cálamo, libros y vinos” de Zaragoza y  Tusitala, que está en Badajoz, a dos calles de mi casa. ¡Hago carambolas con frecuencia!


Calle Compañía, 33, 29008 Málaga
Calle Compañía, 33, 29008 Málaga

La de Málaga se llama “Mapas y Compañía”. Es muy bonita, está en una céntrica calle peatonal y, como no es difícil adivinar, va de viajes. Es toda una locura para el viajero. No sólo encuentras mapas o guías, que está muy visto, lo que nos ofrecen es bien amplio: globos terráqueos, guías de senderismo, astronomía y naútica,  cantidad de literatura de viajes que me encanta… y mas.
Librería de viajes
Mapas y Compañía

El gran compañero de aventuras, Tintín, domina toda la librería y estoy segura que haría las delicias de mi amiga Ángeles Cano, la mas Tintinera que conozco.

Pero para mí no basta solo con que en una librería tengan material suficiente para preparar nuestros viajes, necesito un librero “enrollao” que sepa lo que quieres en un pispás. Y en “Mapas y Compañía” lo encontré. Andaba por entonces preparando nuestro viaje a México 2016 y buscaba lecturas mas allá de la típica guía de viajes. Y en cuanto inicié la conversación, la persona que me atendió supo lo que quería. Así consiguió meterme de cabeza en la escritura de Juan Villoro.


Juan Villoro, un libro de Aläir


Conocía a Juan Villoro de sus artículos en la prensa española, El País o El Periódico, pero leer su genial “Palmeras de la brisa rápida, un viaje a Yucatán” (Altäir) me hizo mirar todo desde un punto de vista diferente, lo cual agradezco. 

Esta lectura me llevó a leer unos pocos mas de sus libros y a seguirle los pasos en las actividades de las Ferias del Libro de México, en YouTube, claro, que bendito sea!! También he pasado muchas siestas escuchando sus conferencias y entrevistas, algo que recomiendo además de sus libros porque tiene una preciosa voz y unos argumentos de enjundia. Las dos cosas hacen que te quedes pegada al sillón. 

Gracias, “Mapas y Cia”.
























miércoles, 4 de octubre de 2017

En el cine, versión original

Ayer viví un experiencia única, al menos para mí: estuve sola en el cine. Si, sola en la sala de un cine comercial. No es que no me acompañara nadie, es que no había nadie más en la sala. Me pareció un poco desasosegante al principio, pero disfruté de la película como nunca. Yo, que estoy siempre protestando por las palomitas, los móviles, o porque la gente no para de comentar la peli como en el salón de su casa…; por no hablar de los que entran y salen veinte veces durante la película.

No había nadie...

Esto no deja de ser una tontuna, pero me hizo pensar. Y es que delante de mí, en la cola para sacar entradas para la misma película a la que yo iba, había unas personas que se dieron la vuelta al comprobar que era en versión original. No puedo comprenderlo, pues no hay delicia mayor que escuchar las voces de los actores en su idioma. Si, ya sé hasta que te acostumbras cuesta trabajo leer los subtítulos, que los actores de doblaje españoles son muy buenos y que es un nicho de empleo que da trabajo a un montón de trabajadores, bla bla bla…, pero a mí me gusta ver las pelis en VOSE. 

Además, si nuestros niños se acostumbraran, tendrían mas facilidad al aprender las lenguas extranjeras, una tarea pendiente de nuestro sistema educativo. 


domingo, 17 de septiembre de 2017

La memoria de Julio Llamazares

Me gusta leer la columna semanal de Julio Llamazares en El País. Me gusta leer a Llamazares desde su “Luna de lobos” allá en los ochenta. Y en el artículo de esta semana, "La memoria" (16-09-2017), ha salido el Llamazares más auténtico, porque el asunto de “los paisajes sumergidos” y “las ruinas de los pueblos que sucumben al agua” es lo suyo. Haber nacido en uno de esos pueblos es una marca y además de agua. El artículo habla de la memoria, pero sobre todo del olvido.



Publicación de "Del Oeste Ediciones"
Los libros del Oeste Ilustrados


Y como una cosa lleva a otra y a mí casi todo me lleva a un libro, he hecho memoria de mi olvido y he recordado un libro precioso de Julio Llamazares de una pequeña gran editorial que existió en Badajoz, “Del Oeste Ediciones”, bajo el inestimable manto de Indugrafic. Y he vuelto a leer “Retrato de bañista” (1995) con fotos de Agustín Berrueta. En realidad, “Retrato de bañista” es un guión cinematográfico a partir de un poema con el mismo título que había sido publicado en alguna recopilación. 

Me picó la curiosidad y he buscado la película en cuestión que es “El filandón” de 1985, dirigida por José María Sarmiento. Me ha parecido muy curiosa porque reúne a cinco escritores leoneses en torno a una fogata para hacer un filandón, esa bella y perdida costumbre de reunirse después de cenar para contar historias. Así, cinco grandes de nuestra literatura como son José María Merino, Luis Mateo Diez, Antonio Pereira, Pedro García Trapiello y Julio  Llamazares cuentan cada uno su filandón. El de Llamazares es este “Retrato de bañista”. El decorado es un fantasmagórico lugar, las ruinas de Vegamián pueblo leonés donde nació  Llamazares y que había resurgido desde el fondo del embalse, como está pasando estos días con la sequía. 

Julio Llamazares está siempre listo para hacer visible la despoblación de la “España vacía”. Gracias.







jueves, 14 de septiembre de 2017

Maruja Mallo en Madrid



Si yo viviera en… 

Si yo viviera en Madrid, ya sabría qué hacer hoy, porque hoy es un gran día para una de mis amigas de Madrid, Maruja Mallo. Siempre que puedo voy a visitarlas al Reina Sofía y en esta entrada del blog del año pasado, que comparte con la otra amiga Ángeles Santos, pedía una exposición donde pudiéramos disfrutar de ella todos sus admiradores. 

Et voilà, que hoy 14 de septiembre de 2017 inauguran una exposición para ella solita y me encanta. Si viviera en Madrid iría hoy mismo a verla, así que lo apunto en mi "to do list" para no perdérmela. 

El catálogo es muy interesante y pienso llevarlo bien aprendido cuando vaya a ver la exposición. Los comisarios son Guillermo de Osma y Juan Pérez de Ayala. “MARUJA MALLO. ORDEN y CREACIÓN. Óleos, dibujos, bocetos y su Archivo”  presenta “obras y documentos inéditos de esta singular artista… y constituye además la presentación pública del proyecto ya iniciado para la elaboración del Catálogo Razonado de la obra pictórica de Maruja Mallo , cuya publicación está prevista en 2018”

Me gusta la obra de Maruja Mallo, pero también me interesa mucho su vida, la época que vivió, la gente que conoció… Es una amiga muy interesante!! 




Galería Guillermo de Osma. C/ Claudio Coello, 4-1º Izda. Madrid. 

14 de septiembre al 10 de noviembre de 2017
Lunes a viernes, 10:00 a 14:00 y 16:30 a 20:30

La foto está tomada de la web de la Galería Guillermo de Osma.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Otras carambolas librescas. Julio Camba

La casualidad ha hecho que la vista exprés que hemos hecho estos días a Zaragoza me llevara de nuevo a una librería de la que ya hablé el año pasado, “Cálamo, Vino y Libros

Vuelvo a comprobar que es una buena librería. Por ejemplo, en esta ocasión encontré varios libros de Carlos Monsivais, lo cual no es muy corriente en las librerías españolas.

Allí también encontré, y compré, un libro del gran Julio Camba al que le tenía ganas. Las carambolas me suceden con frecuencia, porque nada más comprar el libro, en nuestro viaje de vuelta pusimos la radio en el coche y empezaba en ese momento un monográfico de RNE, Documentos, sobre el mismo Camba. ¿Es carambola o no?


pepitas de calabaza





viernes, 28 de julio de 2017

Yo uso marcapáginas. ¿Y tú?

Me gusta leer y no va conmigo el dilema de si libro electrónico o libro en papel porque uso los dos. Cada uno tiene su momento en el día; además, dependiendo del tipo de lectura, recurro a uno o a otro.

Yo uso marcapáginas
Algunos marcapáginas de mi colección


Donde si que me posiciono es en lo de subrayar los libros, siempre que sean míos, claro. Los destrozo a colorines, aunque suelo usar lápiz la mayor parte de las veces.

Pero lo que odio con todas mis fuerzas es encontrar un libro con las esquinas dobladas para marcar el punto de lectura. ¡No se me ocurre hacerlo ni en mis propios libros! Que para eso hay unos marcapáginas de lo más monino, o simplemente el tique de compra de la frutería; cualquier cosa menos doblar la esquina.

Y es que hoy me ha vuelto a pasar con un libro “nuevo” de la Biblioteca Pública (me gustan las bibliotecas y las frecuento con asiduidad). Quien hubiera leído el libro en cuestión antes que yo, ha parado tropecientas mil veces y da penita ver como han quedado las esquinas del libro.

¡¡¡Por favor, usa marcapáginas, que los libros de las bibliotecas públicas son de todos!!! 

Badajoz, 28 de julio de 2017