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viernes, 8 de noviembre de 2024

Los Almendros de Hortaleza. Todo un mundo a desaparecer



A veces, la actualidad consigue transportarte a buenos recuerdos de hace mil años. Así, la noticia de la intención de transformar un bonito lugar del barrio de Hortaleza de Madrid en un megacomplejo de edificio de oficinas, me ha traído esos buenos recuerdos.


Colegio Educación Primaria en la Finca de los Almendros. Años 70

Me veo como una muchachita de Badajoz, con 19 años (1974); recién terminados mis estudios de Magisterio, recalando en Madrid, llena de sueños, proyectos, ideales, la universidad y la ciudad donde se estaba cociendo todo el cambio por llegar. 


Mi primer trabajo como maestra fue en un maravilloso lugar, al norte de la ciudad. Era un colegio de Educación Primaria en una finca enorme, con un pinar y cientos de almendros. Así era conocido el lugar, una quinta histórica, como la “Finca Los Almendros”. Pertenecía el colegio a las Religiosas Adoratrices y allí pasé tres geniales años con Ana, Mari Carmen, Juanita, Aurora…, mis primeras compañeras de trabajo, de descubrimiento de Madrid, de huelgas y risas. Ellas fueron mi segunda familia.


Obra de teatro en los pinares de Los Almendros de Hortaleza
Teatro escolar en los pinares del colegio. 1976
Eva Forest y Felicidad Orquín. El Niño que tenía miedo




Hace años que la finca se llevó un buen mordisco para hacer una autopista. Sin embargo, el edificio y parte de los jardines, el pinar, el pozo o el estanque allí siguen, aunque no sabemos por cuánto tiempo. Allí fue mi primer trabajo y me emociona saber que Los Almendros había sido antes punto de encuentro de los poetas del 27 -las monjas nunca nos contaron esto-. Su dueño, Carlos Arniches, pasó allí los veranos de la década de los 20 con invitados y grandes fiestas. ¿Se conocerían en aquellos jardines Lorca y Alberti? Me sobrecoge pensarlo, me conmueve y al tiempo me irrita enormemente pensar que ese mundo está a punto de desaparecer.


Finca de Los Almendros @David Expósito


Por eso, apoyo con todas mis fuerzas a @SalvarHortaleza, en su afán por evitar tal dislate. Firmo todo lo que haya que firmar y animo a todos a hacerlo para ayudar a que la memoria de nuestros poetas siga viva en ese pedacito de oxígeno y de historia -también mi historia- que es la Finca de Los Almendros de Hortaleza


Pilar Otano

Badajoz, noviembre de 2024


Aquí puedes firmar una petición de Change.org



Vista aérea de la Finca de los Almendros en los años 60.
 Foto de Hortaleza, periódico vecinal


NOTICIAS


Salvar Hortaleza


La histórica finca de Los Almendros, en peligro. Hortaleza, periódico vecinal


Se vende palacete de Carlos Arniches EL PAÍS


Las monjas adoratrices proponen levantar 36.000 m2 de oficinas sobre la histórica Finca de los Almendros de Madrid  el diario.es



miércoles, 13 de noviembre de 2019

Goya cuenta la barbarie

Los desastres de la guerra
...y no aprendemos!

Reconozco que la magnitud de mis habilidades artísticas tiende a cero, por lo que mi asombro ante cualquier obra de arte tiende a infinito. Me pasa con frecuencia y ha vuelto a sucederme estos días en Badajoz con Los desastres de la guerra.


Exposición en la Sala Espacio CB Arte de Badajoz
Exposición Los desastres de la guerra. Francisco de Goya
Sala de Exposiciones Espacio CB Arte. Badajoz


Las sala de exposiciones Espacio CB de Arte nos ha hecho un regalo: la primera edición de los 80 grabados que sobre la crueldad, el fanatismo y el terror de la guerra Goya realizó entre 1810 y 1814. Y estamos de suerte al tenerlos tan a mano porque él no llegó a verlos impresos. 


Y son fieras. Los desastres de la guerra. Francisco de Goya
Y son fieras 
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca



Poco hay que decir de esta serie de grabados por lo conocidos que son, las veces que los hemos visto  y porque hablan por sí solos. Son un reportaje gráfico como el de cualquier fotógrafo que cubre hoy día las guerras que asolan nuestro planeta. Nos muestran la barbarie de la Guerra de la Independencia que él mismo vivió en Zaragoza y en Madrid, pero que pueden ser también escenas del saqueo, el terror y las violaciones que sufrió Badajoz en aquel abril de 1812


No hay que dar voces. Los desastres de la guerra. Goya
No hay que dar voces
 Aguafuerte, aguatinta bruñida, buril y bruñidor

Me parece muy interesante esta forma de difundir el arte en el siglo XIX, antes de que la fotografía apareciese o la difusión instantánea que hoy nos bombardea. Considero muy moderna la idea de su «efecto multiplicador», como ha dicho la comisaria de la exposición, Cristina Rubio, también subdirectora del Museo Goya de Zaragoza.  Pena que la represión política del absolutismo de Fernando VII a su vuelta impidiera la difusión de estas imágenes que no vieron la luz hasta 1864, muerto ya su autor. 





Pero volviendo a mi nula capacidad artística, esta exposición me ha “obligado” a rebuscar en artículos y en el bendito YouTube para saber cómo era el manejo de esta técnica que Goya empleó para hacer sus planchas. Y me ha parecido un trabajo de lo mas asombroso ese juego con la química de los materiales, con la habilidad para el dibujo y la paciencia para esos trazos y sombras que consiguen sobrecogernos al contemplar el resultado. 

He aprendido un montón sobre las planchas de cobre, el barniz, el buril, la punta seca, el tórculo, la acidulación, aguatinta, aguada y… ¡ yo que sé cuánto más! Eso sí, teoría pura y dura, pero lo he disfrutado. Y como resumen del proceso, ahí va una escena de la película de Carlos Saura de 1999, "Goya en Burdeos"



Goya en Burdeos, película de Carlos Saura. 1999

Ya he contado en otro lugar de este blog como Goya me persigue. ¿O soy yo quién persigue a Goya? No lo sé, ahora empiezo a dudarlo. Ya he contado alguna vez una anécdota con el Memorial de Goya en el cementerio de Burdeos mientras buscaba a Florita Tristán!!!

Así que no hay que perderse esta exposición de la Fundación CB de Badajoz, pero como termina pronto, no hay que pasar por alto el Museo Goya de Zaragoza y el Gabinete Goya de  la Calcografía Nacional en la Real Academia de Bellas Artes San Fernando en Madrid, que está muy cerquita de la Puerta del Sol. Ahí están las planchas de cobre al aguafuerte de Goya. ¡Obligatorio!

Y todo esto me ha recordado una tontuna, salvando las distancias y que Goya me perdone,  los viejos tiempos en los años setenta cuando los maestros hacíamos las copias para los alumnos con una caja de lata de las de hacer magdalenas llena de gelatina... ¡Señor, qué tiempos!!!


Curioso, el título original, "Fatales consequencias de la sangrienta guerra en España con Buonaparte. Y otros caprichos enfáticos, en 85 estampas. Inventadas, dibuxadas y grabadas, por el pintor original D. Francisco de Goya y Lucientes. En Madrid".
Francisco de Goya y Lucientes (1746 - 1828)



Espacio CB de Arte, Fundación CB Badajoz
Espacio CB de Arte
Avenida de Santa Marina, 25. Badajoz


Pilar Otano Cabo
Badajoz, noviembre de 2019



lunes, 4 de noviembre de 2019

¡Cuánto juego sigue dando Goya!


He vuelto al Museo del Prado. Esta vez, por culpa de la comisaria María Ruiz. María no es una comisaría de arte, como cabría esperar en un museo, es la comisaria de policía creada por Berna González Harbour. “El sueño de la razón” es la cuarta novela de la serie con este personaje que cada día me gusta mas. En fin, que he vuelto al Prado a buscar “Perro semihundido”,  Por Liberal? y otras pocas pinturas de Goya que aparecen en la novela.



El sueño de la razón, presentación en el Museo del Prado
El sueño de la razón, de Berna G Harbour
Presentación en el Museo Del Prado (muy propio)

Goya me persigue 

Y no me quejo, que conste, que me gusta encontrarlo con frecuencia y también me gusta cómo inspira a artistas y escritores. Rebuscando en mis fotos, he encontrado unas de 2010 del Festival de Fotografía de Huelva (LATITUDES) donde conocí al fotógrafo japonés Yasumasa Morimura (Osaka, 1951). Bueno, a él en persona no, a algunas de sus fotografías en las que recrea varios caprichos de Goya. La recreación es más bien manipulación, transformación, apareciendo el rostro del fotógrafo en estos Nuevos caprichos, como él los llama.



Nuevos caprichos, de Yasumasa Morimura
Nuevos caprichos, fotomontajes de Yasumasa Morimura

Algo después, en 2016 en Logroño, pude ver cómo Dalí había reinterpretado también estos grabados satíricos de Goya: “Dalí sueña los caprichos de Goya”. Introduce el color, añadiendo a las imágenes toques surrealistas muy interesantes y modificando escenas y personajes. 



“Dalí sueña los caprichos de Goya” Logroño, 2016
“Dalí sueña los caprichos de Goya” Logroño, 2016
Sala Amós Salvador

En Madrid estos días de otoño de 2019 vuelvo a comprobar cómo Goya inspira a los artistas. En el Centro Cultural de la Villa (Teatro Fernán Gómez) un montón de artistas contemporáneos toman las obras de Goya y hacen con ellas lo que les parece, que para eso son artistas. Mi amigo Morimura también está. 

La sombra de Goya en el arte contemporáneo
La sombra de Goya en el arte contemporáneo

Y esto no termina, que en mi ciudad, Badajoz, cuando he vuelto de Madrid he encontrado que la Fundación CB expone “Los desastres de la guerra”, la serie de 80 grabados que Goya hizo entre 1810 y 1815 y que constituyen casi una crónica gráfica de la Guerra de la Independencia. Estos no son reinterpretaciones, son tal cual. Todo un trabajo de reportero de guerra. 







Los desastres de la guerra. Goya en el Espacio CB Arte de Badajoz
Los desastres de la guerra. Grabados de Goya en la sala Espacio CB Arte de Badajoz


Y volviendo a la comisaria María Ruiz, “El sueño de la razón” (Ediciones Destino, 2019) es una novela negra en las pinturas negras de mi querido Goya. Aunque recomiendo leer las tres novelas anteriores, no hace falta para entender a los personajes de esta cuarta porque en unas pocas páginas te pone al tanto de cada uno. 


¿Qué tiene “El sueño de la razón” para que me haya interesado tanto? 

No puedo negar que me gusta la novela negra; además, ésta es enigmática y especial. Es especial porque retrata Madrid y utiliza a Goya para ello. Las pinturas de Goya dibujan un Madrid y una España de hace 200 años, pero que puede perfectamente solaparse con la situación actual. La vigencia de este genio es incuestionable. Además, la autora nos introduce en el Madrid de contrastes del que veces retiramos la mirada. El barrio de Carabanchel (guiño a la desaparecida Quinta del Sordo), el rio Manzanares, los subterráneos de la M30 donde vive gente sin hogar, que han quedado fuera del sistema.


Por Liberal? Francisco De Goya (1810 - 1811)
Museo del Prado

Es en este Madrid que María Ruiz recorre en bicicleta, en el que, expedientada, sin placa y sin equipo, se introduce para resolver este caso que está rodeado de obras de arte, que te lleva a visitar de nuevo el Museo del Prado y a mí me hizo también comprar una libreta con el “Perro semihundido” para mis anotaciones. 


El perro semihundido. Francisco de Goya
Mi libreta de rayas con el El perro semihundido

Hay mucho más, hay venganza y determinación en esta historia. Hay corrupción policial, hay periodistas (otro guiño, en este caso a la profesión de la autora). Hay un chico okupa entrañable, Eloy,  que vive en La Dragona, «la casona okupa»el Espacio Social Okupado Autogestionado que el nuevo Ayuntamiento de Madrid ha desalojado hace unos días. Y se aprende mucho de Goya, os lo aseguro.

Hay también una peli recién estrenada que tiene que ver con Goya. No la he visto porque en Badajoz aún no la han proyectado, pero tengo la impresión de que en “El asesino de los caprichos” hay otro Madrid, el de los coleccionistas de arte y gente de otros barrios mas arriba del Manzanares, con otra posición y otros intereses. Estará bien, no lo dudo y no puedo opinar porque no la he visto, pero me quedo con el Madrid de María Ruiz.

Resumiendo, que este chico, don Francisco de Goya y Lucientes ha dado y seguirá dando mucho, mucho juego.

Pilar Otano Cabo
Octubre 2019
Badajoz, España




El sueño de la razón
Berna González Harbour
Editorial Destino
2019
416 páginas

María Ruiz, la comisaria más atípica de la novela negra deberá enfrentarse a un crimen de inspiración artística. Una mujer de ley, fuera del sistema, en búsqueda de la verdad.

Berna G Harbour es escritora de novela negra y periodista. Según Paco Camarasa, una de los "9 novísimos" de la literatura negrocriminal española. Actualmente subdirectora del diario El País.


sábado, 24 de agosto de 2019

La tristeza de Olga Picasso



No piensen en Caixa Forum Madrid que “hice la pirula” a los vigilantes de la exposición. No, ¡qué va! La foto de Olga leyendo la hice en Burdeos hace tres años, en el Museo de Bellas Artes. Allí permitían hacer fotos, aquí en la exposición Olga Picasso, no.

Olga leyendo, Picasso (1930)
Musée des Beaux-Artrs de Bordeaux

Y siempre me asalta la duda cuando me encuentro en esta situación. Quienes defienden la prohibición de hacer fotografías en los museos argumentan que la visita es mas relajada sin gente que se plante de espaldas al cuadro para fotografiarse. No les falta razón y podría ser válido el razonamiento para esos museos multitudinarios donde la acumulación de personas impide ver las obras con tranquilidad.

Pero la gente suele ser respetuosa, o al menos esa es nuestra experiencia en los lugares donde no existe tal prohibición. Le encuentro ventajas porque a mí me permite recordar el momento con más claridad y comentarlo y disfrutarlo mucho tiempo después. Además, no voy fotografiando todo, sin ton ni son, sino solo aquello que me llama poderosamente la atención. Sí, ya sé que en las webs y en las redes sociales de los museos están algunas obras fotografiadas, pero a veces a mí me interesa algún pequeño detalle que no han colgado.

 Olga Khoklova, en Caixa Forum Madrid


Como esa Olga leyendo que ayer pudimos ver en Madrid, arropada por toda una excelente selección de obras de Pablo Picasso. Olga Khokhlova era el motivo central y todo un mundo a su alrededor, como la maternidad y su hijo Paulo; se aprecia la melancolía en la actitud pensativa de muchas obras. Es muy interesante la colección de fotografías, cartas y objetos que han aparecido en un baúl que perteneció a Olga y que también se puede ver en la exposición. Baúl, por cierto, igualito que el que usaba mi abuela para sus viajes.


Y si el fin de la prohibición era que cayera en la trampa de pasar por caja en la tienda, me acuso de haber picado como una pardilla. Aunque sólo compré una discreta postalita de “Retrato de Olga en un sillón”  para mi pared de los viajes. 


Olga Picasso en mi pared viajera
Mi pared viajera



El tema da para más, los derechos de autor y todo eso… ¿Discutible? ¡Pues también! Tengo que añadir que tampoco uso palo de selfie, ni flash, que eso sí que molesta y es peligroso, sólo hago fotos mi teléfono... 

De todas formas, agradecida por la interesante exposición. Muy recomendable. 

PILAR OTANO CABO
Badajoz, 23 de septiembre de 2019





jueves, 6 de junio de 2019

Dibujantas. Pioneras de la ilustración


Mujeres rescatadas del olvido...

El Museo ABC de la Ilustración de Madrid siempre me sorprende. Esta visita a Madrid de mayo de 2019 ha sido ha sido doblemente grata en este museo. Los dioramas de Antonio Santos para la preciosa edición de los Cuentos de la selva de Horacio Quiroga con que Nørdica vuelve demostrar su excelente gusto editor fue la primera.



La otra interesante exposición es la dedicada a las mujeres ilustradoras que publicaron en ABC y Blanco y Negro durante la última década del siglo XIX y a lo largo del siglo XX: Dibujantas. Pioneras de la ilustración. Y aquí caí enseguida rendida ante la ilustración de una de mis amigas, Maruja Mallo, a la que adoro.

Maruja Mallo - Museo de la Ilustración de Madrid
Maruja Mallo (1902-1995)
Chuflillas de «El Niño de la Palma», Joselito en su gloria, seguidillas a una extranjera
ABC, 9 de noviembre de 1930. Tinta, lápiz y acuarela sobre papel 

El título de la exposición, Dibujantas, hace referencia al I Salón de Dibujantas que tuvo lugar en el Lyceum Club Femenino en 1931 y quiere reivindicar el papel de la mujer en la ilustración española. 

El interesante Lyceum Club Femenino de Madrid funcionó desde 1926 hasta 1939 cuando lo confiscó la Falange y la Sección Femenina lo convirtió en el Club Medina. Y no solo fue un refugio para compartir ideas, un foro para fomentar la cultura y la concienzación de la mujer, sino también un espacio desde el que luchar por los derechos civiles de la mujer española y como decía Mª Teresa León “adelantar el reloj de España” (1).

Rosario de Velasco- Museo ABC de la Ilustración de Madrid
Rosario de Velasco (1904-1991)
Carnavalina
febrero de 1936; acuarela y grafito sobre cartulina

En las 126 obras expuestas se aprecian diferentes etapas. Me emociona especialmente las de las mujeres que en los años veinte y treinta recibieron el sobrenombre de “Las Modernas”. En ellas se aprecia una voluntad de apertura a la modernidad internacional, reflejo del convulso período de entreguerras, que abarca influencias del cubismo al boyante art decó, con interferencias de la nueva objetividad, el realismo y el surrealismo. Es el caso de Maruja Mallo, Ángeles Torner Cervera o Delhy Tejero
Es el momento de la efervescencia de revistas de gran calidad tipográfica que ponen un importante acento en la ilustración.

Totalmente recomendable


(1) Lyceum Club Femenino- de la mano de Paz Montalbán y Kika Fumero. Recomendable esta interesante web!


Dibujantas. Pioneras de la ilustración  (29 de mayo a 22 de septiembre de 2019)
Museo ABC de la Ilustración 
Calle Amaniel, 29-31 (Muy cerquita de Plaza de España)
Madrid


Pilar Otano Cabo
Badajoz, mayo de 2019






miércoles, 13 de marzo de 2019

Tamara de Lempicka, Madonna y mis cajas de plástico


Bisexual, dos continentes, dos maridos… y tres vueltas al mundo 

Tengo cajas de plástico con carpetas donde guardo todo los papeles que traigo de cualquier viaje que haga. Está organizado por carpetas de lugares, así que cuando me he puesto con Tamara de Lempicka he encontrado fácilmente un recorte del suplemento XLSemanal del Diario Hoy de 2015. Allí había una foto de un cuadro de Lempicka a cuento de una exposición que iba a comenzar en la Fundación Juan March de Madrid, El gusto moderno. Art Déco en París 1910-1935. Había quedado fascinada por aquella Joven de verde y me propuse no perdérmela en el siguiente viaje a Madrid.


El gusto moderno. Art Déco en París 1910-1935.Fundación Juan March de Madrid,
Suplemento XLSemanal del Diario Hoy 26 de abril de  2015


Suelo llevarme algunos chascos y en aquella ocasión me encontré con uno. La exposición, interesantísima, pero la Joven de verde no aparecía por ningún lado, ni éste, ni ningún otro cuadro de ella. Pregunté al guía y ya ni recuerdo la excusa que puso para que no estuviera Tamara de Lempicka entre ese despliegue art déco que pudimos contemplar. 

Así que el otoño pasado, cuando subía las escaleras del Palacio de Gaviria de Madrid para ver un montón de cuadros de la reina del art déco, iba pensando que me iba a desquitar. Y así fue porque además de ser interesante su obra, no lo es menos su forma de entender la vida.

Tamara de Lempicka

Tamara de Lempicka


Lo tuvo fácil. Niña rica, de internado suizo y veranos en Italia y en San Petersburgo con su abuela que estaba forrada, no capeó mal la revolución rusa ni las dos grandes guerras. Es la imagen perfecta del movimiento Art Déco y tanto ella como sus modelos, casi todos femeninos, representa a la mujer moderna de los años 20 y 30 que quiere ser emancipada, que hace deporte, fuma, lleva el pelo corto, a lo garçon, y conduce su coche. ¡Todo glamour, elegancia y sofisticación! Me la puedo imaginar en las fiestas de El  Gran Gatsby. Se casó dos veces, tuvo relaciones a docenas y vivió en dos continentes, en un montón de países: Polonia (rusa cuando ella nació en Varsovia en 1898), Rusia, Francia, Italia, Estados Unidos y México donde murió en 1980. 

Visitó España en 1932 y he buscado en la hemeroteca la crónica que un periodista del ABC, Gil de Escalante, hizo de su paso por Madrid y que me ha producido cuanto menos, sonrojo. Titula la columna, La señora extranjera:


Gil de Escalante sobre Tamara de Lempicka  ABC 10-08-1932
Gil de Escalante sobre Tamara de Lempicka ABC 10-08-1932

Me encontré con una dama joven, alta, rubia, bonita. Todo esto me reconcilió mucho más con ella que su arte de pintor de retratos, actualmente muy a la moda en Francia.

Pero a mí, sus retratos me fascinan. Los que le hizo a su hija Kizette, el Autorretrato en un Bugatti verde, tan elegante con sus guantes de piel y su sombrerito cloché. Los desnudos de mujeres, con un claro erotismo, el deseo evidente y esa mirada melancólica o pensativa. 




También fascinó a Madonna, que tiene unos pocos de cuadros de Tamara de Lempicka. Ella dice que tiene todo un Museo Lempicka, aunque sólo son cuatro, que ya los quisiera yo!! y que aparecen en algunos de sus videoclips:

 Madonna, Open your heart, Andromeda  (1928) y La belle Rafaela (1927)



Madonna, Vogue , Nana de Herrera (1929) y  The musician (1929)




Y para colmo, dio tres veces la vuelta al mundo en barco. Eso aún me gustaría más.

No te lo pierdas …


Palacio de Gaviria. Calle del Arenal, 9 Madrid 

Hasta el 26 de mayo de 2019,