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miércoles, 26 de enero de 2022

Victorina Durán, dibujanta y mucho más…


…una vida de teatro!


Hace ya casi tres años, el Museo ABC de la Ilustración, en Madrid, me hizo un regalo. La exposición Dibujantas, Pioneras de la ilustración me conmovió y me llevó de la mano a investigar sobre esas “dibujantas” y sobre el Lyceum Club Femenino. Me hizo retomar la pasión por ese primer tercio del siglo XX y por todo lo que supuso para aquellas mujeres arrojadas que, como contaba María Teresa León en sus memorias, en el Lyceum Club no tenían cabida las “mujeres de abanico y baile, sino aquellas mujeres que se habían propuesto adelantar el reloj de España”.


Escribí entonces unas pocas líneas en este blog (pincha aquí si quieres leerlo), pero ahora, que durante unos meses vamos a tener en mi ciudad, Badajoz, esa exposición, me he convertido en adicta de las Dibujantas. Todas ellas me han llevado de la mano para intentar conocer sus trabajos y sus vidas. Una ilustradora me ha llevado a otra, a investigar, leer, bucear en bibliotecas y en revistas, a comprar  mas libros, en fin, a leer apasionadamente sobre todas ellas y sobre la época que les tocó vivir e sobre como intentaron, consiguiéndolo a veces, cambiar un poco el mundo.



Disfraces de fantasía para jóvenes
Victorina Durán (ca. enero 1936)

El trabajo que las comisarias de la exposición han realizado es abrumador, tirando de mil hilos para recomponer biografías olvidadas que casi llegaban a ser inexistentes. Así que ahí va mi primera recomendación: si no has visto las Dibujantas en el MEIAC de Badajoz, no dejes de visitarlas, estarán con nosotros hasta el 27 de febrero de 2022.


Tengo para contar aquí docenas de historias, pero voy a empezar por la vanguardista  ilustradora, pero también escenógrafa, figurinista, directora y autora teatral, periodista, conferenciante,  Victorina Durán. Vamos poco a poco …



Esta ilustración de Victorina Durán pertenece a la Revista Blanco y Negro (1936) y está situada en la exposición junto a Maruja Mallo, ¡mi amiga Maruja! y Manuela Ballesteros. Las tres parecen aquí poca cosa, con una sola ilustración cada una, junto al cartel que introduce a Las Modernas, pero son grandes, muy grandes. A Maruja Mallo le costó hacerse un hueco al volver del exilio, pero Victorina y Manuela han permanecido muy calladitas hasta hace poco tiempo. 



Introducción a las  Modernas en la exposición

 "Dibujantas, pioneras de la ilustración" 


Volviendo a Victorina y resumiendo mucho, mucho: nació en Madrid en 1899 y creció rodeada de arte y teatro. Su abuela, su madre y su tía pertenecían al cuerpo de baile del Teatro Real y podéis imaginar a Victorina jugando entre bambalinas o asistiendo a ensayos desde bien niña. Alumna brillante del Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid, del que luego fue profesora (Catedrática de Indumentaria). Estudió Bellas Artes y Artes Decorativas, en fin, una joyita. Ilustra libros, hace diseños publicitarios, carteles de obras de teatro y participa en la creación del Lyceum Club Femenino


Con la Guerra Civil, vino el exilio, como tantas. Su amiga Margarita Xirgu le consigue un contrato en Buenos Aires y se traslada con su cuñada y sobrinos.  Durante los veinte años siguientes llevó a cabo allí numerosos proyectos teatrales.

 

No os voy a cansar con detalles, pero quisiera parar en el penúltimo descubrimiento que he hecho sobre Victorina, su faceta de autora teatral. Hay un libro delicioso, bastante reciente, en el que la investigadora de la Universidad de Sevilla, Eva Moreno recopila sus obras de teatro, siete en total, escritas entre 1937 y 1965, con el título de “Victorina Durán. A teatro descubierto”. Soy amante del teatro, pero no soy muy lectora de textos teatrales, sin embargo estos me han interesando mucho. Las ilustraciones de la autoras son maravillosas y las fotografías ponen cara a la autora y a su época. 


No es de extrañar que los manuscritos estuvieran olvidados o escondidos, pues como “pionera de la dramaturgia lésbica” en España no tenían mucho recorrido ni como pieza teatral y ni como modo de vida en los años de la dictadura. Se acerca a un montón de temas interesantísimos: una mujer que decide ser madre soltera o una historia sobre abuso sexual a niñas que apenas habían entrado en la adolescencia. Otra pieza es una sátira de las novelas románticas destinadas a un público femenino.

 


Victorina Durán. A teatro descubierto
Edición de Eva Moreno 
Ediciones Torremozas, 2019


También me parece muy recomendable la autobiografía en tres tomos, escrita en los años ochenta, ya de vuelta en España. Con una escritura limpia, nos pasa la película no sólo de su vida, sino también de toda una época. El primer tomo, Mi vida 1. Sucedió, lo he leído de la Biblioteca Pública de Cáceres (el préstamo interbibliotecario funciona muy bien), pero ya lo he comprado y también los otros dos, Mi vida 2 El Rastro. Vida de lo inanimado y Mi vida 3: Así es. Voy a seguir conociendo a Victorina y la voy a añadir a mis amigas de Madrid, Maruja Mallo y Ángeles Santos


 Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2018


En este último, Mi vida 3: Así es, desvela su faceta mas íntima, relata sus historias de amor con otras mujeres; en palabras de Eva Moreno, como forma de paliar la invisibilidad lésbica y evidenciar la existencia de las relaciones sáficas. La escritura se convierte en el único instrumento para combatir la discriminación que excluye, margina y oculta las sexualidades no normativas. 


En el Museo Nacional de Teatro de Almagro (Ciudad Real) está depositado todo su legado. Visitamos el museo hace años, pero no tenía ni idea de la existencia de esta vanguardista tan interesante. Así que apuntado queda para una próxima visita a Almagro. Lo veré con otros ojos. Y tomen nota de la biografía de Victorina Durán. Yo la estoy disfrutado mucho. 


Pilar Otano

Badajoz, enero de 2022


miércoles, 4 de diciembre de 2019

Mis primeras lecturas


Del Círculo de Lectores a la Librería Universitas
… en Badajoz

Me llena de curiosidad saber cuáles han sido las primeras lecturas de los escritores a los que sigo. Escudriñar en esos comienzos me enseña mucho acerca de ellos. O poco, depende, porque a veces quieren darse pisto y yo no me creo que las primeras lecturas de más de uno sean de tanta enjundia como pretenden. En fin…

Todo esto viene a cuento por el cierre estos días de dos instituciones que me llevaron de la mano en mis comienzos lectores. Y sobre todo, con los que comencé mis primeras compras de libros, costumbre que con el paso de los años se ha vuelto vicio.

Año 1970 y el Círculo de Lectores

Ahí estaba yo, con 15 años, gastando parte de mi “paga de los domingos” (o ¿mis padres añadían algo? No me acuerdo...) en comprar libros que aquel señor llevaba a casa y que yo había elegido de un catálogo. Ese folleto te abría las puertas a un mundo feito de livros como decía Saramago de su casa.  En el Badajoz de la época, era escasa la oferta de librerías y eso del catálogo era tan moderno!! Y que, además, podías pagarlo mes a mes. 


Mi Círculo de Lectores 1970
Mi Círculo de Lectores de 1970

Mis compras eran de lo más variopinto y caótico. He rebuscado en las estanterías de casa y he reunido aquellos primeros libros. Una mezcla curiosa: ahí están Ibsen, Stevenson, Tolstoi o Becker; “Romeo y Julieta”, “Quo Vadis” “Lo que el viento se llevó” “Corazón”… ¡Chico lío! También estaban un tomaco de Unamuno, un poco osada fui con esa compra porque no creo que leyera más de unas pocas páginas. 


Antiguo contrato de suscripción del Círculo de Lectores
Foto @todocolección

Un poco después llegó Universitas

La otra institución que pasa página y cambia de dueños estos días es la Librería Universitas que ahora va a ser La Casa del Libro de Badajoz. Cuando Chema y Ester abrieron la librería, yo acababa de volver a Badajoz recién aprobadas mis oposiciones de Magisterio. Y Universitas se convirtió en ese lugar de encuentro de lectores que ha sido hasta hoy. Nuestra cuenta familiar en Universitas es de las primeras, una de un sólo dígito. Universitas ha sido también editorial y librería infantil; ha acogido y organizado  numerosos actos culturales. Nuestro hijo Miguel, Miguel Blanco,  presentó allí su novela “En la calle”. Así que por todo ello, agradecida a Ester y a Chema por el servicio dado a la ciudad en estos cuarenta y algún años.


Presentación de "En la calle" en Universitas
Presentación en Universitas  de "En la calle" de Miguel Blanco

Club de Lectura Viva  con Sara Mesa
Actividades del Club de Lectura Viva
Aquí, con Sara Mesa


El Grupo Planeta cierra definitivamente Círculo de Lectores. El modelo puerta a puerta ya no funciona ¡(ay, Amazon!). Y ahí andan todavía, que a ver qué hacen con los fondos (Universitas lo ha hecho mejor). La Biblioteca Nacional ha mostrado un lógico interés por ellos. Además, hay docenas de pequeñas bibliotecas por todo el país que con toda seguridad aceptarían esos fondos de mil amores.

Entre uno y otro no quiero olvidar el papel que jugó también en los 70 la Editorial ZYX, de la que ya he hablado en otra entrada de este blog. Aquí era el cartero quien traía esas otras lecturas tan especiales que ayudaron a ir construyendo a esta obstinada lectora.

Y si me remonto a antes del Círculo de Lectores, es de justicia que recuerde los libros de Enid Blyton que había en la biblioteca de mi cole y que me enseñaron a pasar unos buenos ratos con un libro entre las manos.

Pilar Otano Cabo
Badajoz, diciembre de 2019




sábado, 2 de noviembre de 2019

México 1 - Halloween 0


Tradiciones mexicanas. Día de Muertos

Gran suerte fue la nuestra por haber podido visitar México por estas fechas del Día de Muertos. Sencillamente me impresionó y disfruté aprendiendo de esta tradición entrañable. Y como todos los años por estas fechas, Halloween es el tema de conversación en los cafés y  motivo de escritura en la prensa, yo voy a hacer lo propio. Y que vaya por delante que me gusta más la fiesta mexicana. 

Concurso de Ofrendas en el Centro Histórico de la Ciudad de México
Concurso de ofrendas "Conmemora a tus muertos" 

 En aquel viaje, busqué con ahínco algún atisbo de Halloween en medio de todo aquel tremendo barullo que era la Ciudad de México. Y no lo encontré. 

Encontré altares, ofrendas, pan de muertos y calaveritas de azúcar

Aunque parezca un contrasentido, la fiesta del Día de Muertos de México es una costumbre amable y lúdica en la que se celebra la vida. Es un ritual de color lleno de símbolos. Todos se preparan para recibir las almas de los que se fueron para reunirse con ellos durante un rato. ¿A qué impresiona? A mí me impresionó. Me pudo parecer folklórico ver las calles con los altares y las ofrendas; también en los bares, restaurantes y tiendas; en las escuelas, las bibliotecas, la universidad… Pero cuando una amiga me contó como en su casa, como en casi todas las casas, una habitación se dedicaba estos días al altar de sus difuntos, entonces fue cuando pensé que esto era serio de verdad. Que no era sólo fiesta. 

Concurso de alfombras de sal en un plantel de CDMX
Todo el Centro de Secundaria volcado en las actividades del Día de Muertos

Hay alegría y respeto en esta mezcla de tradiciones aztecas, mayas y cristianas que dan un sentido diferente a la fiesta. Mientras que en Halloween hay algo de macabro, atroz y violento, en el Día de Muertos mexicano hay color, hay tradiciones, hay comida y bebida y, sobre todo, hay reencuentro. Aunque no es mexicano, Tim Burton en su película “La novia cadáver” acierta en esta idea de reencuentro, que los que se han ido sepan que no se les ha olvidado. Así, podemos ver el emotivo encuentro del nieto con su abuelo o del perro con su amo.

Disfruté en CDMX con toda esa locura que nos rodeaba. Impresionante el colorido del Desfile de Alebrijes (había unas 200 en el Paseo de Reforma) o el interminable y variopinto Desfile Internacional del Día de Muertos. ¿Se imaginan el caos de tráfico ese día en una ciudad caótica en sí? 


Biblioteca Central de la UNAM
Muy literario el altar de la biblioteca de la UNAM


Me gustaron las decoraciones de papel picado, las flores de cempasúchil (aquí las llamamos tagetes). Me impresionaron algunos de los altares como el que había en la universidad recordando a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

Altar en recuerdo de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa


Y lo que más, las catrinas, esas calaveras que hace mas de cien años ideó el caricaturista José Guadalupe Posada y que Diego Rivera popularizó con ese nombre. Yo traje mi catrina particular y una postalita para la pared viajera de mi estudio de la pintura de Rivera, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” donde una Catrina es el centro de la imagen. 

“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”
“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” en el centro.
Mi catrina particular
... y mi Catrina de barro de Capula, Michoacan (creo...)

¿Peligro de la explotación turística y comercial? 
Se está extendiendo últimamente el temor de la introducción de los vampiros, espectros e historias de terror en las escuelas. Esa es al menos la percepción de algunos profesores que están viendo cómo también sus libros de texto van restando protagonismo a su fiesta en favor de Halloween. ¿Será por este temor por lo que la fiesta del Día de Muertos ha sido incluida dentro de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO?       
Veremos…
¿Y por aquí?
Pues por aquí, en nuestra tierra, también vamos a los cementerios. No llevamos comida, como hacen México, pero comemos castañas, buñuelos de viento y  huesos de santo. En nuestra casa, ya hemos comido los de la Pastelería La Cubana, la de los vergaras que ya conté otro día. ¡Son los mejores!
Huesos de santo y buñuelos de viento en La Cubana
Huesos de santo y buñuelos de viento en La Cubana de Badajoz

Pilar OTANO CABO
Badajoz, España
2 de noviembre de 2019, Día de Muertos

martes, 19 de marzo de 2019

Una biblioteca especial, de mujeres

Sin ellas, la historia no está completa

Saramago llamaba a su casa de Lanzarote uma casa feita de livros. Lo he recordado hoy cuando he visitado otra casa que también está hecha de libros; tiene libros por todos los rincones la casa de mi amiga Esperanza Marina.

Rosa Chacel
Rosa Chacel

Las mujeres de la Generación del 27
Sin ellas, la historia no está completa

Esperanza ha sido bibliotecaria en la Universidad de Extremadura, bueno lo sigue siendo a pesar de estar jubilada porque ser bibliotecaria es para siempre, así que sigue manteniendo una apasionada devoción por los libros. Además, es que los libros que atesora en su casa son muy especiales; tiene una colección de 2500 libros escritos por mujeres españolas. Lo tiene todo perfectamente organizado, lo da el oficio, claro, y documentado, con un montón de datos de cada uno.

En varias ocasiones he encontrado a Esperanza con su iPad escudriñando una librería de segunda mano que hay en Badajoz, donde siempre encuentra (bueno, encontramos) algo interesante. Pero me la imagino también en las librerías de viejo de Madrid, o a la caza de algún tesoro, que sé que tiene, en los catálogos de Internet donde puedes encontrar alguna edición tentadora. 

Las sinsombrero en Badajoz


Tenía allanado el terreno cuando llegué, pues había entresacado de sus estanterías una serie de libros que me iban a deslumbrar. Allí estaban casi todas, casi todas esas mujeres que fueron silenciadas durante demasiado tiempo. Escritoras que brillaron en la Generación de 27, pero que nunca aparecieron en los libros de literatura con los que yo estudié. Las sinsombrero. Allí, en la mesa de la sala de estar de Esperanza, estaban Rosa Chacel, Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre, María Teresa León… Fue un encuentro emocionante que agradezco a Esperanza. 


Ernestina de Champourcín
Ernestina de Champourcín
Concha Méndez
Concha Méndez
Josefina de la Torre
Josefina de la Torre

No me extraña su entusiasmo. Es la digna nieta de todo un bibliotecario de la Biblioteca Nacional de España, don Manuel Serrano y Sanz, que con sus Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas, en 1903, lanzó a su nieta el testigo que ésta ha sabido recoger para hacer las delicias de muchos como yo que amamos los libros y las bibliotecas, y que reivindicamos la lectura de las mujeres olvidadas de nuestra literatura. 



puntes para una biblioteca de escritoras españolas Don Manuel Serrano Sanz
Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas
Don Manuel Serrano Sanz


Badajoz, marzo de 2019







viernes, 15 de junio de 2018

Las bibliotecas y los apellidos en Islandia

¿...y en la Copa Mundial de Fútbol 2018? 

Las bibliotecas están siempre en mi lista de tareas cuando viajamos. Es una de mis múltiples manías. Elijo siempre alguna que pueda ser representativa del lugar -también añado alguna librería- y me lanzo a la bibliotecaria de turno -porque en todos sitios suelen ser mujeres- a brearla, la pobre, a preguntas.


Akureyri es la segunda ciudad mas grande de Islandia
Biblioteca Municipal de Akureyri 

Es todo un ritual; me gusta primero dar una vuelta, escudriñar el edificio,  observar qué es lo que hacen los usuarios, si hay algún elemento diferente a otros sitios; cotilleo las estanterías…

La batería de preguntas que hago es casi siempre la misma. A saber, el tipo de lecturas más populares en el país y, lo mas importante, si hay libros de autores españoles o que escriban en español.

Brekkugata 17 IS-600 Akureyri (Iceland)
















                                                     ...............     
                 


La elegida en esta ocasión fue la Biblioteca Municipal de Akureyri que es la segunda ciudad más grande de Islandia, con nada menos que ¡18000 habitantes! El edificio, con enormes cristaleras, es muy atractivo y está situado en una zona elevada muy cerquita del centro. Di un paseo hasta allí a la hora de la siesta del día que llegamos. Me llamó la atención las mantitas en los sillones para acurrucarte a leer de cara a la montaña con su nieve a través de los ventanales, y la sección de juegos de mesa para ser prestados, tipo CatanCarcassonne. ¡Mis nietos alucinarían con las dos cosas, la nieve y los juegos!


Aquí están juegos como el Catan o Carcassonne.
Sección de préstamo de juegos. Biblioteca Akureyri
Cómodos sillones en la Biblioteca Municipal de Akureyri.
Las mantitas me han encantado





















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En otro  momento contaré lo de las lecturas islandesas, porque ahora a lo que quería referirme es a la pregunta extra que llevaba preparada esta vez y que tiene que ver con los apellidos islandeses y el sistema de catalogación de las bibliotecas en Islandia, bueno, mas bien de ordenación.

Como me imaginaba, me contaron que los libros están colocados por orden alfabético, pero del nombre del autor, no del apellido. Así, un autor islandés que me ha gustado mucho, Arnaldur Indriðason, está colocado por la A de Arnaldur. Sucede lo mismo en el listín telefónico y en cualquier registro, escolar o de otro tipo.

Sistema de catalogación especial condenados por el nombre, no por el apellido

Yrsa Sigurdardóttir, la islandesa más popular, escribe novela negra. 

Sus libros están colocados en la Y.



El asunto es que es el nombre lo más importante en este país y técnicamente no tienen apellido. A continuación del nombre va lo que para nosotros sería un apellido y que hace referencia a su procedencia, es decir al nombre del padre. El sistema tiene una parte sencilla; consiste en tomar el nombre del padre (patronímico) y tras declinarlo con el posesivo (-s) se añade el sufijo -son si es chico o -dóttir si es chica. Desde hace unos años, con toda la movida feminista, también se puede formar a partir del nombre de la madre (matronímico).

Hasta aquí bien, pero ahora vienen los enredos, porque no se puede poner el nombre que a los padres les de la gana, tienen que escogerlo de un listado oficial, aprobadísimo por un Comité de Nombres. Si el nombre que se quiere poner no está en el listado y tienes muchas ganas de andar en pleitos, tienes que hacer una petición formal al Comité. Ellos estudian un montón de cosas, por ejemplo que la palabra en cuestión pueda declinarse para añadir -son o -dóttir, que no contenga algunas de las letras inexistentes en islandés, como la Z, Q, o W y unos pocos requisitos más. Total, que con tanto jaleo, resulta que tardan varios meses en ponerle nombre al crío y mientras tanto lo nombran como niño o niña. ¡Vaya cosa! Se trata, por lo visto, de conservar la pureza del idioma…

Por ejemplo, si mi familia fuera islandesa, mis hijos se llamarían Miguel Pilarsson y Beatriz Pilarsdóttir. Tendría que ser en plan matriarcado, porque el nombre de su padre, Lorenzo, lleva una letra prohibida, así que … se siente!

Todo esto está bastante cuestionado últimamente. De hecho, en enero de 2018 varios partidos políticos presentaron en el Parlamento una proposición de ley para echar por tierra el dichoso Comité, pero para mí que lo llevan claro.

Ah, lo olvidaba, los libros extranjeros si están colocados por apellidos. En Akureyri encontré a Muñoz Molina, Manuel Rivas, Javier Marías, Pérez-Reverte, Juan Marsé o Guelbenzu. Una buena mezcolanza.

Literatura en español en la Biblioteca de Akureyri.
Aquí están colocados por apellidos.


Creo que lo de los nombres se lo saltan en las camisetas del futbol, cuestión de marketing supongo. Ya lo comprobaré esta tarde cuando jueguen el primer partido de los Mundiales 2018  contra Argentina en Rusia

Jugadores de la selección islandesa en 2017  (foto tomada de AFP)

Թíӏɑɾ Օɾɑղօ Ϲɑҍօ, 16 de junio 2018