Se me acumula el trabajo porque una cosa me lleva a otra y no me dan tregua. Y… ¡vaya casualidad que casi todo me hace aterrizar en un libro!
La cosa es que hace unos días han reestrenado “Pulp Fiction” en las salas comerciales. La excusa es los 25 años de Tarantino en el cine. No fue con esta peli, fue con “Reservoir Dogs”, pero les parecería que ésta iba a tener más tirón. Y claro, allí nos plantamos en los Cines Conquistadores de Badajoz. Pantalla grande, versión original, poquita gente y silenciosa. Todo un lujo. Además, como casi todos los espectadores eran gente muy joven, me sentí aliviada pues pensé que no todo estaba aún perdido.
La peli me gustó mucho, más aún que las otras veces que la había visto. Me pareció más divertida y más inteligente aún si cabe. Así que poco más se puede decir de Pulp Fiction “a estas alturas de la película”.
Pero lo que iba a contar es la lectura a la que me llevó Pulp Fiction. Tengo la costumbrita..., no sé si buena o mala, de leer todo lo que se me pone a tiro. Por eso, no se me escapó el título de la novelita que John Travolta / Vincent Vega estaba leyendo en dos momentos: en una ocasión sentado en un retrete y en otra, saliendo de otro retrete. Me llamó la atención: MODESTY BLAISE y me puse en modo “caza y captura”.
Modesty Blaise nació como tira cómica en el diario londinense Evening Standard, para ser una réplica femenina de James Bond. Era el año 1963 y tanto en el cine como en los cómics se habían puesto de moda los agentes secretos a cuento del espionaje en la Guerra Fría. Las historietas duraron hasta 2002. ¡¡¡Exitazo total!!!
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Primera novela de la serie |
Lo que Vincent Vega y yo hemos leído es la primera novela que surgió de esas viñetas y me ha entretenido este verano. Pero Modesty Blaise es más que una réplica de 007. Tiene un pasado difícil, nada que ver con el señorito Bond; sabemos que apareció sola en un campo de refugiados en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial (¡qué actual, no?) y que su autor, Peter O’Donnell, se basó en una niñita real que conoció en la guerra. Modesty aprendió a sobrevivir, a luchar y a defenderse, llegando a liderar una organización criminal, “La Red”, que le dio dinero suficiente par darse la gran vida retirada del mundo de la delincuencia.
Modesty es inteligente, fuerte, ágil, sigilosa, con una gran capacidad mental y de lucha. Es guapa, joven y sexy. Pero, sobre todo, es independiente y carece de la sumisión que tienen otros personajes femeninos de la época. En las historietas del periódico y en las novelas es reclutada junto a su compañero y sólo amigo, Willie Garvin, por el Servicio Secreto británico. Así y todo, ella va a su bola y hace lo que le da la gana.
Un detalle, no bebe Dry Martini, ni agitado ni removido, bebe tinto de la casa. ¡Me encanta! Y ahora que hablan de Charlize Theron como posible 007 femenina, es momento de rescatar a Modesty Blaise.
Ha sido una lectura curiosa.
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La peli no me ha gustado mucho, demasido pop y psicodélica. |
Badajoz, julio de 2017