En el verano de 2010, pasamos una semana en Viena. Fue un viaje muy tranquilo y pudimos patear bien la ciudad. Y uno de los lugares que me apetecía visitar era el Parque Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo.
No es que me emocionen una barbaridad este tipo de sitios, pero no dejan de resultar curiosos. Es aquí donde se puede ver a los lugareños en su salsa. Ya hemos visitado otros cuantos y es un ejercicio sociológico maravilloso.
Pero en este caso, el interés era por visitar uno de los escenarios de la novela de Grahan Greene, El tercer hombre. La noria de Viena es un elemento importante en la novela. También lo es en la peli de Carol Reed de 1949. Hay unos planos preciosos de la noria en la peli. Y unos diálogos impresionantes en lo alto de la noria.
