sábado, 2 de noviembre de 2019

México 1 - Halloween 0


Tradiciones mexicanas. Día de Muertos

Gran suerte fue la nuestra por haber podido visitar México por estas fechas del Día de Muertos. Sencillamente me impresionó y disfruté aprendiendo de esta tradición entrañable. Y como todos los años por estas fechas, Halloween es el tema de conversación en los cafés y  motivo de escritura en la prensa, yo voy a hacer lo propio. Y que vaya por delante que me gusta más la fiesta mexicana. 

Concurso de Ofrendas en el Centro Histórico de la Ciudad de México
Concurso de ofrendas "Conmemora a tus muertos" 

 En aquel viaje, busqué con ahínco algún atisbo de Halloween en medio de todo aquel tremendo barullo que era la Ciudad de México. Y no lo encontré. 

Encontré altares, ofrendas, pan de muertos y calaveritas de azúcar

Aunque parezca un contrasentido, la fiesta del Día de Muertos de México es una costumbre amable y lúdica en la que se celebra la vida. Es un ritual de color lleno de símbolos. Todos se preparan para recibir las almas de los que se fueron para reunirse con ellos durante un rato. ¿A qué impresiona? A mí me impresionó. Me pudo parecer folklórico ver las calles con los altares y las ofrendas; también en los bares, restaurantes y tiendas; en las escuelas, las bibliotecas, la universidad… Pero cuando una amiga me contó como en su casa, como en casi todas las casas, una habitación se dedicaba estos días al altar de sus difuntos, entonces fue cuando pensé que esto era serio de verdad. Que no era sólo fiesta. 

Concurso de alfombras de sal en un plantel de CDMX
Todo el Centro de Secundaria volcado en las actividades del Día de Muertos

Hay alegría y respeto en esta mezcla de tradiciones aztecas, mayas y cristianas que dan un sentido diferente a la fiesta. Mientras que en Halloween hay algo de macabro, atroz y violento, en el Día de Muertos mexicano hay color, hay tradiciones, hay comida y bebida y, sobre todo, hay reencuentro. Aunque no es mexicano, Tim Burton en su película “La novia cadáver” acierta en esta idea de reencuentro, que los que se han ido sepan que no se les ha olvidado. Así, podemos ver el emotivo encuentro del nieto con su abuelo o del perro con su amo.

Disfruté en CDMX con toda esa locura que nos rodeaba. Impresionante el colorido del Desfile de Alebrijes (había unas 200 en el Paseo de Reforma) o el interminable y variopinto Desfile Internacional del Día de Muertos. ¿Se imaginan el caos de tráfico ese día en una ciudad caótica en sí? 


Biblioteca Central de la UNAM
Muy literario el altar de la biblioteca de la UNAM


Me gustaron las decoraciones de papel picado, las flores de cempasúchil (aquí las llamamos tagetes). Me impresionaron algunos de los altares como el que había en la universidad recordando a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

Altar en recuerdo de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa


Y lo que más, las catrinas, esas calaveras que hace mas de cien años ideó el caricaturista José Guadalupe Posada y que Diego Rivera popularizó con ese nombre. Yo traje mi catrina particular y una postalita para la pared viajera de mi estudio de la pintura de Rivera, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” donde una Catrina es el centro de la imagen. 

“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”
“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” en el centro.
Mi catrina particular
... y mi Catrina de barro de Capula, Michoacan (creo...)

¿Peligro de la explotación turística y comercial? 
Se está extendiendo últimamente el temor de la introducción de los vampiros, espectros e historias de terror en las escuelas. Esa es al menos la percepción de algunos profesores que están viendo cómo también sus libros de texto van restando protagonismo a su fiesta en favor de Halloween. ¿Será por este temor por lo que la fiesta del Día de Muertos ha sido incluida dentro de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO?       
Veremos…
¿Y por aquí?
Pues por aquí, en nuestra tierra, también vamos a los cementerios. No llevamos comida, como hacen México, pero comemos castañas, buñuelos de viento y  huesos de santo. En nuestra casa, ya hemos comido los de la Pastelería La Cubana, la de los vergaras que ya conté otro día. ¡Son los mejores!
Huesos de santo y buñuelos de viento en La Cubana
Huesos de santo y buñuelos de viento en La Cubana de Badajoz

Pilar OTANO CABO
Badajoz, España
2 de noviembre de 2019, Día de Muertos

jueves, 31 de octubre de 2019

Ternura en el cementerio

¿Machismo de cementerio?

Ya he cumplido esta semana con la tarea gustosa de todos los años por estas fechas. Voy con frecuencia al cementerio, al de mi ciudad o al de otros lugares que visitamos porque me gustan los cementerios. Pero la tarea de estos días es especial; limpieza y cambio de flores.

Punta Arenas
Cementerio de Punta Arenas (Chile)


Heredé esa tradición de mi madre y de mi tía, féminas todas aunque era mi padre quién las llevaba en su taxi. Ahora ya no están ninguno de ellos y soy yo la encargada de hacer las visitas en las fechas señaladas y la limpieza para el Día de los Difuntos.


"El mundo entero" (2018) de Julián Quintanilla,
rodada en el cementerio de Badajoz
He paseado por el cementerio al terminar y me he sentado en un banco a ejercer ese hábito flâneur que me acompaña casi siempre. Y efectivamente, como cuenta hoy JR Alonso de la Torre en su artículo del Diario HOY, son las mujeres las que se encargan de esta labor. Varias amigas con sus flores y el cubo con los aperos de limpieza, una madre con su hija que no deja el móvil en todo el rato o una señora mirando como su empleada limpiaba el panteón… 

Pero no eran todo mujeres, también encontré a un amigo que como yo iba con sus flores, sus trapos y sus tijeras a preparar la tumba de los suyos. Y lo que me ha producido una ternura infinita ha sido ver a señores mayores solos colocando flores en la tumba de esa mujer que se ha marchado demasiado pronto y que él echa tanto de menos. 


Pilar Otano
Badajoz, 30 de octubre de 2019





martes, 22 de octubre de 2019

Tardes literarias en la RAE



«España está llena de historias que no se han contado» 

 «Nuestro país está en deuda con los luchadores por la democracia»

Estas son frases que escuché la otra tarde en un precioso salón de la Real Academia Española en Madrid. Salieron de la boca de Almudena Grandes, que inauguraba una excelente iniciativa de la RAE para abrir sus puertas y promover la literatura y la cultura en español con sus Tardes literarias de la RAE.


Almudena Grandes en la RAE

No conocía este imponente edificio, a pesar de estar junto al Museo del Prado. Además, la RAE me produce respeto, siempre tan circunspectos ellos y ellas. Pero la charla de la otra tarde con Almudena Grandes deshizo todos mis prejuicios. Pudimos andariquear por los pasillos, ver el legado de mi paisano Antonio Rodríguez Moñino o el salón donde los sesudos deciden qué debemos o no debemos decir. 


Salón de Actos de la RAE
Salón de Actos de la RAE


Legado de Antonio Rodríguez Moñino y María Brey
Legado de Antonio Rodríguez Moñino y María Brey


Pero volviendo a Almudena Grandes, unas 400 personas asistimos cómodamente sentados a la agradable charla donde nos contó con humildad su motivación para escribir la serie a la que muchos españoles estamos enganchados y tan necesaria para comprender esos años tan oscuros de nuestra historia. Episodios de una guerra interminable son seis novelas independientes en las que nos cuenta historias de la resistencia antifranquista desde 1939 hasta 1964. Utiliza hechos reales como marco de la novela y cuenta cómo influyen en la gente normal. Ya lleva cuatro, aquí estamos ya a la espera de la quinta, La madre de Frankestein, que dijo que estaría en febrero de 2020. Esta serie es todo un homenaje a Don Benito Pérez Galdós y sus Episodios Nacionales.


Almudena Grandes en las Tardes literarias de la RAE

Nos habló de sus manías, sus métodos para escribir, cómo esa época de España la ha tenido desde 2002 enganchada a lecturas, música y películas españolas de modo compulsivo. Nos habló de su cuaderno con una reproducción del Toro mariposa de Goya, que había comprado en el Museo del Prado y donde iba anotando historias para utilizarlas en sus novelas. Así que ni corta ni perezosa, aunque también por otro motivo que ya contaré, al día siguiente en la tienda del Prado compré una libreta con el Perro semihundido de Goya. Empezaré a anotar cositas ahí, por ver si se me transfiere algo de la habilidad de Almudena Grandes… No sé, no sé…




Pilar OTANO CABO
Badajoz, octubre de 2019


Si quieres ver la conferencia, pincha en este enlace.

lunes, 30 de septiembre de 2019

Hoy Elías Canetti también sería español


He leído en la prensa sobre la «avalancha de solicitudes para que los sefardíes puedan ser españoles» (El País, 30-09-2019). Es una ley de 2015 para «reparar la injusticia cometida con los judíos expulsados por los Reyes Católicos hace cinco siglos». Y no he podido evitar recordar a Elías Canetti (1905-1994). 

Tumba de Elías en el cementerio de Fluntern en Zúrich
Fucsias y begonias acompañan a Canetti en su tumba

Canetti, Premio Nobel de Literatura en 1981, tuvo un buen revoltijo de lenguas, pero su lengua materna fue el ladino, ese castellano medieval que hablaban los sefardíes. Así que en el caso de haber vivido hoy, habría podido pedir la nacionalidad española. 

Me asombra enormemente la capacidad de este hombre para los idiomas: aunque escribió su obra en alemán, hablaba ladino, búlgaro, inglés, francés… Creció escuchando el turco, el griego, el ruso, el rumano…  Puede parecer normal en alguien que ha vivido en tantos sitios como él, pero no siempre es así. 

Y como me gustan los cementerios y  hacía tiempo que quería escribir sobre nuestra visita al cementerio de Zúrich, aprovecho esto para hacerlo. Ese cementerio, el de Fluntern, acoge la tumba de Elías Canetti y la de otro grande, James Joyce. 


Elías Canetti y James Joyce en Fluntern (Zúrich)
Joyce y Canetti se hacen compañía en el cementerio de Zürich

El cementerio de Fluntern está situado en una colina sobre la ciudad, junto al parque zoológico de Zúrich. Aquella mañana de mes de julio creíamos habernos perdido porque eran ríos de niños con sus padres lo que encontramos al llegar al aparcamiento y estaba claro que al cementerio no iban. Así que anduvimos a contracorriente de la ruidosa y menuda muchedumbre y dimos por fin con el pacífico y silencioso cementerio. Allí estaba esa sencilla tumba acompañada de fucsias y begonias.


Cementerio de Fluntern, Zúrich, Suiza
Cementerio de Fluntern, en Zúrich (Suiza)


Pilar Otano Cabo
Badajoz (España)
3o de septiembre de 2019










lunes, 16 de septiembre de 2019

La masacre de Sabra y Chatila

... en el MUBA de Badajoz

El MUBA, Museo de Bellas Artes de mi ciudad, Badajoz, organiza muchas actividades. Las ciudades pequeñas tienen mucha vida, no se crean. Y hace tres años, en 2016, hubo una conferencia sobre la Real Fábrica de Tapices de Madrid. Era a cuento de una exposición de tapices que estaba teniendo lugar en el museo.


“La masacre de Sabra y Chatila”
“La masacre de Sabra y Chatila” de Dia Al-Azzawi (Tate Modern, Londres)

En aquella conferencia quedé impactada por uno de los tapices que estaban confeccionando en ese momento en la fábrica. Sobre todo por la historia que llevaba detrás y su significado. Se trataba de reproducir una impresionante obra del iraquí Dia Al-Azzawi (Bagdad,1939), que expresa la terrible matanza de civiles palestinos en los campos de refugiados de Beirut en 1982. “La masacre de Sabra y Chatila” refleja las escenas de caos y horror que vivió la población aquellos días de septiembre. El mismo Azzawi cuenta cómo se ve influenciado por el Guernica de Picasso, al que sin duda recuerda, con el lienzo lleno de símbolos tan simples y tan expresivos.

¿Y por qué un tapiz?

Pues porque resulta que el enorme cuadro de Al-Azzawi (7,5 x 3 metros) está hecho sobre un papel de tipo ácido y su fragilidad tiene de los nervios a la Tate Modern de Londres, que es la dueña de la obra. Así que Ramzi Dalloul, un mecenas y coleccionista de arte libanés, decidió hacer una réplica tejida del cuadro de Azzawi. A mí me parece una tarea de lo mas difícil, pero a ellos no, y lo demostraron. Todo el personal de la Real Fábrica de Tapices se esmeró de lo lindo y tras cuatro años de trabajo, terminaron en 2018 su tapiz para el “cliente libanés”.


Real Fábrica de Tapices de Madrid. Presentación del tapiz en 2018

 La razón del encargo era contribuir a que no se olviden los terribles días que pasaron en Sabra y Chatila. Se supone que el tapiz va a circular por distintos museos. He leído que uno de ellos sería el Museo Reina Sofía de Madrid, para posar junto a su hermano Guernica. No sé si es cierto, intentaré averiguarlo.

Hoy es 16 de septiembre cuando comenzó la matanza que duró casi tres días, y con esto quiero contribuir a que no se olvide esta historia. Me ha gustado el texto de Jean Genet, que estaba en Beirut en ese momento y escribió Cuatro horas en Chatila”, un testimonio políticamente contundente y de una belleza sobrecogedora. 


 Alberto Cortez hizo una canción a Sabra y Chatila...



Pilar Otano Cabo
Badajoz (España)
16 de agosto de 2019

viernes, 30 de agosto de 2019

Un vergara en Vergara

...el pastel y el Abrazo de Vergara

¿Sabéis qué ocurre cuando visitas un pueblo después de fiestas? Pues que no hay un alma, ni nada abierto. Todo el mundo descansa, toma vacaciones. Se largan, vamos. Así que la semana después de las fiestas de agosto no pudimos probar un vergara  en ninguna de las tres famosas pastelerías que tiene Vergara (Guipúzcoa). La verdad es que eso pasa un poco en muchos sitios en este mes; no los culpo.


Vergaras de La Cubana en Badajoz

El vergara es un bizcocho de dos capas relleno de crema de yema de huevo con azúcar y cubierto con almíbar horneado. Quería compararlos con los que hacen en una pastelería de mi ciudad, La Cubana, en Badajoz, pero no pudo ser. Lo había probado en San Sebastián y en ese caso ganó el Vergara pacense sobre el bergara vasco. Habrá que volver a Vergara/Bergara para hacer el estudio completo…



Lo que sí pudimos hacer es pasear y descubrir edificios interesantes...








Además, tenían abierto el vestíbulo del Palacio de Irizar, donde tienen un pequeño monumento conmemorativo del famoso “Abrazo de Vergara” entre los generales Espartero y Maroto. El Convenio de Vergara es el tratado de paz que puso fin a la primera guerra carlista el 31 de agosto de 1839.

Aquí entra de lleno el toque lector de mis viajes. ¡Inevitable! Vergara es uno de los Episodios Nacionales (1899), de Benito Pérez Galdós. Otra tarea, que alguno de esta serie aún me falta; éste, sin ir mas lejos.



No comimos ningún vergara, pero supimos también que en Vergara están los orígenes de la Real sociedad Bascongada de Amigos del País


Al final, fue una tarde interesante. Pero me quedo con el vergara de La Cubana de Badajoz.





Pilar Otano Cabo
Badajoz, España, Agosto de 2019


martes, 27 de agosto de 2019

Tarantino y mis libros

Érase una vez  en … Hollywood, Tess y Thomas Hardy

Una peli me  lleva a otra y a un libro…


Como mi amigo Alejandro Pachón, yo también «me he dado un gran baño esta temporada. Una larga inmersión en una piscina de bolas de colores. Un líquido y fresco viaje en el tiempo gracias a la obra maestra de Tarantino». No hay palabras más certeras para la peli de este verano, Érase una vez en… Hollywood. Fue capaz de hacerme sentir casi como a mis quince años de 1969… Allí estaban todos y allí estaba todo; todo lo que nos hizo vibrar aquel año en el que pasaron muchas cosas…



Pero lo que quiero contar es que Quentin Tarantino siempre me pone tareas. Ya sabía que suele haber algún libro en sus pelis, lo cual me pierde, he de reconocerlo. Lo había comprobado en Pulp Fiction cuando John Travolta / Vincent Vega leía una novelita, Modesty Blaise, sentado en un retrete… y rápidamente me lancé en su búsqueda y lectura. Así que ayer, cuando fuimos al cine a ver Érase una vez en… Hollywood, iba con  la escopeta cargada y cien ojos dispuestos a encontrar el libro. Y… voilà, no me decepcionó. 


Tráiler con la música de Los Bravos

La presencia de Sharon Tate/Margot Robbie recorre la peli de arriba a abajo, llenando completamente la pantalla. Y fue ella quien me hizo el regalo lector. Hay una escena en la que Sharon entra en una librería buscando un ejemplar de Tess de los d’Urberville, una novela de Thomas Hardy de 1891 para regalárselo a su marido, Roman Polanski. La escena no tiene desperdicio porque al entrar toma en sus manos un busto de un halcón, como la figura de El halcón maltés, de John Houston…





Pero a lo iba, al libro. Como este chico no da puntada sin hilo, resulta que en la vida real Sharon Tate había regalado ese libro a su marido poco antes de ser asesinada. Y la historia ambientada en la Inglaterra victoriana fue llevada al cine por Polanski diez años después, en 1979, dedicándola a  su mujer. 

Tess, la peli, con Natassja Kinski, tuvo tres oscars y reproduce bastante fielmente la historia de la novela:  
Inglaterra, finales del siglo XIX. El pastor de Marlott revela a John Durbeyfield que su nombre es una deformación de d’Urberville. John ya no soporta su triste condición y decide enviar a su hija Tess, una joven y bella campesina, a la casa solariega de Trantige, donde vive la familia d’Urberville para reclamar trabajo, utilizando este lazo de parentesco.



Había leído Tess de los d’Urberville hace demasiado tiempo, así que aquí estoy, dispuesta a leerla de nuevo. Después veré la peli, que ya he comprobado que está en Filmin. Y más tareas aún, Érase una vez en… Hollywood hay que verla más veces, masticarla bien y encontrar tantos guiños como tiene. 

Porque, como dice Pachón, «la película me ha devuelto a un pasado pop que me ha hecho rejuvenecer y sentirme mejor con mi biografía».





Pilar Otano Cabo
Badajoz (España) 
Agosto de 2019