Me encanta la gente que se divierte jugando. No cuando te juegas los cuartos en los casinos, en las apuestas por Internet o así, no. Me gusta la gente que cuando se reúne juega a alguno de esos juegos de mesa tan entretenidos. Por ejemplo, yo soy super fan del Rummy.
Hace unos día hemos estado en Logroño y me llevé una grata sorpresa cuando unos amigos lugareños nos llevaron a tomar la consabida copa de después de la cena a un sitio bien curioso. Me resultó interesante la decoración, con carteles y fotos de actores (algunos que habían pasado por el local) y etiquetas de bebidas en las mesas y en el techo. Tenían buena música y había todo tipo de público.
Era el Café Bretón, frente al Teatro Bretón. Tienen hasta un premio literario y un Festival de Cortos, “Sueños en corto”.
Hasta aquí genial!, pero lo mas de lo mas fue cuando me percaté de que en todas las mesas pasaba algo. En unas jugaban al ajedrez, en otras a las cartas, a las damas o al Trivia. ¡Una pasada! El ambiente era de lo más agradable. Es una idea a copiar, esto de tomar una copa de manera diferente.
Me hizo recordar a un grupo de señores en un parque de Brasov (Rumanía) este verano. Había mesas y bancos de piedra dispuestos para el juego. Había tableros de ajedrez, pero también había un grupo jugando al Rummikub, ¡mi favorito!! En Badajoz sólo he visto jugar al ajedrez en los parques de vez en cuando que organizan algún evento. Así que me emocionó ver como pasaban el rato esos otros lugareños. Bien barato y con alimento para la mente.
Brasov, julio 2015 y Logroño, enero 2016