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martes, 19 de marzo de 2019

Una biblioteca especial, de mujeres

Sin ellas, la historia no está completa

Saramago llamaba a su casa de Lanzarote uma casa feita de livros. Lo he recordado hoy cuando he visitado otra casa que también está hecha de libros; tiene libros por todos los rincones la casa de mi amiga Esperanza Marina.

Rosa Chacel
Rosa Chacel

Las mujeres de la Generación del 27
Sin ellas, la historia no está completa

Esperanza ha sido bibliotecaria en la Universidad de Extremadura, bueno lo sigue siendo a pesar de estar jubilada porque ser bibliotecaria es para siempre, así que sigue manteniendo una apasionada devoción por los libros. Además, es que los libros que atesora en su casa son muy especiales; tiene una colección de 2500 libros escritos por mujeres españolas. Lo tiene todo perfectamente organizado, lo da el oficio, claro, y documentado, con un montón de datos de cada uno.

En varias ocasiones he encontrado a Esperanza con su iPad escudriñando una librería de segunda mano que hay en Badajoz, donde siempre encuentra (bueno, encontramos) algo interesante. Pero me la imagino también en las librerías de viejo de Madrid, o a la caza de algún tesoro, que sé que tiene, en los catálogos de Internet donde puedes encontrar alguna edición tentadora. 

Las sinsombrero en Badajoz


Tenía allanado el terreno cuando llegué, pues había entresacado de sus estanterías una serie de libros que me iban a deslumbrar. Allí estaban casi todas, casi todas esas mujeres que fueron silenciadas durante demasiado tiempo. Escritoras que brillaron en la Generación de 27, pero que nunca aparecieron en los libros de literatura con los que yo estudié. Las sinsombrero. Allí, en la mesa de la sala de estar de Esperanza, estaban Rosa Chacel, Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre, María Teresa León… Fue un encuentro emocionante que agradezco a Esperanza. 


Ernestina de Champourcín
Ernestina de Champourcín
Concha Méndez
Concha Méndez
Josefina de la Torre
Josefina de la Torre

No me extraña su entusiasmo. Es la digna nieta de todo un bibliotecario de la Biblioteca Nacional de España, don Manuel Serrano y Sanz, que con sus Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas, en 1903, lanzó a su nieta el testigo que ésta ha sabido recoger para hacer las delicias de muchos como yo que amamos los libros y las bibliotecas, y que reivindicamos la lectura de las mujeres olvidadas de nuestra literatura. 



puntes para una biblioteca de escritoras españolas Don Manuel Serrano Sanz
Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas
Don Manuel Serrano Sanz


Badajoz, marzo de 2019







domingo, 19 de abril de 2015

La biblioteca de Riga

Otra de mis manías: las bibliotecas
La biblioteca de Riga

El verano de 2014 visitamos los dos países bálticos que no conocíamos: Letonia y Lituania (hace diez años habíamos estado en Estonia). Uno de los lugares que me apetecía conocer era la  Biblioteca Nacional de Letonia en Riga; un poco por mi manía de conocer las bibliotecas de los lugares a donde viajamos (aunque también tengo predilección por los mercados, cementerios y librerías).




La Biblioteca de Riga era un edificio nuevo, recién estrenado unos meses antes. Su inauguración en enero había sido el pistoletazo salida para celebrar que Riga iba a ser la Capital  Europea de la Cultura en 2014. 

Vista de la biblioteca desde el río Dauga
Y este inicio fue llevado a cabo mediante una acción simbólica colectiva: una cadena humana de libros. Quince mil vecinos de Riga pasearon por la ciudad los libros que hasta entonces habían estado localizados en los ocho edificios que conformaban la antigua Biblioteca Nacional. Este paseo los llevó hasta su nueva y moderna sede, un edificio precioso, muy original y lleno de luz a la orilla del río Dauga.






domingo, 16 de abril de 2017

Punta Arenas, la ciudad feliz

Chile es el país más feliz de Sudamérica. Lo dice un estudio que he leído estos días. Y  que Punta Arenas debe ser el más feliz de Chile lo digo yo, y estoy segura. Bueno, la verdad es que también lo dice otro estudio, que es más fiable que mi opinión. Mi opinión la había basado en lo que la gente me ha contado estos días y en las sensaciones vividas en la ciudad. 

Monumento a Magallanes en los 400 años de su llegada

Punta Arenas está en la otra punta, en el extremo más austral de Chile en el Estrecho de Magallanes. Desde España, está muy, pero que muy lejos. Después de las trece horas de vuelo desde Madrid a Santiago, hay que pasar otras tres horas de avión para recorrer los tres mil kilómetros que las separan. Es una ciudad media (unos 120.000 habitantes) y con una gran extensión pues sus viviendas son de una sola planta. 

En el pasado tuvo algo de mala fama. José María Borrero cuenta en su libro “La Patagonia trágica”, de 1928 que fue “centro de operaciones de los piratas que han asolado la Patagonia hasta hacerse dueños absolutos”. También fue una ciudad “destinada en su creación por el gobierno de Chile a presidio y residencia de deportados” (p.22). Pero hoy es una ciudad tan segura que no ves rejas en ninguna ventana. Es también un lugar muy limpio y tranquilo, y las personas con las que hemos hablado dicen que es el lugar perfecto para vivir. Valoran mucho que no haya atascos ("tacos" lo llaman, me hace gracia), que se pueda caminar a cualquier parte…  Creo que una de las razones para tanta felicidad está en que todo el mundo tiene trabajo, no hay casi desempleo, no llega al 3% . Esa cifra se considera “pleno empleo” y eso vale mucho.

Pateando las calles de Punta Arenas
Desde el Mirador Cerro de la Cruz se ve Tierra de Fuego

En invierno, esos inviernos de verdad que debe haber por aquí, tiene que ser algo más complicado. Supongo que la vida será de otra manera. Estos días de finales de marzo, cuando va llegando el otoño (el austral, no el de nuestro hemisferio norte…) está siendo muy agradable. La ciudad está llena de vida: los lugareños retomando su ritmo después de las vacaciones de verano, los niños al cole y sus mamás comprando los libros en unas librerías donde se vende de todo. Hemos visto actuaciones musicales cada día en la bonita Avenida Colón, grupos políticos recogiendo firmas para poder presentarse a las próximas elecciones en noviembre…. 


El estrecho de Magallanes
Muelle Prat. Estrecho de Magallanes
Coincide estos días el comienzo del curso también en la universidad (la Universidad de Magallanes) y no se libran de las novatadas (aquí les llaman “mechoneo”, mechones son los novatos) y por aquí andan los pobres mechones pidiendo dinero, con las ropas destrozadas y sucios de arriba abajo de harina, huevos y porquerías mil. 

Te topas con montones de turistas y viajeros: Punta Arenas es el lugar de encuentro para visitar y recorrer lugares geniales de esta Patagonia chilena, desde las pingüineras hasta las Torres del Paine. Por todos lados encuentras agencias donde te organizan la vida de viajero, tiendas muy bonitas de ropa deportiva por si has olvidado algo y agencias de alquiler de coches.

Cementerio de Punta Arenas, uno de los más bonitos del mundo
El cementerio, uno de los más bonitos del mundo
Y desde luego que los inviernos deben ser de aúpa. No sólo por el frío que debe dar pánico, sino que el viento es de armas tomar. Tan es así que en las esquinas ponen unas cuerdas para que el personal se agarre y no salgan volando. Esto es en serio, cuando lo escuché pensé que se estaban quedando conmigo, pero es literal. Pero el frío es llevadero haciendo vida de puertas adentro, pues la calefacción está a todo trapo en las casas. Tiene su lógica porque me cuentan que el gas es muy barato, además de tener unas ayudas (“subsidio al gas”) a las familias más vulnerables. 
 
Cuerdas para el viento (foto de "El Austral")

Hay que pasear Punta Arenas, el puerto, la costanera, sus calles, la Plaza de Armas, los edificios históricos, la historia y sus museos, el cordero magallánico y las centollas, el "calafate sour", el cementerio, el Fuerte Bulnes, Gabriela Mistral, una librería, los desaparecidos de la dictadura… Hay mucho que contar, pero eso será otro día.

Punta Arenas, 24 de marzo de 2017


José María Borrero


Gabriela Mistral en el "Liceo de niñas"


Homenaje a los chilote. La goleta Ancud en La Costanera






sábado, 22 de octubre de 2016

Vaya pedazo de Feria del Libro

Ya he contado tropecientas veces mi afición por las librerías y las bibliotecas. Pero no se quedan atrás las Ferias del Libro; y si son como esta que traigo hoy aún más. La pena es que voy a llegar un poco tarde. Me explico:

Aquí ando desde hace semanas “mexicanizándome”. Nos vamos mañana a México y me estado empapando bien con todo lo que he tenido a tiro y con lo que he rebuscado por un montón de sitios. He leído novelas, he visto pelis, he escuchado podcasts…. Y me he emocionado con este viaje.


A lo que iba: resulta que la Feria del Libro de Ciudad de México, en el Zócalo (la Plaza de la Constitución, que es enorme y enorme es la feria, claro, para ocupar la plaza!!!!) está celebrándose esta semana. Termina mañana, casi cuando aterrizamos, así que sólo veré como desmontan las carpas durante la semana que viene. Pero no me ha importado porque gracias a las maravillas de Internet he seguido a diario las presentaciones de uno de los foros (y hay un montón), el Foro Bertolt Bretch. 

El Foro Bertolt Bretch es en el que un grupo increíble de activistas culturales que se llaman “Brigada para leer en libertad” (me encanta el nombre) han montado un programa de lo más interesante. Presentaciones de libros y debates de lo más atrayente. He podido escuchar a Elena Poniatowska, a Laura Esquivel, Monica Lavín, Anamari Gomís…  y a muchos más... Y a un montón de periodistas comprometidos con su país y su gente.

Paco Ignacio Taibo 2, un tipo con una vitalidad y unas ganas tremendas de compartir conocimiento  (excelente escritor y comunicador) está coordinando el evento con Paloma Saiz, luchadora por llevar la lectura a todos y a todas partes, y su genial brigada

Animo a quien le apasionen los libros como a mí, que meta un poco la nariz en el canal que estos benditos locos tienen en Youtube y que se acerquen a su blog. Son una pasada. 

Badajoz (España), octubre 2016







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jueves, 20 de agosto de 2015

Ardor patrio en Rumanía. Javier Cercas

Bucarest, julio 2015

Sigo con una de mis pequeñas manías, la de enredar en las librerías. Y junto al hotel en Bucarest había otra librería preciosa, la Humanitas. Me chocó el silencio que había y vi como varias personas estaban sentadas en sillas repartidas por toda la librería. Todos estaban escribiendo, era un taller de escritura con una profe que les iba dando instrucciones.

Tenían una sección dedicada a otras de mis manías, los tés y toda su parafernalia: tazas y teteras a cual más molona. Ahí me han dado, una taza de té es la compañía perfecta para un buen libro. 


Pero a lo que iba, que me emociono y me lío: como sólo conozco unos pocos autores rumanos, iba buscando autores españoles para cotillear un poco. Encontré muy pocos, pero entre ellos nuestro Javier Cercas y su "Las leyes de la frontera" ("Legile frontierei", en rumano). Pues eso, ¡¡ardor patrio!!






sábado, 2 de marzo de 2019

Hoy recuerdo a Silver Kane


Las niñas de los sesenta no leíamos novelas del oeste, eran cosa de niños. Pero estaban en todos los quioscos, amontonadas, manoseadas, esperando a ser cambiadas de mano por unas pocas pesetas. Formaban parte de esa “novela popular”, literatura de quiosco y pipas, esencial en el entretenimiento de muchos españoles desde el fin de la guerra civil y hasta los años sesenta, cuando la tele empezó a colarse en nuestras casas. Eran ediciones de baja calidad que hoy en día son difíciles de encontrar.

Maldita sea tu estrella, de Silver Kane


Silver Kane fue uno de esos autores de la Editorial Bruguera, que junto a Corín Tellado y Marcial Lafuente Estefanía llenaron las tardes de la dura posguerra española. Silver Kane fue el seudónimo de Francisco González Ledesma, uno de los mejores autores de novela negra en España. 

González Ledesma (1927-2015), abogado, periodista y novelista, orgulloso de su infancia en el barcelonés barrio obrero del Poble Sec, me presentó hace años a su comisario Méndez. Apareció por primera vez como secundario en 1983 en “El expediente Barcelona”. Desde entonces, no me he perdido una y en cada visita que he hecho a Barcelona, el comisario Méndez me ha llevado una y otra vez al Raval, a recorrer las calles de sus historias que describe como nadie. Méndez, un tipo peculiar, al que odias o adoras (y yo, lo adoro). 


Peores maneras de morir. González Ledesma


Pero antes de todo eso fue Silver Kane. Ledesma había obtenido en 1948 el premio Internacional José Janés con la novela “Sombras viejas”. Fue tachado entonces  de “rojo y pornógrafo” y la novela, prohibida por la censura. Así nació el Ledesma escritor de cientos de novelitas del oeste, de terror e incluso alguna de ciencia ficción. Con ellas pagó sus estudios. Dijo una vez que le pagaban poco, así que escribía mucho, que fue un “aprendizaje de perros” como escritor. 

Hoy, 2 de marzo de 2019 hace 4 años que murió Paco González Ledesma. Como las novelas del comisario Méndez ya las he leído, cada año por esta fecha leo una de las del oeste como homenaje. Este año ha sido “Maldita sea tu estrella”. Resulta divertido. 

También resulta difícil encontrarlas. Yo las busco en todas las librerías de segunda mano que pillo... Sigo intentándolo... 

Pilar Otano Cabo
Badajoz (España)
marzo de 2019






miércoles, 4 de diciembre de 2019

Mis primeras lecturas


Del Círculo de Lectores a la Librería Universitas
… en Badajoz

Me llena de curiosidad saber cuáles han sido las primeras lecturas de los escritores a los que sigo. Escudriñar en esos comienzos me enseña mucho acerca de ellos. O poco, depende, porque a veces quieren darse pisto y yo no me creo que las primeras lecturas de más de uno sean de tanta enjundia como pretenden. En fin…

Todo esto viene a cuento por el cierre estos días de dos instituciones que me llevaron de la mano en mis comienzos lectores. Y sobre todo, con los que comencé mis primeras compras de libros, costumbre que con el paso de los años se ha vuelto vicio.

Año 1970 y el Círculo de Lectores

Ahí estaba yo, con 15 años, gastando parte de mi “paga de los domingos” (o ¿mis padres añadían algo? No me acuerdo...) en comprar libros que aquel señor llevaba a casa y que yo había elegido de un catálogo. Ese folleto te abría las puertas a un mundo feito de livros como decía Saramago de su casa.  En el Badajoz de la época, era escasa la oferta de librerías y eso del catálogo era tan moderno!! Y que, además, podías pagarlo mes a mes. 


Mi Círculo de Lectores 1970
Mi Círculo de Lectores de 1970

Mis compras eran de lo más variopinto y caótico. He rebuscado en las estanterías de casa y he reunido aquellos primeros libros. Una mezcla curiosa: ahí están Ibsen, Stevenson, Tolstoi o Becker; “Romeo y Julieta”, “Quo Vadis” “Lo que el viento se llevó” “Corazón”… ¡Chico lío! También estaban un tomaco de Unamuno, un poco osada fui con esa compra porque no creo que leyera más de unas pocas páginas. 


Antiguo contrato de suscripción del Círculo de Lectores
Foto @todocolección

Un poco después llegó Universitas

La otra institución que pasa página y cambia de dueños estos días es la Librería Universitas que ahora va a ser La Casa del Libro de Badajoz. Cuando Chema y Ester abrieron la librería, yo acababa de volver a Badajoz recién aprobadas mis oposiciones de Magisterio. Y Universitas se convirtió en ese lugar de encuentro de lectores que ha sido hasta hoy. Nuestra cuenta familiar en Universitas es de las primeras, una de un sólo dígito. Universitas ha sido también editorial y librería infantil; ha acogido y organizado  numerosos actos culturales. Nuestro hijo Miguel, Miguel Blanco,  presentó allí su novela “En la calle”. Así que por todo ello, agradecida a Ester y a Chema por el servicio dado a la ciudad en estos cuarenta y algún años.


Presentación de "En la calle" en Universitas
Presentación en Universitas  de "En la calle" de Miguel Blanco

Club de Lectura Viva  con Sara Mesa
Actividades del Club de Lectura Viva
Aquí, con Sara Mesa


El Grupo Planeta cierra definitivamente Círculo de Lectores. El modelo puerta a puerta ya no funciona ¡(ay, Amazon!). Y ahí andan todavía, que a ver qué hacen con los fondos (Universitas lo ha hecho mejor). La Biblioteca Nacional ha mostrado un lógico interés por ellos. Además, hay docenas de pequeñas bibliotecas por todo el país que con toda seguridad aceptarían esos fondos de mil amores.

Entre uno y otro no quiero olvidar el papel que jugó también en los 70 la Editorial ZYX, de la que ya he hablado en otra entrada de este blog. Aquí era el cartero quien traía esas otras lecturas tan especiales que ayudaron a ir construyendo a esta obstinada lectora.

Y si me remonto a antes del Círculo de Lectores, es de justicia que recuerde los libros de Enid Blyton que había en la biblioteca de mi cole y que me enseñaron a pasar unos buenos ratos con un libro entre las manos.

Pilar Otano Cabo
Badajoz, diciembre de 2019




jueves, 8 de septiembre de 2022

Carambola lectora en Estocolmo

La serie Bergman


Mi amiga Mavy Pajuelo estaba detrás de mí desde hacía ya casi dos años para que leyera la serie de novelas que tienen como protagonista al psiquiatra criminal sueco Sebastian Bergman. Entonces, por lo que sea, no estaba muy motivada, pero lo recordé hace unas semanas y me puse a ello. Adictivas y muy recomendables. Eso sí, para quien le guste este género, entre las que me incluyo. Estas están muy bien escritas, con tramas que recorren los problemas de la sociedad del momento —como debe tener toda buena policíaca que se precie— y con unos secundarios maravillosos. 


Ya las había empezado cuando decidimos que el viaje de este agosto de 2022 iba a ser a Suecia, así que ¡clavado! Cuando llegamos a Estocolmo estaba terminando la número cuatro de la serie y ya había decidido dejar las tres restantes para más adelante, porque lectura sueca llevaba para dar y regalar. Eso sí, llevaba anotada la “supuesta” dirección en la que vivía nuestro personaje, el tal Sebastian Bergman, el nº 18 de Greg Magnigatan. Allá que fuimos, dando un poquito de rodeo la mañana en la que íbamos a visitar el Museo del barco Vasa, una especie de Titanic sueco. Misión cumplida.


Nº 18 de Greg Magnigatan 

Pero… como todas las novelas de la serie tienen un final sorprendente que te incita a comenzar la siguiente, fue eso, exactamente lo que me ocurrió. Y en los días que anduvimos recorriendo el centro de Suecia hasta llegar a Gotemburgo combinaba lecturas, siempre echando mano de la novela número cinco, Castigos justificados

Y aquí viene una de esas carambolas que me suelen suceder en los viajes … ¿Me buscan? ¿Las busco? No sé, la cosa es que aparecen y me encanta.


Pues bien, a la vuelta a Estocolmo, leyendo en el hotel las páginas finales de Castigos justificados, me doy cuenta de que en una trepidante escena final, nuestro personaje al volante de un Audi negro hace un peligroso recorrido justo alrededor de nuestro hotel. Desde nuestra ventana veía el Waterfront, un centro de Congresos espectacular, desde donde sale el vehículo.  Lo veo  —bueno, lo imagino— recorrer la calle Klarabergsgatan. Rodea el hotel porque es imposible seguir por la Klarabergsgatan, la enorme avenida donde están los grandes almacenes Åtlhéns —como nuestro El Corte Inglés— y la plaza Sergels Torg  —que tiene un pinganillo/monotito que se ilumina de noche—. La Estación Central, la Klara Kyrka y por fin, la ensenada de Riddarfjärden. Casi todo a la vista desde nuestra ventana. ¿Una tontuna de las mías? ¡Pues sí! Pero adoro todas ellas. Así que el último paseo antes de la vuelta a casa fueron cada uno de esos lugares que había visto desde una novena planta.


Waterfront, Palacio de Congresos en Estocolmo
junto a la ensenada  Riddarfjärden


Y en mi manía de preguntar en las librerías, pregunté por esta saga y en una de ellas me mostraron la más reciente, la número siete. En sueco, claro. Pero cometí el error de hacer foto a la contraportada y ponerla en el traductor de Google. Al ver el giro que había dado la historia, me vi “obligada” a leerla. En español, por supuesto. Aquí ando ahora, dando buena cuenta de Verdades enterradas.


Verdades enterradas (Som man sär)
                                                                    Serie Bregman nº 7


Una última curiosidad, los autores —Hjorth & Rosenfeldt—, son guionistas de series televisivas. El primero, Michael Hjorth, de Los crímenes de Fjällbacka, de Camila Läckberg, y algunos capítulos de la versión sueca de Wallander, de Henning Mankell. 


Las otras dos manos de la saga son de Hans Rosenfeldt, guionista de una interesante serie, El puente —Bron/Broen—, que está ambientada entre Malmö y Copenhague. Luego la copiaron en Estados Unidos, The Bridge, y en Francia, The Tunnel


Pilar Otano Cabo

Agosto 2022