Mostrando entradas con la etiqueta Cine. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cine. Mostrar todas las entradas

jueves, 4 de enero de 2018

Un libro en una peli: Diario de un joven médico

Me emociona encontrar algún libro que me ha gustado dentro de otro libro, como me ocurrió con “En la calle” de Miguel Blanco. Y también me gusta encontrar libros en alguna película. Y ese ha sido el caso la otra tarde viendo una peli francesa de 2016, “Un doctor en la campiña” (Médecin de campagne).



El libro que aparece en la película es el “Diario de un joven médico” de Mihail Bulgákov, al que conocí y leí por culpa de “El maestro y Margarita” que fue una de las lecturas (alucinante!!) del viaje a Moscú de hace un par de años. 

En la peli, el médico que trabaja en la campiña francesa regala el libro de Bulgakov a la joven colega que llega para ayudarle cuando le detectan una enfermedad. Viene muy a cuento, sin duda. 

Un doctor en la campiña
Dirección: Thomas Lilti
Reparto:François Cluzet, Marianne Denicourt, Christophe Odent, Patrick Descamps
Duración: 102 min.


Toda la gente de esta pequeña zona rural puede contar con Jean-Pierre (François Cluzet), el médico que les ausculta, les cura y les tranquiliza a cualquier hora del día, durante los siete días de la semana. Enfermo también a su vez, acepta la llegada de la doctora Nathalie (Marianne Denicourt) recién llegada de su trabajo de hospital para que le ayude. Pero, ¿se las arreglará para adaptarse a esta nueva vida y, sobre todo, a conseguir el reto de sustituir a aquel que se creía irremplazable? (Fotogramas)




Recomendables ambos, la peli y el libro. 

martes, 31 de octubre de 2017

El Cementerio de Burdeos

Hace años que heredé de mi padre el oficio de cuidar de los nuestros en el cementerio. Es algo que hago con regularidad y con agrado a lo largo del año. Así que toca ahora, en estos días en los que llega noviembre, arrear los trastos de limpieza y poner flores nuevas.

Me reconozco en Julián Quintanilla y las visitas al Cementerio de San Juan  de Badajoz que nos cuenta en su peli “El mundo entero”. Para mí, resulta reconfortante mantener ese lazo de unión con los que ya no están. 

El mundo entero, con Loles León
"El mundo entero" Julián Quintanilla (2016)


Y cuando viajo también me gusta visitar los cementerios. Son lugares tranquilos que, sin embargo, hablan y nos cuentan historias. No hay nada siniestro en todo esto, no tengo un lado gótico, simplemente eres testigo de la historia. 

Hoy estaba recordando el último que visitamos este año. Fue un poco a la carrera, veníamos de pasar el día en la Duna de Pilat y llegábamos a Burdeos con la hora justa antes de que cerraran el Cementerio de la Chartreuse. Nos veníamos al día siguiente, así que era la única ocasión de visitar la tumba de Flora Tristán a quien conocí en un viaje anterior a Burdeos. Flora Tristán es toda una figura del movimiento feminista y del movimiento obrero de los de verdad, de hace 200 años!! y merece ser recordada y leída.

Eran unos minutos antes de que cerraran, sobre las cinco de la tarde,  con un calor mas propio de Badajoz que de Burdeos y haciendo poco caso (mas bien ninguno) al encargado que nos decía que estaban cerrando, corrimos hasta encontrar la tumba de Florita. Se lo debía.

Tumba de Flora Tristán 

Estábamos lejos de la salida, así que otro trabajador del cementerio se ofreció amablemente (pensé que tenía prisa por cerrar) a llevarnos a la salida, montados en una especie de buggy como los que usan en los campos de golf, o para acarrear turistas. La verdad es que tampoco tendría mucha prisa el señor, porque cuando supo que éramos españoles se empeñó en dar un rodeo y llevarnos a ver el Memorial de Goya. Es un cenotafio, que recuerda su enterramiento original, antes del ajetreo de tumbas que se trajo hasta llegar a la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid, eso si, después de haber perdido la cabeza. ¡Qué cosas!


Cenotafio junto al primer enterramiento de Goya
Cementerio de la Chartreuse, Burdeos

Así que, sí, me gusta visitar los cementerios, me reconforta su silencio. Y sé que somos muchos, porque hasta el Consejo de Europa tiene una “Ruta Europea de los Cementerios” Ahí es ná!!










miércoles, 4 de octubre de 2017

En el cine, versión original

Ayer viví un experiencia única, al menos para mí: estuve sola en el cine. Si, sola en la sala de un cine comercial. No es que no me acompañara nadie, es que no había nadie más en la sala. Me pareció un poco desasosegante al principio, pero disfruté de la película como nunca. Yo, que estoy siempre protestando por las palomitas, los móviles, o porque la gente no para de comentar la peli como en el salón de su casa…; por no hablar de los que entran y salen veinte veces durante la película.

No había nadie...

Esto no deja de ser una tontuna, pero me hizo pensar. Y es que delante de mí, en la cola para sacar entradas para la misma película a la que yo iba, había unas personas que se dieron la vuelta al comprobar que era en versión original. No puedo comprenderlo, pues no hay delicia mayor que escuchar las voces de los actores en su idioma. Si, ya sé hasta que te acostumbras cuesta trabajo leer los subtítulos, que los actores de doblaje españoles son muy buenos y que es un nicho de empleo que da trabajo a un montón de trabajadores, bla bla bla…, pero a mí me gusta ver las pelis en VOSE. 

Además, si nuestros niños se acostumbraran, tendrían mas facilidad al aprender las lenguas extranjeras, una tarea pendiente de nuestro sistema educativo. 


domingo, 17 de septiembre de 2017

La memoria de Julio Llamazares

Me gusta leer la columna semanal de Julio Llamazares en El País. Me gusta leer a Llamazares desde su “Luna de lobos” allá en los ochenta. Y en el artículo de esta semana, "La memoria" (16-09-2017), ha salido el Llamazares más auténtico, porque el asunto de “los paisajes sumergidos” y “las ruinas de los pueblos que sucumben al agua” es lo suyo. Haber nacido en uno de esos pueblos es una marca y además de agua. El artículo habla de la memoria, pero sobre todo del olvido.



Publicación de "Del Oeste Ediciones"
Los libros del Oeste Ilustrados


Y como una cosa lleva a otra y a mí casi todo me lleva a un libro, he hecho memoria de mi olvido y he recordado un libro precioso de Julio Llamazares de una pequeña gran editorial que existió en Badajoz, “Del Oeste Ediciones”, bajo el inestimable manto de Indugrafic. Y he vuelto a leer “Retrato de bañista” (1995) con fotos de Agustín Berrueta. En realidad, “Retrato de bañista” es un guión cinematográfico a partir de un poema con el mismo título que había sido publicado en alguna recopilación. 

Me picó la curiosidad y he buscado la película en cuestión que es “El filandón” de 1985, dirigida por José María Sarmiento. Me ha parecido muy curiosa porque reúne a cinco escritores leoneses en torno a una fogata para hacer un filandón, esa bella y perdida costumbre de reunirse después de cenar para contar historias. Así, cinco grandes de nuestra literatura como son José María Merino, Luis Mateo Diez, Antonio Pereira, Pedro García Trapiello y Julio  Llamazares cuentan cada uno su filandón. El de Llamazares es este “Retrato de bañista”. El decorado es un fantasmagórico lugar, las ruinas de Vegamián pueblo leonés donde nació  Llamazares y que había resurgido desde el fondo del embalse, como está pasando estos días con la sequía. 

Julio Llamazares está siempre listo para hacer visible la despoblación de la “España vacía”. Gracias.







sábado, 22 de julio de 2017

A Tarantino le gusta Modestie Blaise

Se me acumula el trabajo porque una cosa me lleva a otra y no me dan tregua. Y… ¡vaya casualidad que casi todo me hace aterrizar en un libro!



La cosa es que hace unos días han reestrenado “Pulp Fiction” en las salas comerciales. La excusa es los 25 años de Tarantino en el cine. No fue con esta peli, fue con “Reservoir Dogs”, pero les parecería que ésta iba a tener más tirón. Y claro, allí nos plantamos en los Cines Conquistadores de Badajoz. Pantalla grande, versión original, poquita gente y silenciosa. Todo un lujo. Además, como casi todos los espectadores eran gente muy joven, me sentí aliviada pues pensé que no todo estaba aún perdido. 


La peli me gustó mucho, más aún que las otras veces que la había visto.  Me pareció más divertida y más inteligente aún si cabe. Así que poco más se puede decir de Pulp Fiction “a estas alturas de la película”.

Pero lo que iba a contar es la lectura a la que me llevó Pulp Fiction. Tengo la costumbrita..., no sé si buena o mala, de leer todo lo que se me pone a tiro. Por eso, no se me escapó el título de la novelita que John Travolta / Vincent Vega estaba leyendo en dos momentos: en una ocasión sentado en un retrete y en otra, saliendo de otro retrete. Me llamó la atención: MODESTY BLAISE y me puse en modo “caza y captura”.


Modesty Blaise nació como tira cómica en el diario londinense Evening Standard, para ser una réplica femenina de James Bond. Era el año 1963 y tanto en el cine como en los cómics se habían puesto de moda los agentes secretos a cuento del espionaje en la Guerra Fría. Las historietas duraron hasta 2002. ¡¡¡Exitazo total!!!

Modesty Blaise en los 50 años de su publicación
Primera novela de la serie

Lo que Vincent Vega y yo hemos leído es la primera novela que surgió de esas viñetas y me ha entretenido este verano. Pero Modesty Blaise es más que una réplica de 007. Tiene un pasado difícil, nada que ver con el señorito Bond; sabemos que apareció sola en un campo de refugiados en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial (¡qué actual, no?) y que su autor, Peter O’Donnell, se basó en una niñita real que conoció en la guerra. Modesty aprendió a sobrevivir, a luchar y a defenderse, llegando a liderar una organización criminal, “La Red”, que le dio dinero suficiente par darse la gran vida retirada del mundo de la delincuencia.

Modesty es inteligente, fuerte, ágil, sigilosa, con una gran capacidad mental y de lucha. Es guapa, joven y sexy. Pero, sobre todo, es independiente y carece de la sumisión que tienen otros personajes femeninos de la época. En las historietas del periódico y en las novelas es reclutada junto a su compañero y sólo amigo, Willie Garvin, por el Servicio Secreto británico. Así y todo, ella va a su bola y hace lo que le da la gana. 

Un detalle, no bebe Dry Martini, ni agitado ni removido, bebe tinto de la casa. ¡Me encanta! Y ahora que hablan de Charlize Theron como posible 007 femenina, es momento de rescatar a Modesty Blaise.

Ha sido una lectura curiosa.


Película de 196e con  Monica Vitti, Terence Stamp, Dirk Bogarde,
La peli no me ha gustado mucho, demasido pop y psicodélica.

Badajoz, julio de 2017


jueves, 15 de junio de 2017

Jonas Mekas en Madrid

Si yo estuviera hoy en … Madrid, y a pesar del calor que hace, no me perdería a Jonas Mekas por nada del mundo. Es cierto que hace mucho calor y la hora, las 16:30 en Madrid, no es de lo más apetecible, pero Mekas lo merece.




Este lituano-neoyorkino y ciudadano del mundo es todo un personaje, que con 94 años está lleno de vida y de proyectos. Cineasta, músico, poeta y un montón de cosas más,  no para nunca, va siempre con su cámara en el bolsillo (de ahí su cine-diario). Es un gustazo escucharlo cuando da su particular visión de la vida, del cine, o de los refugiados. Y de refugiados sabe un rato, pues tuvo que huir de su Lituania natal en 1944.

Esta tarde presenta su libro “Cuaderno de los sesenta. Escritos 1958-2010”  que Caja Negra Editora acaba de publicar. Sólo he leído las primeras páginas que ofrece la editorial como enganche y tiene muy buena pinta. Por el libro circulan personajes de lo más interesante: Andy Warhol, John Cage, Pasolini, Susan Sontag, John Lennon y Yoko Ono, Burroughs…



La presentación forma parte de una mesa redonda del Festival Internacional de Cine FILMADRID en el Museo CAV La Neomudéjar. Yo, viviendo en Badajoz, me lo voy a perder. Pero me conformo con haber escuchado la entrevista que Javier Tolentino le hizo para “El Séptimo vicio” de Radio 3 y haber leído el artículo de Elsa Fernández Santos en El País

Recomendado para tomar aire fresco.


Badajoz, 15 de junio de 2017






lunes, 22 de mayo de 2017

Cannes vs. Netflix

La prensa va cargadita estos días con la polémica del Festival de Cine de Cannes con Netflix, la plataforma de vídeo bajo demanda. Sus estrategias comerciales se escapan a mis entendederas, pero todo este asunto me ha hecho pensar en el tema "cine y ciudad mediana" como Badajoz.



Ayer también he leído un artículo de Jesús Mota en El País (21-05-2017). Su título es de lo más clarito: "El cine es silencio, oscuridad y una pantalla grande".  Estoy de acuerdo con él porque me gusta ver una peli en pantalla grande y en silencio. ¿Silencio? Pero si es un horror ir al cine comercial los fines de semana!! La gente comenta la peli en voz alta, como si estuvieran en el salón de su casa, leen el Whatsapp con el consiguiente fogonazo en la cara o salen al baño o a por más palomitas. Total, una desazón que te quita las ganas de ir al cine.

Pues si, me gusta ver cine en pantalla grande, claro. Así que cada viernes leo con gran interés en la prensa los estrenos de la semana. Pero cuando busco la cartelera de mi ciudad, encuentro que ninguna de las pelis que me apetece ver aparecen  por aquí. Sólo de vez en cuanto aterriza algo que merece la pena en el desierto que es el cine comercial en Badajoz.

Nos salva el COC, donde la Filmoteca de Extremadura y el Cine Club del Ayuntamiento nos dan un respiro con ese otro cine que nos gusta, en pantalla "casi grande" y en V.O. Así que cuando leo toda esa polémica de Netflix con Cannes y bla bla bla..., sólo pienso que gracias a esas plataformas puedo ver en casa el cine que me gusta, aunque la pantalla no sea tan grande.

De todas formas, y sin ánimo de hacer publicidad, a mí me gusta más el catálogo de Filmin


Badajoz, 22 de mayo de 2017


jueves, 11 de mayo de 2017

Tomar Once en Chile



¿Que cómo se come en Chile? 

¡¡De maravilla!! Bueno, se come “rico” como dirían por allí. Y se bebe aún mejor: los vinos, la cerveza y el pisco sour…  no puedo decidir qué es mejor… Reconozco que tengo una auténtica devoción por el comer, por el buen comer sobre todo y en nuestro viaje a Chile 2017 hemos podido dar buena cuenta de ello. 



Merienda con su té y panecillos calientes

Además de tremendamente rico, me encantan lo sonoros que son los nombres de las comidas… Me han gustado las sopaipillas, el chancho en piedra, las empanadas de pino, el pastel de choclo, el chupe de centolla, … 




Hornos en la carretera de Temuco a Pucón



Otro día contaré sobre estas comidas y otras más de las que hemos disfrutado, pero hoy he quedado con unas amigas a merendar aquí en mi tierra, en Badajoz, y me he acordado de que eso en Chile se llama “Tomar once”. Y me encanta. 

“Tomar once” es una merienda, con su té o café y panecillos calentitos con mantequilla, mermelada o palta (aguacate). 



Hornos en la carretera de Pucón



Y en nuestra escapada a conocer los bosques chilenos me encantó "tomar once" con nuestros amigos Yoli y Juan en la cabaña de Pucón. Tomábamos once con nuestro “tesito" y el pan amasado que comprábamos en la carretera, donde encuentras un horno sacando "pan amasado" calentito a cada rato. 


Y a propósito de "tomar once" he sabido de una peli de 2015, bueno quizás sea un documental, sobre unas octogenarias que llevan "tomando once" una vez al mes desde hace 60 años. Se llama "La Once", de Maite Alberdi, la nieta de una de las protagonistas. Es bien curiosa. 





Pilar Otano
Badajoz, mayo 2017

domingo, 23 de abril de 2017

"El invierno", cine argentino del bueno



A Punta Arenas habíamos llegado justo a tiempo de visitar el Rainbow Warrior III, el barco de Greenpeace, pero a El Calafate llegamos un poco tarde. 



Llegamos justo un día tarde, porque ayer proyectaban (bueno, proyectaron) una peli de 2016, “El invierno” dirigida por Emiliano Torres, que ha tenido un montón de premios por medio mundo. Ha debido ser un estreno emotivo y cercano, pues ha sido rodada en El Calafate y en El Chaltén (la proyectaron el viernes también allí). El director acudió al estreno en el Centro Cultural El Calafate para dialogar con los vecinos y agradecer su colaboración. 

 “El invierno” refleja la vida de la Patagonia profunda y toca temas de muy adentro como la ambición, el desarraigo o la soledad: 

“El viejo capataz de una estancia patagónica es despedido de su trabajo. Un peón más joven toma su lugar. El cambio no será fácil para ninguno de los dos. El paisaje se cubre de blanco, la nieve y el viento aíslan por completo el lugar y ya no se trata de trabajar o de vivir, sino de resistir. Cada uno a su manera deberá resistir al siguiente invierno.”

La Patagonia aparece aquí no sólo como el espléndido escenario turístico que conocemos, sino que muestra lo complicado que es el invierno y la dureza de la vida de los trabajadores de las estancias.

No llegamos a tiempo para verla, así que me la apunto en mi “To Do List” de este invierno, bueno de este verano, que me hago unos líos con lo del invierno austral que yo que sé!!


El Calafate, 26 de marzo de 2017


martes, 13 de septiembre de 2016

Chagall en Málaga

... y otras historias!!!

Cuando un edificio cambia de uso, el resultado no siempre es acertado desde mi punto de vista. Pero hay ocasiones en que lo clavan. Es el caso del edificio de la antigua “Real Fábrica de Tabacos” (La Tabacalera) de Málaga que se ha transformado en museos y otros centros culturales.

Museo Ruso en la Tabacalera de Málaga
Museo Ruso en La Tabacalera de Málaga


El edificio, construido en la década de 1920, es una “muestra malagueña del estilo regionalista”. En Tabacalera está la  Colección del Museo Ruso de San Petersburgo, bueno, su sede de Málaga. Es todo un lujo tener a nuestro alcance, ahí, cerquita de la playa malagueña, un museo tan monino. Todo está nuevo, lleva poco tiempo abierto, y es muy interesante. Estos días hemos podido ver la exposición temporal “Chagall y sus contemporáneos rusos”.



Me gusta siempre elegir una obra, mi ganadora en cada exposición, y en este caso la ganadora es…. “Paseo” que Marc Chagall pintó en 1917. Me gusta mucho y me quedé fascinada por la magia del color, las formas geométricas del paisaje y la disposición de las figuras: la mujer del cuadro, su mujer y musa Bella, volando como si fuera una cometa unida a la mano de su enamorado, los dos con cara de tontitos.

Paseo, Marc Chagall (1917)

Esta pintura tiene su casa en San Petersburgo, así que ha sido un lujo poderlo ver por estas tierras. 

Y una cosa me ha llevado a otra, porque mientras estaba en la exposición de Chagall me vino a la cabeza una historia que había escuchado hacía tiempo. Es la historia del periodista estadounidense Varían Fry, que ayudó a salir de la Francia de Vichy a numerosos intelectuales, muchos de ellos judíos, como Chagall.

Comité de Rescate de Urgencia
Varian Fry,  el Schindler de los intelectuales europeos


Un buen grupo de refugiados habían huido al sur de Francia en 1940 para evitar ser capturados por los Nazis. Artistas, disidentes políticos, intelectuales y escritores intentaban huir de un acuerdo por el que Francia estaba obligada a entregar a la Gestapo a  todo extranjero o sospechoso, y por supuesto a los judíos. 

Así que, en Nueva York, amigos y colegas de algunos de ellos se reunieron para crear un “Comité de Rescate de Urgencia”. El periodista Varian Fry, el "Schindler de los intelectuales europeos", fue el encargado de hacer todas las trampas habidas y por haber para sacar de Francia a miles de personas, entre las que se encontraban nuestro Chagall, Alma Mahler o André Breton. En unas maletas viajaron las partituras de la "Novena sinfonía" de Mahler. 

Varian's War
La guerra de Varian (2001)

Toda una historia que a mi me parece fascinante. Hay una peli que lo cuenta, “La guerra de Varian”. No he sido capaz de dar con ella en ninguna de esas plataformas digitales donde vemos las pelis hoy en día. Espero encontrarla algún día, mientras tanto, ahí va el trailer de "Varian's War"

Esta visita al "Museo Ruso" ha sido la guinda al fantástico viaje que hemos hecho este año a Moscú

Málaga, septiembre de 2016