miércoles, 21 de febrero de 2018

Mi vecino Arturo Barea

Carambolas que me gustan: De Badajoz al Lavapiés de "En la calle” de Miguel Blanco, alguna biblioteca y un cementerio…

A dos calles de mi casa nació Arturo Barea en 1897. Sabía que había nacido en Badajoz, pero tenía curiosidad por saber dónde. Había visto su partida de nacimiento hace años en un libro de Manuel Pecellín, pero el nombre de la calle no me sonaba: Calle Magdalena, número 20. Así que me lancé al archivo de la RSEEAP y enseguida apareció. Ahora se llama Calle Vicente Barrantes, muy cerquita de la catedral y de mi casa. 

La otra tarde no lo pude resistir y me planté en la Calle Magdalena nº 20 para fotografiar la casa. No sé quien vive ahora allí, ni sé si coincide la numeración. Además, supongo que aunque coincidiera, la casa no tendrá nada que ver con aquella, pero me gustan esas tontunas…


 Placa en la fachada de su pub preferido, The Volunteer, en Faringdon (**)

He empezado a darle vueltas a todo esto porque se está hablando mucho de mi paisano estos días. En el Instituto Cervantes de Madrid hay una exposición: Arturo Barea. La ventana inglesa (hasta el 16 de marzo de 2018); la Biblioteca Bodleian, en Oxford (Reino Unido) ha acogido la semana pasada la donación del “Archivo de Arturo e Ilsa Barea” lo cual debe ser un filón increíble para investigadores. Además, un grupo de admiradores, entre los que que se encontraban Muñoz Molina, Elvira Lindo o Javier Marías han contribuido a la restauración de su lápida en el cementerio de Faringdon, lápida olvidada en su exilio y que hace unos años localizó William Chislett quien capitaneó su recuperación.

Además, una plaza en Madrid, en el Lavapiés de su infancia, lleva su nombre desde hace unos meses y los Paseos Bibliográficos por el Madrid de Barea, del Instituto Cervantes / La Liminal, tendrán lugar los sábados desde enero a marzo.

La plaza que lleva su nombre en Lavapiés fue inaugurada la primavera pasada. Es la plaza donde estaban las Escuelas Pías y que ahora es una biblioteca de la UNED. Yolanda Sánchez Fernández e Isabel Fernández Suárez lanzaron una petición en Change.org que tuvo un buen final. W. Chislett nos lo cuenta en un artículo de El País


La forja de un rebelde
Ediciones Turner, 1977. Primera edición en España
Primera edición en España. Ediciones Turner 1977

En fin, que todo ello me ha puesto en marcha y he recordado mi lectura de “La forja de un rebelde”, su trilogía autobiográfica. Fue a finales de los años setenta, un préstamo de mi cuñada Estrella. Me impactó su lectura, su realismo, ternura y dramatismo. Fue una de mis primeras lecturas sobre la guerra civil y sobre la vida del Madrid de principios del siglo XX. Pero ahora, recordándolo, me emociona saber que esa edición, la de Ediciones Turner de 1977, fue la primera que salió en España. Barea la había publicado en inglés treinta años antes y mas tarde en español en Argentina. Pero ésta era la primera en España.


The Forge, traducido por Sir Peter Chalmers-Mitchell
La Forja. Primera edición, 1941 (*)


The Clash, traducido al inglés por Ilsa Barea
La llama, primera edición 1946 (*)

Primera edición en inglés de


La raíz rota
Sin embargo, no había leído su otra novela, La raíz rota, que Páginas de Espuma ha publicado en 2009 y que también es la primera edición en España, habiendo pasado casi sesenta años desde que fue escrita. Así que esta ha sido la tarea de estos días. 

La raíz rota (1951) es una novela del desarraígo. Es el retrato de un exiliado como él que vuelve, con pasaporte inglés, al Madrid de finales de los cuarenta donde había dejado a su familia (aunque Barea nunca volvió a España). “Un panfleto sobre España bajo Franco” dice W. Chislett, en el que describe de manera sencilla y magistral la vida de los supervivientes y su lucha diaria.


Primera edición en España de "La raíz rota" casi 60 años después de publicarse la primera vez en inglés.
Primera edición  en España (2009
The Broken Root. Edición de 1951 por Faber & Faber
La raíz rota. Primera Edición en inglés (1951) Biblioteca de Extremadura

domingo, 18 de febrero de 2018

¡Feliz cumpleaños, Osvaldo Bayer!

Hoy es el cumpleaños de alguien grande. Hoy Osvaldo Bayer cumple muchos, 91. Lo van a festejar con la proyección en Buenos Aires de “Mi viejo rebelde”, película que ha rodado su hija Ana Bayer. 

Osvaldo Bayer (Fotografía tomada de elfurgón.com.ar)

Osvaldo Bayer es un escritor, periodista e historiador argentino, y un anarquista luchador. De él se aprende y mucho. Cuando hicimos nuestro viaje a la Patagonia el año pasado, su libro “La Patagonia rebelde” me ayudó a comprender una parte importante de la historia de ese país. 


En “La Patagonia rebelde” relata y denuncia la explotación y fusilamiento de peones rurales en la Patagonia de 1921. Fue también el guionista de la película del mismo nombre de 1974. La dirigió Héctor Olivera y fue interpretada por actores muy queridos por aquí como Héctor Alterio y Federico Luppi.



En otra entrada de este blog cuento mis impresiones en El Calafate con los libros de Osvaldo Bayer y las huelgas patagónicas. 

Es un tipo muy dicharachero al que da gusto escuchar. Invito a todos a leerlo y a escucharlo. Y con todo mi respeto y admiración, desde España, desde Badajoz, le deseamos un muy feliz día y que cumpla muchos más.


 “Mi viejo rebelde”, hoy 18 de febrero de 2018 a las 17.30 en el microcine Espacio ECUNHI (Avenida Libertador 8151, Buenos Aires). Si estuviera allí no me lo perdería.

Entrevistas recientes a Osvaldo Bayer: 

Osvaldo Bayer: pinceladas de una historia de vida




“Me he propuesto no tener piedad con los despiadados. Mi falta de piedad con los asesinos, con los verdugos que actúan desde el poder, se reduce a descubrirlos, dejarlos desnudos ante la historia y la sociedad y reivindicar de alguna manera a los de abajo, a los que en todas las épocas salieron a la calle a dar sus gritos de protesta y fueron masacrados, tratados como delincuentes, torturados, robados, tirados en alguna fosa común”







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domingo, 28 de enero de 2018

El rincón de escribir de Jardiel Poncela

Encuentro a Enrique Jardiel Poncela con frecuencia últimamente. Bueno, a él no porque murió en 1952, lo que encuentro son exposiciones y comentarios acerca de él en la prensa y la radio. Durante mucho tiempo fue  olvidado e injustamente menospreciado, sin embargo a mí siempre me ha gustado su humor inteligente, extravagante y disparatado. “Eloísa está debajo de un almendro” fue una de mis primeras lecturas, siendo casi una niña (mi madre sabía trozos de memoria!) y no la olvidé nunca. 

Y digo exposiciones, en plural, porque últimamente ha habido un par de ellas en un corto espacio de tiempo. La segunda, “Enrique Jardiel Poncela, la risa inteligente” está aún en el Instituto Cervantes de Madrid, hasta el 4 de febrero (atención! que han ampliado las fechas…). Esta exposición no la podré ver, en fin, cosas de  no vivir en Madrid!!, pero la que si pude ver y disfrutar fue una que hubo este otoño en Zaragoza en el Centro de Historias


Exposición sobre Jardel Poncela en el Instituto Cervantes de Madrid.


Allí supe que además de ser un tipo inteligente, capaz de sacar chispa de cualquier asunto y de jugar con el idioma como pocos para hacerte reír (eso ya lo sabía), fue también un auténtico innovador de la puesta en escena y los decorados. Tocó un montón de palos porque además de novelista, poeta, ilustrador o crítico, fue guionista y director de cine. 


A cuenta de los guiones de cine viene el nombre de la exposición de Zaragoza: “Poncella’s Office”. En 1933, la Fox contrata al joven Poncela en Hollywood. "Escribió los diálogos y los guiones para el departamento de películas en español, en unos momentos en los que no existía el doblaje, sino que de día se rodaba en inglés y de noche entraban en los mismos decorados los actores hispanohablantes y se repetía en español", nos dice  Enrique Gallud, autor de autor del libro "El cine de Jardiel Poncela" y nieto del escritor.



Exposición en Zaragoza. Pincelas Office
Collage de todas sus comedias por E. Jardiel



Rincón para escribir de Jardel Poncela en Hollywood.
Exposición en el Centro de Historias de Zaragoza


“Poncella’s Office” fue como las camareras en Hollywood llamaron al lugar donde trabajaba durante el tiempo que pasó allí, como guionista para la Fox Films Corporation. El rincón simulaba el típico café madrileño donde tenía la costumbre de trabajar (una muy buena costumbre, digo yo…).

Reproducción de su rincón de trabajo en la FOX
El rincón de escribir de Jardel Poncela

Centro Historias. Pza. San Agustin, 2 - 50002 Zaragoza
Poncella's office, en el Centro Historias de Zaragoza























Aunque el nombre de las dos exposiciones sean tan distintos, supongo que no serán muy diferentes porque los comisarios son los mismos, Sergio Muro y Eva Lapuente. Pero a mi, el toque del rincón de la cafetería madrileña del Poncella’s Office me ha gustado más. 




Jardiel Poncela en el Centro de Historias de Zaragoza



lunes, 8 de enero de 2018

El Alzheimer en el cine y en una novela

Hace un par de años (2015) vi “Siempre Alice” en el Centro de Ocio Contemporáneo, (COC) en Badajoz, donde vemos buenas pelis en versión original. Me impactó y me gustó, pero sobre todo me impresionó. 




“Siempre Alice” cuenta de manera sencilla como una prestigiosa profesora de la Universidad de Harvard es diagnosticada a los 50 años con un Alzheimer precoz. Julianne Moore, brillante, hace muy creíble su papel y es capaz de hacernos llegar todos sus miedos y, sobre todo, su determinación de luchar contra el retraso de la enfermedad.


Julianne Moore, oscar a la mejor actriz en 2015 por esta película.


Llevo dando vueltas a esa historia desde entonces, me viene a la cabeza con frecuencia. Supe que era la adaptación de una novela y me había puesto la tarea de leerla (tarea muy agradable esa de leer, por cierto). Y ha sido uno de estos días en que me he topado con un relato sobre mayores y Alzheimer (*), cuando he ido a la Biblioteca Pública de Badajoz a buscar el libro. 

“Siempre Alice” es la primera novela de Lisa Genova, doctora en neurociencia en la Universidad de Harvard y colaboradora en la “Asociación Nacional de Alzheimer” de los Estados Unidos de América. Esta chica sabe de lo que habla y lo cuenta con gran sensibilidad, de manera que al tiempo que nos parte el alma, nos permite comprender lo que le está pasando a Alice. Sobrecoge la rapidez con la que avanza la enfermedad en el relato, como pierde todos sus recuerdos, pero al mismo tiempo nos abre una pequeña puerta de esperanza para el futuro de la enfermedad. 

Debe ser que una va cumpliendo años por lo que ciertos temas como éste me atraen, me preocupan y me interesan. Lisa Genova, además de escribir bestsellers como “Still Alice”, es una persona muy activa en los medios de comunicación y en la redes sociales animando a la gente a que tome partido por la prevención de este tipo de enfermedades. Por ejemplo, tiene un video muy interesante en TED Talks, “Lo que puedes hacer para prevenir el Alzheimer”. Está en inglés, pero tiene subtítulos. 




Así que, recomendables las tres cosas, la peli, el libro y la charleta


(*) El relato en cuestión era “La respiración cavernaria”, de Samanta Schweblin. 

jueves, 4 de enero de 2018

Un libro en una peli: Diario de un joven médico

Me emociona encontrar algún libro que me ha gustado dentro de otro libro, como me ocurrió con “En la calle” de Miguel Blanco. Y también me gusta encontrar libros en alguna película. Y ese ha sido el caso la otra tarde viendo una peli francesa de 2016, “Un doctor en la campiña” (Médecin de campagne).



El libro que aparece en la película es el “Diario de un joven médico” de Mihail Bulgákov, al que conocí y leí por culpa de “El maestro y Margarita” que fue una de las lecturas (alucinante!!) del viaje a Moscú de hace un par de años. 

En la peli, el médico que trabaja en la campiña francesa regala el libro de Bulgakov a la joven colega que llega para ayudarle cuando le detectan una enfermedad. Viene muy a cuento, sin duda. 

Un doctor en la campiña
Dirección: Thomas Lilti
Reparto:François Cluzet, Marianne Denicourt, Christophe Odent, Patrick Descamps
Duración: 102 min.


Toda la gente de esta pequeña zona rural puede contar con Jean-Pierre (François Cluzet), el médico que les ausculta, les cura y les tranquiliza a cualquier hora del día, durante los siete días de la semana. Enfermo también a su vez, acepta la llegada de la doctora Nathalie (Marianne Denicourt) recién llegada de su trabajo de hospital para que le ayude. Pero, ¿se las arreglará para adaptarse a esta nueva vida y, sobre todo, a conseguir el reto de sustituir a aquel que se creía irremplazable? (Fotogramas)




Recomendables ambos, la peli y el libro. 

viernes, 22 de diciembre de 2017

Un cuento de Navidad diferente


“El cuento de Auggie Wren”, Paul Auster
“Auggie Wren’s Christmas Story”



Una cartera perdida, una anciana ciega y una cena de Navidad...

Hace años que encontré este libro tan curioso en la Biblioteca Pública de Badajoz. Andaba buscando algo de Paul Auster, aunque no recuerdo qué, y por su forma, sobresalía de los demás, me llamó la atención y lo traje a casa.


Es muy cortito, es un libro ilustrado que se lee en un momento, pero que tiene su enjundia. Paul Auster cuenta en el relato como The New York Times le había encargado un cuento de Navidad  para ser publicado el 25 de diciembre de 1990, como así fue. Quiere hacernos creer que no tiene ni idea de como escribir un cuento de Navidad, "¿Qué sabía yo de la Navidad?" Además, no podía ser “sentimental”, lo cual dice que es “una contradicción en los términos, una imposibilidad, una paradoja pura y simple”.



Su estructura resulta ser un juego de lo más interesante entre narrador, protagonista y autor, que es también el receptor, pues el autor es amigo del hombre que le cuenta la historia. Vamos, un enredo de lo más peculiar, una historia dentro de otra historia.



Esta bonita edición la publicó Lumen en 2003 con ilustraciones de la argentina ISOL (Isol Misenta) y en 1995 Paul Auster participó como guionista en la peli que se hizo con el cuento y que se tituló Smoke:



Llevaba años para escribir sobre este libro, así que ya está!! 


Sinopsis
Un día, Paul Auster recibe el encargo del New York Times en 1990 de escribir un cuento navideño. Abrumado por la tarea decide que la narración que escriba huirá de la común sensiblería que impregna esa época. En busca de inspiración, sale a pasear y acude al estanco de Brooklyn regentado por su amigo Auggie Wren, un peculiar fotógrafo que retrata, diariamente, la misma esquina del barrio y el paso del tiempo. El es quien le vende los puritos holandeses que le gusta fumar a Auster y quien le cuenta la historia para su cuento, que comienza con el hallazgo casual de una cartera perdida…

Navidad 2017 ¡Disfrútenlo!

martes, 5 de diciembre de 2017

Escritores de viaje en tren.

El viaje y el escritor: Europa 1914-1939

Museo de Arte Contemporáneo Centro Culturall Conde Duque Madrid

¡Cómo me gustan los trenes! Recuerdo los viajes Madrid-Badajoz en el tren nocturno algún fin de semana cuando venía a visitar a mis padres. El lunes llegaba por los pelos a la escuela, en el Barrio de Hortaleza, donde pasé mis primeros tres años como maestra, hace ya demasiados.

Y ahora, para vivir en Badajoz, lo de amar el tren tiene algo de masoquismo, porque tenemos unos trenes a prueba de toda la paciencia de la que se pueda hacer acopio (#TrenDignoYa). El tren ha sido siempre para mí algo especial y sobre todo las estaciones, esas antiguas de hierro y cristal. Las estaciones con el hall lleno de humo, cortado por los silbidos del tren y la aglomeración de pasajeros que van y vienen. 




Estas estaciones de tren ya sólo se ven en las películas... y en la exposición a la que hace unos meses asistí en el Museo de Arte Contemporáneo del Conde Duque de Madrid: El viaje y el escritor: Europa 1914-1939.



La idea era del historiador Fernando Castillo y las pinturas de Damián Flores y consistía en los retratos de una serie de escritores, en distintas estaciones de ferrocarril de las principales ciudades europeas. Muestran “la existencia de una red cultural entre las principales ciudades del continente europeo en la época de entreguerras, época de profundas transformaciones políticas, sociales y artísticas”.


Hay unos buenos pocos: Pessoa en la de Lisboa, Kafka en Praga, Bulgakov y Chaves Nogales en Kiev… y así hasta cuarenta y cinco escritores. Son pinturas de pequeño tamaño, pero de lo más detallista. Me gustó mucho, lástima que ya terminó la exposición. Llego tarde para contarlo, pero aquí dejo el enlace al documento que acompañó a la exposición y que es muy interesante. Y puede que algún día pueda a asistir a alguna de las conferencias que sé que están dando Fernando Castillo y Damián Flores a propósito de la exposición.