domingo, 28 de enero de 2018

El rincón de escribir de Jardiel Poncela

Encuentro a Enrique Jardiel Poncela con frecuencia últimamente. Bueno, a él no porque murió en 1952, lo que encuentro son exposiciones y comentarios acerca de él en la prensa y la radio. Durante mucho tiempo fue  olvidado e injustamente menospreciado, sin embargo a mí siempre me ha gustado su humor inteligente, extravagante y disparatado. “Eloísa está debajo de un almendro” fue una de mis primeras lecturas, siendo casi una niña (mi madre sabía trozos de memoria!) y no la olvidé nunca. 

Y digo exposiciones, en plural, porque últimamente ha habido un par de ellas en un corto espacio de tiempo. La segunda, “Enrique Jardiel Poncela, la risa inteligente” está aún en el Instituto Cervantes de Madrid, hasta el 4 de febrero (atención! que han ampliado las fechas…). Esta exposición no la podré ver, en fin, cosas de  no vivir en Madrid!!, pero la que si pude ver y disfrutar fue una que hubo este otoño en Zaragoza en el Centro de Historias


Exposición sobre Jardel Poncela en el Instituto Cervantes de Madrid.


Allí supe que además de ser un tipo inteligente, capaz de sacar chispa de cualquier asunto y de jugar con el idioma como pocos para hacerte reír (eso ya lo sabía), fue también un auténtico innovador de la puesta en escena y los decorados. Tocó un montón de palos porque además de novelista, poeta, ilustrador o crítico, fue guionista y director de cine. 


A cuenta de los guiones de cine viene el nombre de la exposición de Zaragoza: “Poncella’s Office”. En 1933, la Fox contrata al joven Poncela en Hollywood. "Escribió los diálogos y los guiones para el departamento de películas en español, en unos momentos en los que no existía el doblaje, sino que de día se rodaba en inglés y de noche entraban en los mismos decorados los actores hispanohablantes y se repetía en español", nos dice  Enrique Gallud, autor de autor del libro "El cine de Jardiel Poncela" y nieto del escritor.



Exposición en Zaragoza. Pincelas Office
Collage de todas sus comedias por E. Jardiel



Rincón para escribir de Jardel Poncela en Hollywood.
Exposición en el Centro de Historias de Zaragoza


“Poncella’s Office” fue como las camareras en Hollywood llamaron al lugar donde trabajaba durante el tiempo que pasó allí, como guionista para la Fox Films Corporation. El rincón simulaba el típico café madrileño donde tenía la costumbre de trabajar (una muy buena costumbre, digo yo…).

Reproducción de su rincón de trabajo en la FOX
El rincón de escribir de Jardel Poncela

Centro Historias. Pza. San Agustin, 2 - 50002 Zaragoza
Poncella's office, en el Centro Historias de Zaragoza























Aunque el nombre de las dos exposiciones sean tan distintos, supongo que no serán muy diferentes porque los comisarios son los mismos, Sergio Muro y Eva Lapuente. Pero a mi, el toque del rincón de la cafetería madrileña del Poncella’s Office me ha gustado más. 




Jardiel Poncela en el Centro de Historias de Zaragoza



lunes, 8 de enero de 2018

El Alzheimer en el cine y en una novela

Hace un par de años (2015) vi “Siempre Alice” en el Centro de Ocio Contemporáneo, (COC) en Badajoz, donde vemos buenas pelis en versión original. Me impactó y me gustó, pero sobre todo me impresionó. 




“Siempre Alice” cuenta de manera sencilla como una prestigiosa profesora de la Universidad de Harvard es diagnosticada a los 50 años con un Alzheimer precoz. Julianne Moore, brillante, hace muy creíble su papel y es capaz de hacernos llegar todos sus miedos y, sobre todo, su determinación de luchar contra el retraso de la enfermedad.


Julianne Moore, oscar a la mejor actriz en 2015 por esta película.


Llevo dando vueltas a esa historia desde entonces, me viene a la cabeza con frecuencia. Supe que era la adaptación de una novela y me había puesto la tarea de leerla (tarea muy agradable esa de leer, por cierto). Y ha sido uno de estos días en que me he topado con un relato sobre mayores y Alzheimer (*), cuando he ido a la Biblioteca Pública de Badajoz a buscar el libro. 

“Siempre Alice” es la primera novela de Lisa Genova, doctora en neurociencia en la Universidad de Harvard y colaboradora en la “Asociación Nacional de Alzheimer” de los Estados Unidos de América. Esta chica sabe de lo que habla y lo cuenta con gran sensibilidad, de manera que al tiempo que nos parte el alma, nos permite comprender lo que le está pasando a Alice. Sobrecoge la rapidez con la que avanza la enfermedad en el relato, como pierde todos sus recuerdos, pero al mismo tiempo nos abre una pequeña puerta de esperanza para el futuro de la enfermedad. 

Debe ser que una va cumpliendo años por lo que ciertos temas como éste me atraen, me preocupan y me interesan. Lisa Genova, además de escribir bestsellers como “Still Alice”, es una persona muy activa en los medios de comunicación y en la redes sociales animando a la gente a que tome partido por la prevención de este tipo de enfermedades. Por ejemplo, tiene un video muy interesante en TED Talks, “Lo que puedes hacer para prevenir el Alzheimer”. Está en inglés, pero tiene subtítulos. 




Así que, recomendables las tres cosas, la peli, el libro y la charleta


(*) El relato en cuestión era “La respiración cavernaria”, de Samanta Schweblin. 

jueves, 4 de enero de 2018

Un libro en una peli: Diario de un joven médico

Me emociona encontrar algún libro que me ha gustado dentro de otro libro, como me ocurrió con “En la calle” de Miguel Blanco. Y también me gusta encontrar libros en alguna película. Y ese ha sido el caso la otra tarde viendo una peli francesa de 2016, “Un doctor en la campiña” (Médecin de campagne).



El libro que aparece en la película es el “Diario de un joven médico” de Mihail Bulgákov, al que conocí y leí por culpa de “El maestro y Margarita” que fue una de las lecturas (alucinante!!) del viaje a Moscú de hace un par de años. 

En la peli, el médico que trabaja en la campiña francesa regala el libro de Bulgakov a la joven colega que llega para ayudarle cuando le detectan una enfermedad. Viene muy a cuento, sin duda. 

Un doctor en la campiña
Dirección: Thomas Lilti
Reparto:François Cluzet, Marianne Denicourt, Christophe Odent, Patrick Descamps
Duración: 102 min.


Toda la gente de esta pequeña zona rural puede contar con Jean-Pierre (François Cluzet), el médico que les ausculta, les cura y les tranquiliza a cualquier hora del día, durante los siete días de la semana. Enfermo también a su vez, acepta la llegada de la doctora Nathalie (Marianne Denicourt) recién llegada de su trabajo de hospital para que le ayude. Pero, ¿se las arreglará para adaptarse a esta nueva vida y, sobre todo, a conseguir el reto de sustituir a aquel que se creía irremplazable? (Fotogramas)




Recomendables ambos, la peli y el libro. 

viernes, 22 de diciembre de 2017

Un cuento de Navidad diferente


“El cuento de Auggie Wren”, Paul Auster
“Auggie Wren’s Christmas Story”



Una cartera perdida, una anciana ciega y una cena de Navidad...

Hace años que encontré este libro tan curioso en la Biblioteca Pública de Badajoz. Andaba buscando algo de Paul Auster, aunque no recuerdo qué, y por su forma, sobresalía de los demás, me llamó la atención y lo traje a casa.


Es muy cortito, es un libro ilustrado que se lee en un momento, pero que tiene su enjundia. Paul Auster cuenta en el relato como The New York Times le había encargado un cuento de Navidad  para ser publicado el 25 de diciembre de 1990, como así fue. Quiere hacernos creer que no tiene ni idea de como escribir un cuento de Navidad, "¿Qué sabía yo de la Navidad?" Además, no podía ser “sentimental”, lo cual dice que es “una contradicción en los términos, una imposibilidad, una paradoja pura y simple”.



Su estructura resulta ser un juego de lo más interesante entre narrador, protagonista y autor, que es también el receptor, pues el autor es amigo del hombre que le cuenta la historia. Vamos, un enredo de lo más peculiar, una historia dentro de otra historia.



Esta bonita edición la publicó Lumen en 2003 con ilustraciones de la argentina ISOL (Isol Misenta) y en 1995 Paul Auster participó como guionista en la peli que se hizo con el cuento y que se tituló Smoke:



Llevaba años para escribir sobre este libro, así que ya está!! 


Sinopsis
Un día, Paul Auster recibe el encargo del New York Times en 1990 de escribir un cuento navideño. Abrumado por la tarea decide que la narración que escriba huirá de la común sensiblería que impregna esa época. En busca de inspiración, sale a pasear y acude al estanco de Brooklyn regentado por su amigo Auggie Wren, un peculiar fotógrafo que retrata, diariamente, la misma esquina del barrio y el paso del tiempo. El es quien le vende los puritos holandeses que le gusta fumar a Auster y quien le cuenta la historia para su cuento, que comienza con el hallazgo casual de una cartera perdida…

Navidad 2017 ¡Disfrútenlo!

martes, 5 de diciembre de 2017

Escritores de viaje en tren.

El viaje y el escritor: Europa 1914-1939

Museo de Arte Contemporáneo Centro Culturall Conde Duque Madrid

¡Cómo me gustan los trenes! Recuerdo los viajes Madrid-Badajoz en el tren nocturno algún fin de semana cuando venía a visitar a mis padres. El lunes llegaba por los pelos a la escuela, en el Barrio de Hortaleza, donde pasé mis primeros tres años como maestra, hace ya demasiados.

Y ahora, para vivir en Badajoz, lo de amar el tren tiene algo de masoquismo, porque tenemos unos trenes a prueba de toda la paciencia de la que se pueda hacer acopio (#TrenDignoYa). El tren ha sido siempre para mí algo especial y sobre todo las estaciones, esas antiguas de hierro y cristal. Las estaciones con el hall lleno de humo, cortado por los silbidos del tren y la aglomeración de pasajeros que van y vienen. 




Estas estaciones de tren ya sólo se ven en las películas... y en la exposición a la que hace unos meses asistí en el Museo de Arte Contemporáneo del Conde Duque de Madrid: El viaje y el escritor: Europa 1914-1939.



La idea era del historiador Fernando Castillo y las pinturas de Damián Flores y consistía en los retratos de una serie de escritores, en distintas estaciones de ferrocarril de las principales ciudades europeas. Muestran “la existencia de una red cultural entre las principales ciudades del continente europeo en la época de entreguerras, época de profundas transformaciones políticas, sociales y artísticas”.


Hay unos buenos pocos: Pessoa en la de Lisboa, Kafka en Praga, Bulgakov y Chaves Nogales en Kiev… y así hasta cuarenta y cinco escritores. Son pinturas de pequeño tamaño, pero de lo más detallista. Me gustó mucho, lástima que ya terminó la exposición. Llego tarde para contarlo, pero aquí dejo el enlace al documento que acompañó a la exposición y que es muy interesante. Y puede que algún día pueda a asistir a alguna de las conferencias que sé que están dando Fernando Castillo y Damián Flores a propósito de la exposición. 











miércoles, 29 de noviembre de 2017

Cuando encuentras un libro en la carretera

Javier Cercas en la Autovía A5

Me gustan los libros. Y me gustan mucho los libros que te muestran lugares que visitar, ya lo he contado en otras ocasiones. A veces, esos lugares me sorprenden y me alegran el día. Es una tontuna, lo sé, pero soy así.

La cosa es que esta mañana veníamos de Madrid, dirección Badajoz por la Autovía A5 (#TrenDignoYa). Decidimos parar a tomar un cafelito en la carretera, a las afueras de Trujillo. Salimos de la autovía y la señal que indicaba una bifurcación hizo que se encendiera una bombilla en mi cabeza: Ibahernando, hacia la izquierda, Trujillo a la derecha. Enseguida paramos para el café: Restaurante La Majada!! Oh! Oh!, se encendió la lámpara enterita.

Ibahernando, el pueblo de Javier CercasLa Majada, en la carretera hacia Ibahernando (Cáceres)

Imaginé enseguida la escena, era en “El monarca de las sombras”, de Javier Cercas. La había leído hace unos meses y aunque cada vez me resulta más difícil recordar los nombres, tengo facilidad para recordar escenas de las novelas que leo porque suelo visualizarlas, vamos que hago yo mi propia película!! Así que esta escena se me plantó delante bien clarita.
















 Era Javier Cercas comiendo con su amigo David Trueba en el Restaurante La Majada. Los dos son personajes de la novela y esta comida era una parada en el camino entre Madrid e Ibahernando donde Trueba iba a grabar la entrevista que Cercas haría a “El Pelao”. Este señor, muy mayor, les iba a contar parte de la historia que la novela construye. “El monarca de las sombras” es una historia de la Guerra Civil, pero no es otra más de las que algunos quieren hacernos creer, es una más de las que aún tienen que seguir contándose. 


Así que cuando llegamos a casa, me lancé al libro y ahí estaba:

“Al cabo de un rato avistamos Trujillo, con la fortaleza medieval encaramada en el cerro de Cabeza del Zorro y la ciudad extendida sobre él. Dejamos el núcleo urbano a un lado y poco después salimos de la autovía y aparcamos frente a La Majada, un restaurante incrustado entre la autovía y la vieja carretera de Madrid a Lisboa, muy cerca ya de Ibahernando…” (pp. 45 y 46)


En fin, lo de La Majada no deja de ser una tontería, lo que si es muy en serio es que “El monarca de las sombras” merece la pena. Es una interesante novela testimonio,  valiente e íntima.

Badajoz, 29 de noviembre de 2017



El monarca de las sombras
...salimos de la autovía y aparcamos frente a La Majada...



Javier Cercas, Random House, 2017
Random House, 2017
Resumen
El monarca de las sombras narra la búsqueda del rastro perdido de un muchacho casi anónimo que peleó por una causa injusta y murió en el lado equivocado de la historia. Se llamaba Manuel Mena y en 1936, al estallar la guerra civil, se incorporó al ejército de Franco; dos años después murió combatiendo en la batalla del Ebro, y durante décadas se convirtió en el héroe oficial de su familia. Era tío abuelo de Javier Cercas, quien siempre se negó a indagar en su historia, hasta que se sintió obligado a hacerlo.
El resultado de esa indagación es una novela absorbente, pletórica de acción, de humor y de emoción, que nos enfrenta a algunos de los temas esenciales de la narrativa de Cercas: la naturaleza radiante, poliédrica y misteriosa del heroísmo, la terca pervivencia de los muertos y la dificultad de hacerse cargo del pasado más incómodo.
Exploración a la vez local y universal, personal y colectiva, novela belicosamente antibelicista, El monarca de las sombras da una vuelta de tuerca inesperada y deslumbrante a la pregunta sobre la herencia de la guerra que Cercas abrió años atrás con Soldados de Salamina.

El monarca de las sombras
Javier Cercas
Random House, 2017



martes, 31 de octubre de 2017

El Cementerio de Burdeos

Hace años que heredé de mi padre el oficio de cuidar de los nuestros en el cementerio. Es algo que hago con regularidad y con agrado a lo largo del año. Así que toca ahora, en estos días en los que llega noviembre, arrear los trastos de limpieza y poner flores nuevas.

Me reconozco en Julián Quintanilla y las visitas al Cementerio de San Juan  de Badajoz que nos cuenta en su peli “El mundo entero”. Para mí, resulta reconfortante mantener ese lazo de unión con los que ya no están. 

El mundo entero, con Loles León
"El mundo entero" Julián Quintanilla (2016)


Y cuando viajo también me gusta visitar los cementerios. Son lugares tranquilos que, sin embargo, hablan y nos cuentan historias. No hay nada siniestro en todo esto, no tengo un lado gótico, simplemente eres testigo de la historia. 

Hoy estaba recordando el último que visitamos este año. Fue un poco a la carrera, veníamos de pasar el día en la Duna de Pilat y llegábamos a Burdeos con la hora justa antes de que cerraran el Cementerio de la Chartreuse. Nos veníamos al día siguiente, así que era la única ocasión de visitar la tumba de Flora Tristán a quien conocí en un viaje anterior a Burdeos. Flora Tristán es toda una figura del movimiento feminista y del movimiento obrero de los de verdad, de hace 200 años!! y merece ser recordada y leída.

Eran unos minutos antes de que cerraran, sobre las cinco de la tarde,  con un calor mas propio de Badajoz que de Burdeos y haciendo poco caso (mas bien ninguno) al encargado que nos decía que estaban cerrando, corrimos hasta encontrar la tumba de Florita. Se lo debía.

Tumba de Flora Tristán 

Estábamos lejos de la salida, así que otro trabajador del cementerio se ofreció amablemente (pensé que tenía prisa por cerrar) a llevarnos a la salida, montados en una especie de buggy como los que usan en los campos de golf, o para acarrear turistas. La verdad es que tampoco tendría mucha prisa el señor, porque cuando supo que éramos españoles se empeñó en dar un rodeo y llevarnos a ver el Memorial de Goya. Es un cenotafio, que recuerda su enterramiento original, antes del ajetreo de tumbas que se trajo hasta llegar a la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid, eso si, después de haber perdido la cabeza. ¡Qué cosas!


Cenotafio junto al primer enterramiento de Goya
Cementerio de la Chartreuse, Burdeos

Así que, sí, me gusta visitar los cementerios, me reconforta su silencio. Y sé que somos muchos, porque hasta el Consejo de Europa tiene una “Ruta Europea de los Cementerios” Ahí es ná!!