LA VÍSPERA DE CASI TODO
Victor del Árbol
Premio Nadal 2016
Editorial: Destino
416 páginas
Pues sí, a mí sí me ha gustado “La víspera de casi todo”. Y mucho. La primera razón es porque ha sido capaz de remover mis sentimientos.
Y me ha gustado porque es una novela de trauma, en el sentido mas freudiano del término. Traumas de la infancia y heridas psicológicas ocultas de una dictadura a las que se enfrentan los personajes, pero contra las que luchan apoyados siempre en alguien o en algo.
Por ejemplo, Dolores y Paola comparten el dolor de la pérdida de una hija. Paola y Germinal se ayudan mutuamente; Paola evita que Germinal se suicide y éste la ayuda a suavizar su pérdida cuando le entrega el diario del “hombrecillo” y ella arranca las hojas y las echa al mar: ¡precioso!
Germinal saca de dentro (freudiano todo…) su violación cuando niño y ello le une para siempre con Eva. Paola ayuda a Daniel a salir de su “ensoñación", liberándose de la única manera posible. Daniel ha sido el enfermo mental al que no se trata y cuya enfermedad se enroca.
Todos los personajes comparten una pérdida aunque no todos son capaces de gestionarla de la misma manera. A Mauricio le consume la pérdida de La Pecosa y se calma cuando encuentra a Oliveiro y hablan, hablan, hablan….. El gran poder de la palabra, que me parece una metáfora grandiosa. Y qué a cuento viene Gelman!!! He encontrado una carta de Gelman a su nieto que viene al pelo para Mauricio
Carta abierta a mi nieto Juan Gelman (1930-2014)
Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste...
Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.
Escrita en 1995 y publicada en Brecha, el 23 de diciembre de 1998
Me gusta “La víspera de casi todo” porque ha puesto ante mis ojos acontecimientos históricos que han sido capaces de poner boca abajo la vida de los personajes. Y lo ha hecho con maestría, enlazando situaciones de conflicto y sus consecuencias. Por ejemplo, la locura del padre de Germinal procedente de la guerra civil española, de haber sido maqui y haber estado en el monte. Las visitas de Germinal niño a la cárcel y su encuentro con el otro hombrecillo provocan un trauma, que resuelve al enfrentarse al caso de Amanda. A su manera, un poco especial, pero lo resuelve.
Y me gusta que traiga a colación la dictadura militar argentina y los traumas que provoca el terrorismo de estado de aquellos años en Argentina (la segunda guerra mundial y nuestra guerra civil la trató en “Un millón de gotas”, así que ha hecho bien en irse al sur). Sigo pensando que hay que hacer pedagogía con estos temas y las novelas cumplen el papel de enseñar. Como cuando relata la famosa Noche de los lápices, cuando se llevaron por delante a toda una generación de artistas (por eso la Pecosa tenía que ser escultora?)
Y la lectura y la escritura como poder sanador. El diario del hombrecillo sirve para su redención y de hilo que recorre toda la novela sirviendo de salvavidas a Eva y a Germinal; y el libro de Gelman pasando de bolsillo a bolsillo, ….
Va relatando todo a cuentagotas, introduciendo la historia de los personajes de manera que estás deseando seguir leyendo para saber más de ellos. Todo sucede en una noche y va haciendo saltos hacia atrás para que comprendamos el por qué de lo que ha sucedido. Adornando en el buen sentido de la palabra adorno con música y literatura. Magistral el Hurt de Johnny Cash que acompaña a Paola en su huida/liberación: “Si pudiera volver a empezar a un millón de millas de aquí, cuidaría de mi, encontraría un camino…”