... en Reykjavik
En muchos lugares que hemos visitado encontramos monumentos al héroe o al soldado desconocido. Pero Islandia es de otra manera, aquí no hay ejército, así que no ha lugar a hacer monumentos a ningún soldado desconocido.
Monumento al burócrata desconocido. Magnús Tómasson (1994) |
Sin embargo, parece que lo de los burócratas es algo universal, tengas ejército o no lo tengas te vas a encontrar con un burócrata también en Islandia. Tan es así que tienen ese divertido "Monumento al burócrata desconocido". Un señor muy trajeado con su maletín en la mano derecha y la izquierda en el bolsillo. Resulta una postura relajada, porque además parece que viene caminando del lago Tjörnin, el lago tranquilo y familiar del centro de Reykjavik. A lo mejor ha comido su bocadillo en esos bancos que miran al lago lleno de un montón de aves que pasean por el agua.
Óþekkti Embættismaðurinn
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El pobre tiene un pedazo de pedrusco enorme por cabeza. ¿Será que le aburre la tarea de cada día o es que esa cabeza no le permite salirse del guión de su trabajo, como buen burócrata? No sé, la metáfora es interesante y da juego a pensar muchas cosas.
Pero cuando me puse al lado para que me hicieran la típica foto me di cuenta que el buen señor se dirigía no sé si al Ayuntamiento o al Parlamento en la Plaza Austurvöllir, porque los dos edificios estaban a la vista y a un tiro de piedra. La colocación del monumento está clavada...
Reykjavik, mayo 2018